«Tenemos que lograr que la gente salga de casa y vaya a la ópera»
Concluida la limitación de aforos, la nueva temporada plantea el reto de recuperar a los espectadores tras año y medio de ausencia
La temporada de abono de la ABAO comenzará el próximo sábado con 'Los cuentos de Hoffmann', sin limitación de aforo pero con la incertidumbre de ... cuánto costará que los aficionados regresen tras año y medio de ausencia. La caída del número de socios ha sido muy importante y el reto, como explica Juan Carlos Matellanes, presidente de la entidad, es recuperarlos y al mismo tiempo tratar de ganar público nuevo. Casi la cuadratura del círculo.
- De momento, hay buenas noticias, porque no contaban con disponer ya del aforo completo.
- Es cierto, vamos a empezar en una situación de normalidad, salvo por el uso de mascarillas. Los servicios como cafetería y salas VIP también estarán disponibles. Y podremos cumplir con nuestros compromisos y demostrar que el teatro es un espacio seguro. Pero eso tendrá poca incidencia en el primer título porque la promoción se hizo cuando el aforo aún era de 800.
- Por eso habían programado cinco funciones de 'Los cuentos de Hoffmann'. ¿Habría bastado con cuatro de haberlo sabido?
- Puede suceder que el índice de ocupación sea menor. Aprovecharemos para celebrar el Día Mundial de la Ópera con alguna acción y aumentarán las posibilidades de la taquilla en un título que es muy atractivo. Pero el reto es si después de año y medio de consumo de TV, conciertos por streaming, series, etc. sacaremos a la gente de casa. Tenemos que lograr que salgan y vayan a la ópera. Y crear nuevos públicos.
- ¿Cómo se hace para recuperar a los aficionados tradicionales que se han quedado en casa y captar a otros nuevos?
- Nadie parece haber dado con una fórmula que permita conseguir el retorno de unos y el interés nuevo de otros. Habrá que probar con nuevas puestas en escena, el uso de la tecnología...
- ¿Qué balance artístico hace de la extraña temporada 2020/21?
- Creo que, con todas las limitaciones, el balance es muy meritorio. Había que estar presentes y eso nos obligó a reinventarnos con los programas de ABAO en casa y los conciertos. Mantuvimos así el contacto con el público y nuestro ADN, que siempre ha estado en las buenas voces. Trajimos a los conciertos figuras de gran nivel que era muy difícil que vinieran. Y logramos mantener la relación con los patrocinadores, que en su mayoría han seguido con nosotros.
- ¿Y el balance económico?
- Al no poner en escena algunas producciones hemos ahorrado costes, pero por otra parte hemos dejado de ingresar un millón de euros por taquilla. Creo que el balance económico debe hacerse del conjunto de la pasada temporada y la actual. Algunas óperas las hemos llevado a años próximos y hemos recolocado a los artistas. Desde luego, si las circunstancias lo hubieran permitido, habríamos hecho ópera.
«A los musicales van también quienes no son aficionados. La ópera no ha logrado lo mismo»
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Los socios caen un 20%
- Hace algo más de un año, hizo la previsión de que en esta temporada podría bajar un 10-5% el número de socios. ¿Cuál ha sido la cifra exacta?
- Ha sido ligeramente superior al 20%. Estamos tratando de recuperarlos y hemos conseguido algunas altas, pero no puedo decirle cuántas van a ser porque acabamos de empezar a hacerlo. Hasta que no hemos sabido que disponíamos de todo el aforo no podíamos ponernos en contacto con ellos porque debíamos ofrecerles una localidad y un día concretos. ¿Recuperaremos a todos? Me parece muy difícil. Te cuesta darte de baja, por muchas razones, pero cuesta tanto o más volver a darte de alta. Ese es el reto: lograr que quien venga a la ópera tenga una experiencia tan estimulante que se anime a volver.
- Cada vez es más importante la taquilla, pero depender de ella supone vivir en la incertidumbre respecto de las cuentas.
- Claro. Los socios disminuyen por dos razones. La primera es común a todo Occidente: cada vez la gente se compromete menos a adquirir entradas para todo el año porque piensa que puede surgir un plan alternativo y prefiere escoger a corto plazo lo que va a hacer. Nosotros, además, hemos percibido que la mayor parte de las bajas se dan entre quienes se hicieron socios cuando nos vinimos al Euskalduna.
