Arturo Pérez-Reverte o 'vuelve Alatriste'
Novela. Una briosa continuación de las aventuras del espadachín español del siglo XVII que quedaron suspendidas en 2011
En el terreno de la ficción, Diego Alatriste y Tenorio vino al mundo en el año 1582. En el del universo editorial, nació en 1996 ... iniciando 'Las aventuras del capitán Alatriste', una serie narrativa con la que Arturo Pérez-Reverte consiguió resucitar exitosamente el género juvenil de aventuras de capa y espada que ilustró las fantasías y sueños de las generaciones nacidas en los años cincuenta y sesenta, pero dotándolo de un nuevo aire, de los modos, formas y recursos literarios de nuestros días, así como de velados guiños de cariz culturalista o historicista que hicieran atractivos los argumentos para los lectores entrados ya en una edad adulta. El ciclo, que se estrenó con 'El capitán Alatriste', llegó a la séptima entrega con 'El puente de los asesinos' en 2011. Tras los catorce años de silencio que han trascurrido desde entonces, es retomado por su autor en este 2025 en que Alatriste regresa con un nuevo episodio que nos traslada a la Francia del siglo XVII.
'Misión en París' se abre, como todas las novelas de la serie, con la voz narrativa en primera persona de Íñigo Balboa, el memorialista cuyo padre fue Lope Balboa, gran amigo y compañero de armas de Alatriste que, al morir en la campaña de Flandes, le pidió al intrépido capitán que se hiciera cargo de la crianza y de la manutención del muchacho, cosa que, en efecto, nuestro hombre no dudó en hacer a su vuelta a España tras la derrota y aniquilación del tercio viejo de Cartagena. Convertido ya en un joven de dieciocho años, en miembro de los Correos Reales de Felipe IV y en paje del propio Alatriste, su tutor, Íñigo Balboa recibe a éste a media noche en la capital del Sena cuando llega a caballo y acompañado de otros tres jinetes: el soldado aragonés Sebastián Copons, Juan Tronera, un tipo de «mano firme, pero cauta, acostumbrada a desnudar la toledana», y el propio Francisco de Quevedo, que es quien ha envuelto al grupo en una peligrosa misión secreta que tiene su cerebro maquinador en el mismo conde-duque de Olivares.
Estamos en 1628. Ha pasado casi un año entero desde que Alatriste dejó Milán, dando por concluida, y por fracasada, la arriesgada empresa de matar al dogo de Venecia «en interés de España», y en Francia aún se conserva vivo el recuerdo de las guerras civiles de religión que han azotado largamente al país. En ese cruento contexto histórico, los hugonotes han logrado hacerse fuertes en La Rochelle ofreciendo resistencia a las severas ofensivas de asedio militar que dirigía el intrigante cardenal Richelieu. De este modo, a los lazos de parentesco que unían a las coronas española y francesa (Ana de Austria era hermana de Felipe IV y reinaba en el país vecino como consorte de Luis XIII) se sumaban los vínculos confesionales hasta el punto de que, al monarca español, los protestantes le apodaban 'el católico' y al monarca francés 'el cristianísimo', estableciendo entre ambos un hostil y claro paralelismo. A todo ello se añadía el apoyo interesado y estratégico que Inglaterra prestaba a los hugonotes, hecho que afianzaba aún más la complicidad de la corte madrileña con la parisina.
Misión en París
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Arturo Pérez-Reverte
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Ed: Alfaguara
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360 páginas
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20,80 euros (10,44 eBook)
En su secreta misión, que guardaba estrecha relación con la presencia en la capital francesa del conde de Guadalmedina, a quien Íñigo Balboa deberá entregar una serie de despachos confidenciales, esos cuatro jinetes del Apocalipsis se cruzarán con D'Artagnan y sus mosqueteros Athos, Porthos y Aramís pues el cuadro cronológico en el que se mueve Alatriste no es otro que el de los personajes creados por Alejandro Dumas padre. Se cruzarán con esos seres de ficción, así como, antes que nada y sobre todo, con una destacable colección de hechos verídicos que sirven de marco a la acción ficticia y fabulada de manera que ésta no solo cumple la función lúdica de entretener al lector, sino también la pedagógica de introducirle en unos episodios sólidamente arropados por la base histórica.
'Misión en París' recupera con brío el pulso del ciclo que Pérez-Reverte inauguró hace casi tres décadas. Es un regreso al refrescante mundo de las aventuras, intrigas, espionajes, traiciones y lances caballerescos, así como al lenguaje eficaz del autor, que echa mano de los arcaísmos léxicos de un modo prudente que no ralentiza la acción novelesca. Y es una oportunidad para gozar del placer de la lectura, como de una lograda ambientación histórica que se advierte en curiosos detalles como el de ese abrazo que, en alguna de sus páginas, se dan los héroes de aquel lejano siglo «por el lado derecho, como solíamos los españoles, por la costumbre de cargar espada en el izquierdo».
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