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Melendi exprime su momento en el BEC
El ídolo asturiano concitó menos público, pero volvió a triunfar repitiendo fórmulas en en su regreso al recinto de Barakaldo un año después
josu olarte
Domingo, 22 de diciembre 2019, 08:21
De la amplia nómina de cantantes con éxito amplificado por la proyección catódica que proporcionan 'talent shows' televisivos tipo La Voz (Kids en su caso), ... Melendi parece el más entregado a rentabilizar su «ahora», que así tituló su disco previo de 2018, concretado en más de 3 millones de discos vendidos y 5 millones de oyentes mensuales en plataformas de 'streaming' que le han permitido fidelizar un gran nicho de entregado público transversal, con mayoría de mujeres y hasta familias con niños dedicados a comer palomitas y hacer vídeos. Eso sí,algo menos numeroso esta vez (en torno a 5.000 personas), pero que no tuvo inconveniente en volver a pagar 38 euros para ver a Melendi por tercera vez en otras tantas temporadas
Su retorno catorce meses después a Barakaldo se produjo en la recta final de su muy rodado tour de más de 40 fechas 'Mi Cubo de Rubik', que desde junio viene abonando el terreno para la publicación de su nuevo álbum (ya de platino) titulado a la postre «10.20, 40, « en alusión al décimo disco que publica después de veinte años de carrera y con 40 abriles.
Sin plantear grandes rupturas, el disco incide en la deriva romántica y algo más autoral al y madura de un Melendi, que ya no se reconoce ni en el rock suburbial vía Extremoduro ni en la rumba crápula y fumeta de sus inicios, marcada por éxitos desterrados de sus bolos tipo Mi rumbita pa tus pies, Vuelvo a traficar o Billy el pistolero.
Muy jabonero con sus fans y con Bilbao, 'Melen' pasó de puntillas sobre su novedad, de la que solo hizo dos temas (a lo mejor por que se lo reserva para encadenar un tour más). Casi en vena campestre con banjo protagonista y la saqueadora de Sabina Tan tonto como tú. No sonó, por supuesto, el lastrado por acusaciones de machismo Síndrome de Estocolmo (No me toques eso, llego a decirla a una fan que le mentó la bicha, en uno de sus múltiples parlamentos entre temas y tema).
Muchos de ellos repetidos también (no me hagáis spoiler llego a decir) como el de su madre y su hermana a propósito de su vocación en Mi primer Beso o el de su amigo Pablo en su canción mas romántica La Promesa.
Todo ello que aumentó la sensación de Déjà vu, de plato recalentado que trasmitió todo el concierto. Y es que Melendi repitió buena parte de su repertorio de su ultima visita. Claro que el menú parece dar un poco igual, ya que el personal que llena sus bolos lo canta todo a pleno pulmón con el ídolo astur que ayer abundó en sus fans la fórmula que le ha llevado al éxito durante 20 años: pop rock romántico a medio tiempo línea Fito, ese baladismo quijotesco con ripios poéticos (amor, luna, corazón, boca o locura, siento, viento..) alguna concesión rumbera, puntales muestras de su reciclaje latino y otras convenciones de su canallismo sentimental.
Arranque rokista
Con escenografía remozada y su habitual septeto con corista y cotizados mercenarios como el bajista guiputxi Jose Gereñu, el baterista italiano Enzo Filipone y tres guitarras incluyendo la de su director musical José de Castro , el ídolo astur arrancó tirando de rokismo aséptico (Canción de Amor caducada , Tu de Elvis y yo Marilyn) picó en el pop alejandrino con Besos en la Lona o Déjala que baile (con rapero a lo Arkano incluido) y desato el karaoke que ya no paró tirando de rumba estopera en Violinista en el tejado, Caminando por la vida , El Arrepentido o Tocado y Hundido.
A la gozadera cubana apeló con Desde que estamos juntos, convertida ya en su personal La Flaca, en la tradición de música ligera melódica española (de Camilo Sexto a Sergio Dalma) se alineó con Mírame o Destino o Casualidad ( en la que cita incluso a Michael Bolton ) o Como una vela. Y más épica baladística hubo en la demandada tríada que elegida para su recurrente primer bis. La celebrada por su fans guerreros con los brazos en alto Cenizas en la eternidad, Cheque al Portamos y la mentada La Promesa y en vena de rock autoral deshuesado El festivo broche final también fue el habitualcon Tu jardín con enanitos y Lágrimas desordenadas. Por momentos, la cosa se pasó de almíbar sentimental y la pareja de una fan respondió a la euforia y el karaoke generalizado que suscitó la despedida con un «¡Vuelve a los porros!» que resultó de los más elocuente sobre el momento de un Melendi cuya su imagen más cuidada (tatuajes y pendiente al margen) parece ir acompañada de una apuesta cada vez mas meliflua, redundante y 'mainstream'. La que ha asegurado su posición en el pop español más generalista y convencional.
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