«Hacer reír a alguien es como darle unos segundos de vida»
La intérprete protagoniza 'La golondrina' en el Teatro Arriaga desde este miércoles hasta el domingo. «La gente sale muy tocada de la obra», dice
El lunes estaba Carmen Maura haciendo la maleta... y confiando en que la «pudieran meter» en algún avión para venir a Bilbao, dado que ... tras cinco días de huelga del transporte público en Francia, donde vive, no las tenía todas consigo. Esperanza tenía, eso sí, y calma toda la del mundo. «Si tienes paciencia, todo sale. Y si no, a comer chuches», reía. «Llego seguro».
La gira de 'La golondrina' no se la pierde por nada, sobre todo porque fue una de las condiciones que ella misma puso para sumarse al montaje con el que vuelve a los teatros tras cinco años sin pisarlos. Le gusta salir de bolos, cambiar de escenario y de público, ver las distintas reacciones de la gente -«no suspiran ni se ríen en los mismos momentos, los murmullos antes de que se levante el telón son distintos»- y pasearse antes de cada función. «Te das cuenta de que se vive mucho más tranquilamente fuera que en Madrid», asegura.
- Cuando leyó este texto pensó que era una de esas obras que había que hacer. ¿Por qué?
- Pensé que daba un gran mensaje, aunque no que iba a gustar tanto como gusta. Noté que este texto podía servir de algo a alguien, y aunque fuera solo a tres, ya me valdría. Hemos tenido reacciones superpositivas y emocionantes. Está siendo una experiencia como para poder volver a tomar cariño al teatro.
- ¿Se lo había perdido?
- No, no, y creo que a mí los espectadores ya ha llegado un punto en que me toman como la viejecita que ha hecho muchas cosas y haga lo que haga me lo reciben bien. Lo que pasa es que he hecho poco teatro últimamente y da pereza. La gira es más descansada. La última que hice fue cuando estaba empezando y todo era diferente: cargabas con tu maleta, buscabas pensión, ibas en autobús... Ahora voy como de reina.
- Desde fuera, parece peor que estar en una sola ciudad.
- Todos los días en el mismo teatro, el mismo camino, la misma escalera, la misma subida... No, no, con la gira llegas a sitios el día antes, paseas, conoces gente... y encima por ahí afuera los espectadores van como más entusiasmados al teatro. Llevo ya 110 funciones y me sigue gustando mucho.
- ¿Cómo es Amelia?
- Es una profesora de canto a la que le encanta la música, para ella la música ha sido en un momento una salvación. Tiene un problema muy gordo que no puedo contar... Es difícil contar sin decir qué le ocurre. Pero bueno, es una madre con la que se pueden identificar un montón de madres y también de hijos que tengan una madre así. Los personajes son muy identificables y tocamos puntos, como lo de conectar, quererse, tocarse antes de que no dé tiempo, que llegan a la gente. Hablamos de relaciones familiares.
Sentir empatía
- Autor y actores coinciden en que la obra se pregunta por lo que nos hace humanos.
- Me encanta. Lo que nos hace humanos, de todo lo que somos y hacemos, es sentir como propio el dolor de los demás. La empatía.
- ¿Escasea?
- Pues sí. Últimamente vivimos en discusiones continuas, en fin, uf. Me cuesta hablar de la obra así en frío porque puedo terminar contándotela entera...
- Hablemos de empatía.
- Desde siempre he utilizado esa frase de ponte en mi lugar, concéntrate y ponte en mi lugar y ya verás. Una obra que hable sobre eso puede hacer bien y yo nunca me había planteado hacer una obra por eso, porque pudiera servir de algo, y esta sí. A mí me fascina divertir, hacer reír o sonreír a alguien es como darle unos segundos de vida, y es sanísimo, la mejor medicina. Pero aquí por primera vez he pensado que era una obra para bien y lo he notado. Hay momentos muy emocionantes, nos hablan y nos escriben contándonos lo que han sentido. La gente sale muy tocada, emocionada, identificada, porque 'La golondrina' trata de la comunicación y en particular de la comunicación de los homosexuales con sus familias, y eso es muy difícil.
- ¿Sigue siéndolo?
- No hay que mirar muy lejos para conocer casos en los que un padre ha muerto sin saberlo, o sin que se lo haya dicho el hijo, porque saber saben. No lo hablan. Y la vida son cuatro días, hay que comunicarse. Pero cuántos hemos vivido infancias en las que no ha habido mucho cariño... No son historias de otro tiempo, eso se sigue repitiendo.
'La golondrina'
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Teatro Arriaga: Desde hoy y hasta este domingo. Funciones a las 19.30 h. excepto el domingo 15 (20 horas).
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Precios: De 9,50 a 25 euros.
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Duración: 80 minutos.
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