- ¿Por qué?
- Antes había un aforo limitado y hacerse socio era difícil. Muchos lo veían como algo casi inaccesible y por ello muy atractivo. Al pasar a un escenario mayor, quienes esperaban se hicieron socios de golpe. Es en ese grupo donde se dan más bajas en los últimos años. Luego está el precio, que es caro comparado con otros espectáculos, pero se corresponde con unos costes elevados. Y somos una entidad privada que debe equilibrar sus cuentas.
«Hay demanda para siete títulos, pero no es el momento»
- ¿El éxito de los musicales, que también son producciones caras y complejas, no es trasladable a la ópera? ¿No se puede aprender algo de lo que hacen?
- En un musical, el público no tiene la percepción de que debe entender para disfrutar con el espectáculo. Eso en cambio sucede en la ópera, lo que retrae a la gente. A los musicales acuden aficionados reales a los mismos y mucho público que en realidad no lo es. La ópera no está consiguiendo ese efecto.
- Cuando diseñaron esta temporada nadie podía imaginar que llegaría una pandemia. ¿Se arrepienten ahora de haber incluido programas muy atractivos pero menos populares justo en el momento en que más necesitan de la taquilla?
- La discusión está siempre ahí. Desde el punto de vista de la crítica y los grandes aficionados, la temporada, con títulos como 'La voz humana' y 'Una tragedia florentina', es muy buena, aunque no tengan tirón popular. Pero si te guías por la taquilla no las pondrías nunca porque no hay momento bueno para eso. Pensamos que era necesario salir del círculo de los títulos de siempre y que podríamos equilibrar el menor gancho de esos títulos con otros.
- ¿La pandemia ha afectado a los cachés de los artistas?
- No. Además piense que los contratos para esta temporada ya estaban firmados. Por otra parte, el grupo de grandes cantantes no es tan numeroso y se mueven con muy pocas agencias, que son un oligopolio. Sin olvidar que, como están reabriendo todos los teatros y recuperando títulos que debieron suspender, hay más demanda de artistas. A las figuras desde luego no les va a afectar.
«Se han hecho planes específicos para la industria, ¿por qué no para la cultura?»
ampliación del ciclo
- ¿Y los alquileres de las salas?
- El Euskalduna ha vuelto a los precios anteriores a la pandemia con un pequeño incremento.
- La ópera salió muy tocada de la crisis de 2008. En toda España, en la década posterior, perdió casi la mitad de los espectadores. ¿Qué va a suceder ahora?
- Se han producido cambios, no sabemos si irreversibles. Los problemas siguen siendo los mismos: el sector necesita capitalización, debe fortalecer sus estructuras y precisa apoyo en forma de promoción para que además no se siga considerando que la ópera es elitista. Por nuestra parte debemos hacer producciones que atraigan no solo a los aficionados. Pero también deben abordarse medidas con efecto a largo plazo, sobre todo en el campo de la educación.
- ¿Qué piden a la Administración?
- Sería imprescindible una labor encaminada a aumentar el consumo de cultura, en general. No se trata de cultura o economía. Son ambas cosas. Si se han hecho planes específicos para la industria, ¿por qué no para la cultura?
- ¿El proyecto de volver a los siete títulos es hoy impensable?
- Sí. Debemos dar estabilidad financiera a lo que tenemos y tratar de eliminar el déficit. No renunciamos a ello, pero no será a corto plazo. Creemos que hay demanda para una temporada de siete títulos pero en otras circunstancias.
- 'Tutto Verdi' ha sido un hito, pero ¿les condicionaba demasiado?
- En efecto. Debemos sentirnos orgullosos de un hito mundial. Acabaremos con 'Alzira' y haremos algo más para celebrarlo, pero es cierto que, sobre todo con solo cinco títulos, condicionaba mucho.
- ¿Las cantantes que han protagonizado conciertos volverán para producciones operísticas?
- Sí, alguna ya sabemos que va a venir. Esos conciertos han permitido que nos conozcan, que sepan cómo trabajamos, y eso facilita las cosas. Hay que seguir con los conciertos, aunque todo lo que va fuera del abono cuesta más.
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