Me está gustando mucho 'Obi-Wan Kenobi', pero eso no tiene ninguna importancia. Podría haberme desagradado o parecerme cutre y tampoco sería nada grave. Los ... amigos nos pusimos a comentar los primeros capítulos y había todo tipo de opiniones: que si los malos parecen masillas de los 'Power Rangers', que si qué bueno es Ewan McGregor, que si los efectos especiales son pobres, que qué maravilla de personajes, que si no hay quien se crea la historia, que menuda tensión en el tercer capítulo cuando aparece… En fin, lo que viene siendo una conversación de gente que habla y escucha.
Lo que importa aquí, lo realmente grave y trascendente, es que hay gente -mucha gente ruidosa- que convierte sus opiniones en armas destructivas. En un ejercicio de odio. En un argumento válido para ir a la guerra. Ha sido tal la ola de desprecio hacia Moses Ingram, la actriz que interpreta a Reva, una de las (aparentemente) enemigas de Obi-Wan, que la propia cuenta de 'Star Wars' publicó este mensaje: «Hay más de 20 millones de especies inteligentes en la galaxia de 'Star Wars', no elijas ser racista. Estamos orgullosos de que Moses Ingram forme parte de la familia y emocionados por el desarrollo de la historia de Reva. Si alguien intenta hacerla sentir poco bienvenida, solo tenemos una cosa que decir: resistiremos».
¡Es ficción! Rediós, estamos hablando de un personaje. ¿De verdad todavía hay quien por ser negra o mujer lamente su presencia? Me alegro muchísimo de que, por fin, las series reflejen un universo más rico, más complejo y más humano. Me encanta que mi hija tenga referentes y me encanta Ingram. Y me duele cada vez que el lado oscuro saca lo peor de nosotros. ¿Si provocan una guerra por una ficción, qué harán con un problema real? Qué miedo.
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