La guitarra flamenca pierde el magisterio de Manolo Sanlúcar
Compositor, maestro de guitarristas e investigador del género, el músico gaditano fallece a los 78 años en Jerez
«Por el flamenco he vivido como un monje», reconocía Manolo Sanlúcar, que a pesar de llevar retirado de los escenarios desde 2013 mantuvo hasta el final de sus días su compromiso con la guitarra. El alcalde de Sanlúcar de Barrameda ha decretado tres días de luto oficial en los que las banderas ondearán a media asta en todos los edificios oficiales en honor de su hijo más ilustre, que este sábado fallecía a los 78 años en Jerez.
Compositor, maestro de guitarristas y estudioso del flamenco, Manolo Sanlúcar luchó durante toda su vida para que este género musical encontrara el lugar que se merece en los conservatorios como principal seña de identidad de la cultura andaluza.
Nacido en Sanlúcar en 1943, Manuel Muñoz Alcón ya tocaba la guitarra a los siete años en compañía de su padre, Isidro Sanlúcar, panadero que hacía el trayecto en bici de la localidad gaditana a Jerez para recibir enseñanzas del legendario Javier Molina. Antes de cumplir los catorce ya es un músico profesional que acompaña a figuras como Pastora Pavón, 'La Niña de los Peines', Pepe Marchena y Agujetas de Jerez.
Lorca y Miguel Hernández
Sanlúcar consiguió junto a compañeros de generación como Víctor Monge, Serranito y Paco de Lucía que la guitarra flamenca saltara de los tablaos a los teatros de todo el mundo. Considerado artífice del Nuevo Flamenco, en la veintena de títulos que conforman su discografía destacan 'Mundo y formas de la guitarra flamenca', 'Fantasía para guitarra y orquesta', 'Y regresarte. Homenaje a Miguel Hernández', 'Tauromagia»' y 'Locura de brisa y trino', un homenaje a Federico García Lorca con el que ganó el Premio Nacional de Música. Con 'Medea', una composición creada para el Ballet Nacional de España con la que dio la vuelta al mundo, se despidió de los escenarios en Nerja. Hasta tuvo tiempo de componer la preciosa sintonía de Canal Plus.
Fruto de una dramática experiencia vital, el fallecimiento de su hijo único a los 31 años, Manolo Sanlúcar se puso a pintar y escribir, publicando en 2008 sus memorias, 'El alma compartida'. «Cuando me pongo a buscar al Dios que mató a mi hijo, termino encontrando al Dios que llora conmigo», escribió. Dos años más tarde presentó la enciclopedia 'Obra didáctica de la guitarra flamenca'.
