Mario Sabán
La entrevista ·
«Lo que hay que hacer es parar todas las guerras. Cuando termine el conflicto de Gaza, ¿no habrá más?», se pregunta este investigador que se prepara para defender su octava tesis doctoralMario Sabán (Buenos Aires, 1966) se instaló en España en 2002. Para entonces era licenciado en Derecho y ya había publicado seis libros sobre cuestiones ... relacionadas con el judaísmo, su importancia en la economía de La Plata, su influencia en el origen del cristianismo y sus vínculos con España y Portugal. Desde entonces, en una carrera investigadora sin igual, Sabán ha publicado una veintena de nuevos títulos y ha obtenido siete doctorados: Filosofía, Antropología, Psicología, Historia, Teología, Pedagogía y Matemáticas. A comienzos de septiembre, si no hay contratiempos, defenderá una nueva tesis, en Filología. Y no se detiene. Ya está trabajando en otra investigación que debería llevarlo a conseguir en 2027 el doctorado en Derecho. La Cábala está presente de una o de otra forma en más de la mitad de sus investigaciones y es el eje en torno al que gira la escuela que dirige y que es, más allá incluso de tantos libros y tesis, el centro de su actividad intelectual. Sabán, que tiene también la nacionalidad española, defiende que es preciso separar el judaísmo del Estado de Israel y explica que, a su juicio, en el antisemitismo se superponen varias capas que van desde el mito sobre el control de la economía mundial hasta un antiamericanismo por vía interpuesta. Y denuncia que ese antisemitismo que durante mucho tiempo fue propio de la derecha ahora lo enarbola una izquierda que, añade tajante, en algunos casos se ha vuelto fascista.
- Está a las puertas de su octavo doctorado y ya planea su novena tesis. Aquella idea de Terencio de 'Nada humano me es ajeno' la lleva usted a sus últimas consecuencias en lo del conocimiento.
- Así es. En mis investigaciones mantengo una línea: la Mística hebrea que todo lo permea. Cuando comencé con el estudio de la Cábala vi que a través de ella se podía navegar por todas partes, pero es un desafío. En la Mística hebrea no hay delimitación de ámbitos. Soy un buscador de secretos. Indago en lo que queda oculto tras la realidad. El fundamento de nuestra existencia es la revelación de lo oculto. Cuando se revele todo, llegará la paz.
- Ha ido ampliando el ámbito de estudio. ¿Llegará a las ciencias experimentales?
- Me interesan mucho la Física y la Química. Me tienta sobre todo la Física, pero temo entrar en una materia muy desarrollada y quedar encorsetado en esquemas ya definidos. Entrar ahí sería un desafío, sin duda. No le daré nombres pero sí voy a contarle que hay dos físicos muy relevantes que me han llamado para hablar de la lógica de la Cábala respecto de la cosmogonía.
«¿Qué sucedería si el Estado de Israel reconociera la independencia del País Vasco o Cataluña?»
- ¿Cómo escoge directores y universidades?
- Empiezo siempre por buscar al máximo especialista en el campo que me interesa, y he tenido suerte. A partir de ahí, la Universidad es aquella donde trabaje ese especialista. Necesito conocer a quien pueda compartir conmigo el contenido de la investigación y no solo la metodología. Para mí es muy importante debatir acerca del contenido y no únicamente de la forma.
- Usted suele decir que a los niños judíos desde pequeños se les inculca que pueden ser lo que quieran, pero que deben tratar de ser los mejores. ¿Cree que lo está consiguiendo?
- La sensación de paz interior ya es haber alcanzado el objetivo. Libro más o libro menos, doctorado más o menos, ya estoy feliz. Estoy autorrealizado en el proceso, no tanto en el resultado. Quien no disfruta en el proceso no lo está haciendo bien. Occidente se enfoca demasiado en los resultados exteriores. Los factores externos estimulan, claro que sí, pero lo importante es el proceso, cómo estás trabajando.
«El fundamento de nuestra existencia es la revelación de lo oculto»
- Alguien puede pensar que llega un punto en el que parece que continúa por conseguir un récord. ¿Hay algo de eso también?
- Puede pensarse eso, claro. Pero no es así. Mi sensación se centra en mi crecimiento personal. Soy coherente conmigo mismo y no quiero establecer ningún récord. Eso sí, se trata de que mi alma llegue a su máxima potencia. Tengo una responsabilidad con mi alma y la Humanidad. Luego, en mi epitafio, pondrán lo que quieran.
- Cuando se sienta ante un tribunal, ¿nota que los miembros del mismo, con un único doctorado, lo miran de otra manera?
- Me lo han dicho, sobre todo en las últimas defensas. Estar permanentemente expuesto a un examen no es fácil. Podría investigar en el tema que me interesa y escribir un libro, sin más. Pero hacerlo así, someterme al juicio de un tribunal, es un ejercicio de humildad. Es como ser un alumno eterno. Intentar ser un aprendiz de sabio, que es como lo siento. Mi sensación es que quiero seguir aprendiendo.
- No siempre suscitará admiración. Quien saca 10 en el colegio no suele ser el más popular. Puede que incluso sea el objetivo preferido de las bromas o los acosos.
- Esto lo proyecto sobre todo el mundo judío. El antisemitismo es un gran 'bullying'. Visto desde fuera, el judaísmo es bastante misterioso. Se lo explico: todos los grandes imperios han llegado a la decadencia. El judío es un pueblo muy antiguo que ha sobrevivido. No fue un imperio pero nunca tuvo decadencia. Nuestra fortaleza viene a través del intelecto. La Humanidad tiene que entender que el desarrollo intelectual es lo que nos va a hacer grandes en ese sentido, como Humanidad. Estas guerras inútiles de hoy lo que están demostrando, lamentablemente, es nuestro bajo nivel de conciencia global. Yo jamás habría imaginado que en pleno siglo XXI la Humanidad todavía tuviera que armarse para la guerra.
