Los parientes vascos de 'Los Serrano'
Goizalde Núñez y Ales Furundarena formaron parte de la serie hasta el final, y Jorge Fernández actuó en la primera temporada
Detrás del sofá de 'Los Serrano' en el que, apretándose, cabían siete, había una gran familia que convirtió la serie en lo que fue, un ... fenómeno de una televisión que ya no existe. Cada personaje aportaba un rasgo imprescindible a ese retrato de la vida en el ficticio barrio madrileño de Santa Justa, que no está lejos de Euskadi. Tres actores vascos -Jorge Fernández, Goizalde Núñez y Ales Furundarena- se unieron al reparto y los dos últimos se quedaron hasta el final. Hicieron suyos dos personajes que estaban pensados para apariciones esporádicas: la recatada Lourditas y el psicólogo gay Fernando, a quien se empeñaban en llamar Fermín.
Los dos actores son de Bilbao y se conocieron en la Escuela de Teatro de Basauri, donde él era profesor y ella entró como alumna. Ya entonces «tenía una vis cómica espectacular», recuerda Furundarena. Entre sus trayectorias hay algunos paralelismos. Aunque han actuado en otras series y películas, ambos son «gente de teatro» y ahora tienen obras en cartel. Han salido de Bilbao, pero no para afincarse en la capital. Ella tiene «ganas de baserri» y vive en Titulcia, «cerca de Chinchón». Él en Monachil (Granada). Se trasladó «en mitad de la serie. Había nacido nuestra primera niña y nos fuimos a pasar tres meses. Le pasa a mucha gente, que termina quedándose allí».
'Los Serrano' formaron parte de su vida -y ellos de las de millones de telespectadores- de 2003 a 2008. Jorge Fernández solo participó en la primera de las ocho temporadas. El exjugador del Baskonia que ocupó el trono de Míster España llevaba entonces unos dos años en televisión, el inicio de una sólida carrera. Interpretaba a Andrés Blanco, el hermano de la directora del instituto a quien siempre le había gustado Lucía (Belén Rueda). «Nunca había estado rodeado de tan buenos actores: Antonio Resines, Jesús Bonilla, Julia Gutiérrez Caba... cuando estás con ellos te dejas llevar y aprendes constantemente», decía en una entrevista concedida a este periódico. Compaginaba la serie con el concurso 'La quinta esfera' y vivía entre Madrid y Bilbao, adonde volvía cada viernes. En 2006 fichó por Antena 3 para presentar 'La ruleta de la suerte', que se sigue emitiendo, y ha vivido desde dentro la transformación del medio.
Goizalde Núñez había hecho «un personaje episódico en 'Cuéntame', una vecina de los Alcántara» y esa era también la idea cuando la llamaron para 'Los Serrano'. Estaban buscando pareja a Santiago (Jesús Bonilla) y pensaron en «una mojigata profesora de Religión. Fui para un día de trabajo», cuenta. Como le dieron pocas indicaciones, siguió su intuición. «Aposté por atrapar el personaje como una mujer profundamente necesitada de cariño. Vieron que me metía en harina, y entonces giraron la cabeza y me miraron».
Así surgió el 'flechazo' entre Lourditas y Santiago, el más bruto de la saga. «Creo que le hice gracia a Jesús, me fueron llamando poco a poco y me quedé hasta el final. Cuando me casé dijé: ¡Bien! Ya estoy en la familia Corleone». Lourditas y Santiago tienen dos hijos, el segundo porque la actriz se quedó embarazada. Empezaron a reconocerla por la calle. El suyo era «un personaje pintoresco» que aportaba frescura «a una serie un poco machista» y le abrió puertas en la profesión. «Me dio a conocer y también me regaló amistades que mantengo. Con Antonio y con Jesús nos vemos una vez al año, con Nuria González también, Ales y yo nos hemos seguido la pista. Y conocer a Julia Gutiérrez Caba ha sido de las cosas más maravillosas. El otro día la oí por la radio y le dije: tienes una voz tan sexy...».
Todavía hay niños «que me siguen y me llaman Lourditas, porque están viendo la serie por primera vez». Un personaje tan popular «te abre un marco de posibilidades que tampoco te aseguran nada, porque este oficio es presente». Ella no ha dejado de trabajar y sigue fiel al teatro, «que es casa, aunque es más duro y más pobre» que el audiovisual. Acaba de recibir el premio Talía por su papel en 'La vida es sueño', de gira internacional. «En Londres nos vino a ver Cate Blanchett, hemos tenido más reconocimiento que en España».
A Ales Furundarena también le ofrecieron el personaje del psicólogo «para dos o tres capítulos». Después de una de las primeras escenas, «Belén Rueda me abrazó y me dijo: ya verás, vas a tener mucho trabajo con esta serie», recuerda. Acertó de lleno. «Se convirtió en el psicólogo de cabecera de todos, intermediario en la resolución de conflictos. Hacía pensar a los hombres cerrados de mente, buena gente pero muy machistas».
Hace veinte años los personajes homosexuales «estaba sufriendo un tormento o tremendo o tenían mucha pluma». Pero Fernando era «muy tranquilo, le daba equilibrio a la serie». En el rodaje «había un gran compañerismo entre todos y muy poco ego. Eso lo marcaba Antonio Resines, que es un tío muy honesto».
Aquel capítulo de su vida duró cinco años, toda una sorpresa para alguien que venía del teatro independiente. Había actuado con Tarima. Ramón Barea, Adolfo Fernández... «en aquella época nunca pensabas que ibas a trabajar en televisión». Después de 'Los Serrano' «estuve un par de años en otras series. Luego llegó la crisis y entre eso y la pandemia he pasado dificultades, pero salgo adelante», afirma. Compagina la actuación con dar clases y acaba de estrenar la obra 'Nevenka' de María Goiricelaya, donde interpreta al alcalde de Ponferrada y a otros personajes. «Yo reivindico la profesión del teatro», concluye. «Hacer bien el oficio sin estar en la nube o en el infierno, que es como a veces lo considera la gente».
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