Valiosa
Valiosa es, sin duda, esta mirada parcial a lo vasco en una cuidada selección de la colección BBVA, con su imposible exhaustividad en una amplia ... cronología que abarca del arte moderno al contemporáneo o incluso con la difícil misión curatorial de agrupar en epígrafes temáticos globales una diversidad de corrientes, géneros e inspiraciones. Pero valiosa, en todo caso, porque no solo revitaliza y exhibe desde una nueva y concreta óptica un notable fondo privado, sino también porque la muestra reafirma doblemente la voluntad de divulgación artística de BBVA y su apuesta por la vieja sede del banco como espació cultural y expositivo.
Aún centrada la muestra en los creadores vascos o en la temática vasca, el recorrido bascula por encima de todo desde el academicismo y el costumbrismo a la introducción progresiva de las vanguardias históricas o desde la figuración al informalismo y la abstracción, algo en lo que resulta imposible no realizar comparaciones cronológicas y cualitativas en paralelo con el panorama del arte nacional e internacional. Por eso mismo, quizás hubiera sido necesario un mayor énfasis en el discurso curatorial para explicar la notable importancia de los artistas vascos -junto con los catalanes- en la transmisión de las vanguardias históricas al resto de España -el impresionismo, el fauvismo, el inicio del cubismo, etc…-, lo mismo que para reflexionar sobre nuestro retraso en la introducción plena de la heterodoxia abstracta, donde sus primeros atisbos en la muestra los reflejan la experimentación de Oteiza ligada a Aránzazu en 1957 o un grabado muy posterior de Chillida, este último fechado en 1970.
Sea como fuese, el recorrido resulta bien divulgativo y placentero al resumir en una selección con piezas de notable calidad un amplio panorama de nuestra historia del arte más reciente, del que el espectador no puede sino salir confiando en que esa colección siga viva y en crecimiento, rellenando lagunas e incorporando nuevos talentos.
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