Ampliar el foco
- Todas sus tesis tienen como referencia el judaísmo. ¿No se ha sentido tentado de investigar y escribir sobre otros temas?
- Me atraen muchos, pero la Mística hebrea los atraviesa todos. Aunque me siento cada vez más universal.
- O sobre personalidades judías de la cultura y la ciencia muy relevantes. De Kafka a Roth pasando por Spinoza, Billy Wilder, Marx, Modigliani y tantos científicos.
- Cuando los leo, salvo Spinoza, no encuentro ese nivel de profundidad. Perdieron mucho contacto con las fuentes, eso está claro. Y Marx en realidad nunca lo tuvo por la conversión de su familia al cristianismo cuando él era niño, de manera que en cuanto al pensamiento no se le puede considerar judío.
«El antisemitismo es como un gran 'bullying'»
- Cuando defendió la primera tesis la cambió de universidad en el último momento porque su director le advirtió sobre el antisemitismo en muchos ambientes académicos. ¿Le sucede ahora en mayor medida?
- No lo noto demasiado porque no estoy insertado en el ámbito universitario. He dado algunas clases en universidades, pero sobre todo estoy en investigación, no en política universitaria. Y nada más. A partir del 7-O, con el ataque de Hamás y el inicio de la guerra, ha aparecido un antijudaísmo disfrazado de antisionismo en todo el mundo. A mí me resulta muy curioso, en este sentido, que la izquierda que se suponía moderna y progresista se alíe con un Irán fundamentalista. Es algo que parecía imposible imaginar. Pero es que la situación es muy extraña en todo el mundo. El antisemitismo era un fenómeno históricamente de derechas y ahora es de izquierdas. La izquierda en gran parte del mundo se ha vuelto fascista, fundamentalista. Queda poca izquierda moderada.
- Supongo que es consciente de que con eso de que parte de la izquierda se ha vuelto fascista le van a criticar con dureza.
- Me encanta que lo hagan (se ríe). Ahora en serio: es lo que pienso.
- Siempre ha defendido que no debe asociarse de ninguna manera el hecho de ser judío con el Estado de Israel o quien esté gobernando en el mismo. Imagino que eso ahora es más difícil que antes, incluso.
- Hay mucha confusión. Esto es como lo de quién mató a Jesús. Los cristianos llevan muchos siglos oyendo que fueron los judíos. Es algo parecido a si preguntáramos quién mató a García Lorca y dijéramos que los españoles, y dentro de un siglo siguiera culpándose del crimen al conjunto de la nación española y los descendientes de los españoles actuales. El antijudaísmo tiene varias capas que se yuxtaponen. Hay una de tipo económico, del estilo de que los judíos dominan el mundo; hay otra que es antiamericanismo disfrazado. Hay muchas distintas, como en un cóctel. Con frecuencia ni los propios antijudíos son conscientes de por qué lo son, de dónde les viene.
Críticas y ataques
- Pero es algo muy arraigado.
- En el mundo cristiano hay una educación muy antigua que ha quedado dentro de la mente del ciudadano sin que este se dé cuenta. Freud lo vio cuando dijo que el antijudaísmo era en realidad la proyección de un anticristianismo por cuanto los cristianos forzaron a los paganos a convertirse. Hay muchas teorías, pero lo que me parece más curioso es que quienes hoy se dicen progresistas estén unidos a las teocracias fundamentalistas.
«La izquierda en gran parte del mundo se ha vuelto fascista»
- ¿Usted ha tenido problemas?
- En las redes, si eres judío ya te atacan sin más, pero no he sufrido ataques a mi persona en particular. Los ataques contra los judíos en general están muy bien diseñados. Mire, en el colegio de mi hijo, los profesores han organizado huelgas por la situación en Gaza, pero nadie las convocó por el ataque de Hamás el 7-O. Eso me llama la atención. Aquí la realidad se ve con ojos de tuerto.
- ¿Se siente cómodo en España, país que ha reconocido a Palestina y cuyo gobierno acusa al Estado de Israel de genocidio?
- Le contestaría con otra pregunta. ¿Qué sucedería si el Estado de Israel reconociera al País Vasco o Cataluña como independientes?
- ¿Cree que el Estado de Israel deberá cargar durante generaciones con las imágenes de los bombardeos y el asedio en Gaza, de tanta violencia y muerte, sobre todo de niños? Esas imágenes son terribles y causan espanto.
- En todas las guerras mueren civiles y en concreto, niños. Pasó en la Segunda Guerra Mundial y en la Guerra Civil española, por citar solo dos ejemplos. En toda guerra hay bombardeos en los que sufre la población civil. Por eso me parece una hipocresía que se plantee el tema de la muerte de niños en Gaza. Lo que hay que hacer es pararlas todas. Porque, cuando termine el conflicto de Gaza, ¿no habrá más guerras?
- Me temo que las habrá. Pero, ¿cómo se paran?
- Detrás de todos los conflictos hay intereses armamentísticos. Las empresas de ese sector son la clave. Por eso hay que corregir los problemas de la Humanidad y tener cuidado de no echar más leña al fuego. Frenar los intereses de las corporaciones militares es crucial.
- Una última pregunta de carácter casi personal: ¿tiene amistad o al menos relación con algún palestino?
- Tengo muchos alumnos musulmanes en mi escuela. Y coincidimos todos en que el nivel de conciencia de la Humanidad debe crecer. Ahora mismo estoy pensando en una pareja de sufíes que son alumnos nuestros y son muy amigos míos. Todo lo que se pueda hacer por la paz hay que hacerlo.
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