Lou Reed y García Lorca, poetas hermanos
Juntos en la misma ciudad. El músico veneraba al granadino y confesó que el disco 'New York', que ahora se reedita, estaba inspirado en 'Poeta en Nueva York'
En 1989, cuando Lou Reed, sacó uno de sus discos más admirados, 'New York', mencionó en una entrevista en 'Rolling Stone' lo próximo que ... se sentía a Federico García Lorca. Canciones de su álbum como 'Dirty Boulevard' hablaban de los desposeídos, de los inmigrantes que vivían en pisos con ventanas sin cristales, ahogados por alquileres de 2.000 dólares mensuales, hacinados en cuartos y víctimas del desprecio social.
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Esta visión de la ciudad inhumana remitía según el músico a 'Poeta en Nueva York', en la que el escritor granadino recogía su experiencia de la ciudad cuando había estallado la crisis de 1929. «Todos los días se matan en New York/ cuatro millones de patos,/ cinco millones de cerdos,/ dos mil palomas para el gusto de los agonizantes,/ un millón de vacas,/ un millón de corderos/ y dos millones de gallos,/ que dejan los cielos hechos añicos», escribía Lorca en uno de los poemas más conocidos de esa obra. Entre esa crisis y la de finales de los ochenta, entre su sensibilidad y la del poeta de la Generación de 27, había muchas afinidades, remarcaba Reed en la entrevista.
Ahora se reedita 'New York', el número 15 de su carrera, en una caja de lujo con 26 canciones inéditas de estudio y en directo rescatadas del Lou Reed Archive, así como un DVD con un concierto de la época en el Teatro St. Denis de Montreal. Todo ello al cuidado de su viuda, la artista conceptual y performer Laurie Anderson.
En él se iba a incluir un texto de Jonathan Cott que explora la inspiración del álbum en 'Poeta en Nueva York', y que finalmente no ha sido incluido. La conexión de Reed y Lorca, dos poetas hermanos, ya había sido abordada en un acto celebrado en la Biblioteca Pública de la ciudad el 20 de noviembre del año pasado, en el que participó el profesor de Literatura Española en la Universidad de Boston Christopher Maurer.
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«Vibrante Babel»
Experto en la Generación del 27, recuerda que el escritor español llegó a la gran urbe acompañando a su exprofesor Fernando de los Ríos, que iba a dar unas clases en la Universidad de Columbia. Lorca atravesaba una mala época, abandonado por su amante Emilio Aladren y herido por Dalí, que le había dicho que el 'Romancero gitano' sólo era poesía tradicional.
Iba a Nueva York para estudiar inglés en un curso de verano ofrecido por el centro universitario, próximo a Harlem. Se encontró con la «vibrante y enloquecedora Babel», un «torrente de luz y sonido», y pensó que podría trasladar su experiencia a un libro «sinfónico», como la propia ciudad.
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En esa obra hablaba de la «la escala musical de las heridas», que a juicio de Maurer supone la base del 'New York' de Reed. «Ambos evitaron sentarse en el trono distante de la poesía y creyeron que su oficio consistía en escuchar a 'la otra mitad', en tomar el pulso a quienes están en el otro lado, también en el lado salvaje, más allá de las normas sociales y sexuales», comenta Maurer a este periódico.
En octubre de 1998, Reed ofreció un concierto la Huerta de San Vicente de Granada, finca donde la familia García Lorca solía pasar el verano y ahora casa museo del autor. Con un aforo reducido a 300 personas y un caché de seis millones de pesetas (36.000 euros), lo que suscitó las críticas de muchos granadinos, Reed mostró su clásico rictus serio e indiferente ante el público.
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La anteúltima canción del concierto fue 'Dirty Boulevard' y la última, 'Romeo Had Juliette', la historia de Romeo Rodríguez y su amor por Juliette en habitaciones con lavabos de los que salen malos olores en un Nueva York que se hundía en el Hudson, declive que en la canción se compara con el del Imperio Romano.
Horas antes del concierto estuvo tocando la guitarra de García Lorca y encargó una réplica «exactamente igual». Su pasión por el poeta granadino la compartió con Patti Smith, que también ha actuado en la Huerta de San Vicente, y por supuesto con Leonard Cohen. Tal era la admiración del montrealés por el autor de 'Poeta en Nueva York' que puso a su hija, nacida en 1974, el nombre de Lorca. Nadie en España, que se sepa, se ha atrevido a tanto.
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