Coleccionistas de Copas

María Asurmendi y Laura Quevedo han dado ya varios sorbos a esta Copa de la Reina. La navarra suma tres en su palmarés, una con Conquero y dos con Perfumerías Avenida. La madrileña también logró el suyo en su etapa con la escuadra salmantina. La experiencia de saborear el éxito les hace ser más prudentes en cuanto a las aspiraciones de su actual equipo. El Rpk Araski jugará con el factor sorpresa en un torneo donde un mal día te puede llevar a casa. De la adrenalina en la pista, al éxtasis de la celebración, las dos jugadoras del equipo vitoriano recuerdan de manera especial aquellos títulos conquistados, ese con el que sueñan ahora vestidas de verde.

Seguro que irse de 'copas' con ellas es tan divertido como la charla que mantienen para departir sobre sus experiencias de baloncesto. Se sienten y hacen sentir cómodas. Esa familiaridad permite ahondar en recuerdos coperos: esos de sudor y lágrimas. María Asurmendi ha perdido la cuenta de las ediciones que ha disputado, pero en sus 14 temporadas en Liga Femenina, las ha podido disfrutar con Burgos, Cortegada, Conquero, Gernika y Perfumerías Avenida. En 2016, un club al borde de la desaparición y con graves problemas económicos se hacía de manera inesperada con el título copero en Donosti. La hazaña no pasó desapercibida, tumbando a todo un campeón como Perfumería Avenida. «Posiblemente la Copa con Conquero fue la más especial. Además, con todas las circunstancias que nos rodeaban en el club, con una situación de impagos. Ni siquiera sabíamos si íbamos a ir a esa Copa. De no entrenar y parecer que no llegábamos, a lograr el título. Todas tienen su punto especial, pero sin duda aquella fue a la heroica», recuerda la timonel navarra, que suma en su palmarés otras dos más, con Perfumerías Avenida. La última, el año pasado en Vitoria «cerca de casa, con mucha familia, la pude disfrutar con mis cinco sobrinos. Fue espectacular y muy bonita».

En la casa de los Quevedo en Coslada, -«es que yo soy más de Coslada» apunta Laura-, el salón familiar tiene entre sus trofeos más preciados una medalla de plata de los juegos olímpicos de Río de Janeiro y la Copa conquistada en 2017 con el club charro. «Recuerdo cómo ganamos aquella Copa en Girona. Fuimos por detrás en el partido y la genialidad de Silvia Domínguez, que además fue MVP de la final, nos dio el título», recuerda.

Repasados los títulos y correspondientes celebraciones ,«yo con la de Conquero, lo di todo», apunta con humor Asurmendi, es tiempo de sueños presentes. ¿Qué pasaría si Araski lograra el título? Uff, suspiran ambas. Insistimos… ¿Alguna promesa? Quevedo se adelanta. «Lo de rapar el pelo descartamos. Ya lo hice una vez, porque me dio el punto. A veces se me va la pinza. Y lo de teñirse de rubio también lo he hecho. No sé, no sé… Un fiestón supongo, pero debemos pisar con los pies en la tierra. Es muy difícil. Vamos con toda la ilusión», apunta con gracia.

A la base navarra no le gusta perder ni a las cartas. Las timbas en Araski se han convertido en motivo de entretenimiento y «pique» en los eternos viajes de autobús. Competitiva a tope, pero realista también. «Lo bonito es ir de tapado, sin ninguna presión, porque el cartel de favorito lo tienen otros equipos. Vamos con la ilusión de estar haciendo una temporada espectacular a día de hoy. ¿Por qué no dar la sorpresa? Si no sucede, estaría dentro de la lógica. Si sucede, sería algo inesperado y la alegría superaría cualquier cosa».

Quevedo solo tiene 23 años. Joven pero experta. Dice sentir que aún está en una fase de aprendizaje. Y eso que su primera Copa la jugó con Rivas cuando apenas contaba con 17 años. «Será mi tercera. Tenemos ya ese gusanillo de que llegue el día para poder debutar y disfrutar todas juntas, porque está siendo una temporada muy especial para todas. Compartirlo como equipo es algo que deseamos mucho», repiten ambas.

Ambas cuentan con una afición que empujará en el Multiusos de Salamanca. «Estamos muy agradecidas. Sabemos que irán más de 200 personas a acompañarnos y queremos que la gente pase un fin de semana muy largo en Salamanca, no solo de turismo sino disfrutando con nosotras. En Girona dieron un espectáculo. Es una afición espectacular», desean ambas. Por su experiencia en Salamanca, nos recomiendan un buen lugar donde celebrar lo que venga. «En la plaza (Mayor), seguro que cualquier sitio es el ideal», aventuran.

Tienen un as en la manga. El que no quieren desvelar. El partido de cuartos de final ante Lointek Gernika es la llave y son conscientes de ello. Solo a tres partidos de la gloria. ¿Por qué no? Miramos a María. Es la líder. De eso no hay ninguna duda. «Es la jefa, lo tenemos claro. Allá donde va ella, allá que vamos», repite Quevedo sonriente. Son las voces de un vestuario que se ha conjurado y preparado para ofrecer su mejor versión. La fe de ellas es ciega. Hay montañas que se han movido con menos.