«Tememos que a la cultura se le exijan más medidas de seguridad que a otros sectores»
La plataforma denuncia que las ayudas aprobadas por el Gobierno vasco «aún no han llegado a ningún profesional»
Aunque S.O.S. Kultura no tiene una estructura cerrada, el actor de la compañía de circo baracaldesa Malas Compañías Mikel Picaza accede a ejercer ... de portavoz para transmitir las reivindicaciones de esta plataforma surgida durante el estado de alarma. Con un manifiesto que cuenta con el respaldo de más de 1.400 firmas -1.000 a título individual y 400 de colectivos y asociaciones- S.O.S. Kultura pide la reactivación cuanto antes de las programaciones, la aprobación de un Estatuto del Creador y que los espectáculos culturales no requieran de unas medidas de seguridad «que no se exigen a otros sectores», según explica Picaza.
- El diagnóstico de S.O.S. Kultura califica de «desastrosa» la situación del sector.
- Ha sido desastrosa porque las actividades artísticas han sido catalogadas de alto riesgo y en un primer momento se cancelan o posponen hasta nuevo aviso todas las programaciones estables que existen en Euskadi, y ha sido poco a poco la recuperación de parte de esas actividades. Y claro, ha sido un tsunami para el sector de las artes en vivo ver cómo en dos semanas sus expectativas de trabajo se cancelan directamente o posponen.
- Pero en este caso, las medidas tomadas en Euskadi no han sido diferentes a las de los países del entorno...
- No, Euskadi es diferente. Las primeras medidas que toman los países referentes del ámbito europeo, además de cancelar las programaciones, incluyen la declaración de la cultura como bien de primera necesidad y garantizar la subsistencia de los sectores profesionales mediante ayudas directas y estructuras de apoyo. Así ha sido en Francia el Estatuto del Artista o en Alemania mediante inyecciones de dinero público desde el primer día.
- El Gobierno vasco dice que la declaración de la cultura como bien de primera necesidad corresponde al Ejecutivo central y que de hecho, la respaldaría.
- Ojalá. También habrá que apretar más en el ámbito estatal, pero por ejemplo, en la Diputación de Álava lo han hecho, sea su competencia o no. Han declarado la cultura como bien de primera necesidad y han adquirido una serie de compromisos con el sector artístico.
«En otros países, además de cancelar actuaciones, se ha garantizado la subsistencia del sector»
- ¿Cuáles son esas medidas?
- Ha sido de las pocas administraciones que ha mantenido sus circuitos de teatro de calle tal y como los tenía previstos, también sus presupuestos y no se ha dejado llevar por el pánico. Para nosotros ha sido un referente.
- ¿Urge aprobar el Estatuto del Creador para acabar con ese «desorden» que el Departamento de Cultura ha encontrado a la hora de habilitar las ayudas?
- Sí, urge porque van diez años trabajando en ese Estatuto. Urge regular el sector, las relaciones laborales y diseñar un marco legal donde podamos desarrollar nuestras profesiones y tener unas garantías mínimas y todos esos derechos laborales que te da contar con ese marco, como el de cobrar un subsidio del paro.
«Todavía no le han llegado a nadie del sector cultural las ayudas específicas del Gobierno Vasco»
Polémico sorteo
- Aunque el Gobierno vasco anunció que no habría ayudas específicas al sector, finalmente ha aprobado diversas líneas. ¿Ha habido dificultad para acceder a esas prestaciones?
- Todavía no le han llegado a nadie esas ayudas específicas para el sector cultural. Estamos a la espera del polémico sorteo de la primera convocatoria.
- Desde el Departamento se asegura que en ningún caso se agotará la partida prevista.
- No se va a agotar porque muchísima gente que cumple los requisitos estaba cobrando el cese de actividad como autónomos y nadie en su sano juicio renuncia a 680 euros para ir a un sorteo de 900 euros. Y entre los que estaban cobrando el paro, ahí la casuística es individual. Han jugado con eso y no nos ha gustado, aunque debemos reconocer que el Gobierno vasco ha sido la primera institución del Estado en reconocer la intermitencia de nuestras profesiones.
«No diría que Euskadi tiene sobreproducción cultural, igual es que la sociedad vasca tiene otros intereses»
- Comienza la reactivación de las programaciones. ¿Cuáles son sus reivindicaciones?
- La programación cero para primavera y verano es insostenible, no hay sociedad moderna que lo soporte. Se empiezan a dar pasos, pero nos da un poco de miedo que se establezca un plus de medidas de seguridad para ir a un teatro.
- ¿Cómo interpreta que el aforo permitido en trenes y aviones sea del 100%, pero no en cines o teatros?
- Una vez que se van a garantizar los controles de acceso y las distancias de seguridad, creo que no hay que castigar a la gente que va a ver cultura con todas estas medidas, más mascarilla obligatoria y más aforos ultrarreducidos.
- Las distancias exigidas ya conllevan reducciones de aforo en cualquier recinto.
- Sin duda, tiene que haber limitaciones de aforo, pero por ejemplo en actuaciones de calle se puede ser más laxo. Yo entiendo que en la primera representación teatral se limite el aforo a cien personas porque cada localidad tiene que testar y probar mecanismos, protocolos y coger confianza, pero me gustaría ver que a medida que transcurre el verano se amplían esos límites de público, garantizando la seguridad. No hay que ser ultraexigentes con las actividades culturales y laxos para otras. Vamos a garantizar la seguridad, pero hasta ahí.
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