Al Juan Luís Castaño Quartet Sud-Aka le sale a cuenta en Santander
El baterista vecino de Getxo sacó adelante en el Bar Rvbicón un repertorio con mayoría de originales, vaharadas latinas, y preparado en un solo ensayo el día antes
Juan Luís Castaño, baterista hispano-venezolano residente en Romo, Getxo, actuó este miércoles en el Bar Rvbicón de Santander con un combo que solo había ensayado la víspera, el martes, y otro ratito durante la prueba de sonido. Le acompañaron al piano un amigo que no veía hacía veinte años, el venezolano Víctor Mesta, profesor de la universidad de Denver, Colorado, quien de casualidad estaba por aquí, al contrabajo el francés Eric Surmenian, vecino de Bilbao, y al saxo alto el benjamín del cuarteto, el zaragozano Dani Miguel, que vive en Pamplona porque estudia en el Conservatorio Superior, y al que el líder conoció la víspera, en el ensayo.
El concierto estaba anunciado con otra alineación, con músicos que viven en Barcelona: el venezolano Antonio Mazzei al piano, el colombiano Juan Pablo Balcázar al contrabajo, y el abulense Roberto Nieva al saxo. Pero como se cayeron varios bolos que tenían previstos y sólo se mantuvo el de Santander, «pues no salía a cuenta el viaje», como reconoció el líder.
Para el bolo del Rvbicón se mantuvo el nombre original: Juan Luís Castaño Quartet Sud-Aka, aunque al final hubiera mayor porcentaje europeo. Y el concierto salió bien, aunque los músicos estuvieron muy pendientes de las partituras, en especial Surmenian, ubicado fuera del escenario porque no cabía arriba con su contrabajo, quien no dejó de leer los pentagramas, excepto en dos de los 8 temas que tocaron en 103 minutos, dos excepciones que fueron su composición original 'Rico's mayor blues', y el bis rogado por el público y consensuado por los músicos, que fue la balada 'Peace' de Horace Silver.
Hubo unos 60 aficionados, la mayoría sentados en las mesas y los taburetes de la barra, y al que más ovacionaron fue al benjamín, al saxofonista zaragozano Dani Miguel, que se salió de la tabla en dos de las tres baladas, 'Sail away', del trompetista Tom Harrell, y la original de Juan Luis dedicada a su hijo 'Baile de niño', un lento after hours con una preciosa melodía. Y también fue ovacionado con fruición el joven aragonés en su solo con destellos free a lo Wayne Shorter en el citado blues de Surmenian (al acabar este tema el profesor universitario dijo buah y dio un abrazo al chaval) y en otro solo muy bien estructurado y con la personalidad de Joe Henderson incrustado en su original 'Eternal embrace'.
Fue un concierto muy vivo, con bastantes pasajes improvisados como es menester en el jazz (por ejemplo las intervenciones del piano del profesor de Colorado), pero sin rellenos, con empaque en el combo que se conocía desde la víspera y apostó por un repertorio fundamentado en originales, no en standards conocidos por todos. Primó el jazz yanqui, pero también hubo músicas que justifican el nombre de Juan Luís Castaño Quartet Sud-Aka, caso del merengue caraqueño 'El catirito' (con Surmenian concentrado en la partitura), el solo de piano a lo Michel Camilo en el original del benjamín Dani Miguel 'Eternal embrace', o el sol
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