De Massiel al 'chanelazo': España pone fin a su relación con Eurovisión tras 65 años de amor-odio

La participación de Israel en la edición 2026 lleva a RTVE, junto con otros tres países, a retirarse del festival cuya última final fue seguida por más de 5 millones de españoles

Viernes, 5 de diciembre 2025, 18:21

Ni sabiendo que no se va a ganar, los españoles han dejado de ver Eurovisión en los casi 65 años de participación ininterrumpida. El festival ... es para algunos una religión, para otros una excusa para reunirse con los amigos, hay quien disfruta de la competición y hasta quien hace apuestas en familia. Incluso, quienes lo denostan y miran por el rabillo del ojo los devenires del certamen. También Lleva asociadas sus frases tópicas: «siempre ganan los mismos», «no ganamos porque esos países siempre se votan entre sí» o aquella que justifica las muchas desilusiones con un «no han entendido nuestra propuesta». En 2026, ninguna de las anteriores excusas será necesaria porque este jueves RTVE anunció que España no participará.

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La decisión se ha tomado después de que la UER, organizadora, decidiera no expulsar a Israel. Irlanda, Países Bajos y Eslovenia también han secundado la decisión española, en protesta por el genocidio israelí en Gaza. Todos estos países consideran que el frágil alto el fuego en Gaza poco o nada ha cambiado la situación de la población civil palestina y que tampoco hace olvidar los casi 70.000 muertos. También aluden al doble rasero empleado: se expulsa a Rusia por la invasión de Ucrania pero no a Israel por la de Palestina.

Islandia, otro de los países críticos con la presencia de los hebreos, aún no ha anunciado su decisión. Se vaya o se queda, la crisis en el seno del organismo es histórica. España no es el primero en irse de los llamados 'Big Five', el grupo compuesto además por Reino Unido, Alemania, Francia e Italia. Son los que más dinero aportan y por tanto tienen el paso a la final garantizado. Eso sí, solo hay un precedente de abandono. En 1998, la RAI, la televisión pública italiana, se bajó del 'clan' por la falta de interés que los ciudadanos mostraban en el concurso. Las audiencias lo demostraban. En 2011, regresó al festival y al Big Five.

Mientras países y organización dirimen las cuestiones diplomáticas y éticas, habrá que ver qué hacen los espectadores españoles, que pese a los sinsabores que Eurovisión les ha brindado en 65 años, se han mantenido relativamente fieles a la emisión, que este año no realizará La 1. Durante décadas, el festival ha sido a los representantes españoles lo que el fútbol a la selección. Hasta que empezaron a caer títulos de Eurocopa y el Mundial, La Roja lo daba todo pero caía eliminada. En el escenario eurovisivo ha sido parecido. Si se apostaba por lo clásico, como el flamenco, batacazo; si por meter frases en inglés, batacazo; ni mandando al Chiquilicuatre, vaya.

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65 años de participaciones

La esperanza, sin embargo, es lo último que se pierde y los recuerdos de los dos únicos triunfos (Massiel en 1968 y Salomé en 1969), los concursos previos (Operación Triunfo, primero y el Benidorm Fest desde 2022) y también las polémicas han mantenido enganchado al público español. La historia de amor-odio comenzó en 1961 con Conchita Bautista y su pegadizo y castizo «Estando contigo». Logró un meritorio noveno puesto (de 16).

Hubo que esperar siete años para que la 'Tanqueta de Leganitos', como se conocía a Massiel, llevase el 'La la la' a lo más alto. Un año después, se alzó con el triunfo el «Vivo Cantando» de una Salomé que soportó el peso de un vestido de 14 kilos. Con ella también ganaron, en un empate histórico, Francia, Países Bajos y Reino Unido. Las organización decidió cambiar las reglas para evitar que se repitiese semejante dislate.

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España iba con todo al certamen. En el 1968 había probado con Raphael, y a la edición de 1970, mandó a Julio Iglesias, que interpretó 'Gwendolyne'. Se tuvo que conformar con el cuarto puesto... y con saltar a la fama internacional. Los bilbaínos Mocedades lo intentaron en 1973 y su 'Eres tú' rozó el triunfo con un segundo puesto. El grupo y el tema son parte de la memoria musical de la mayoría. El buen puesto logrado animó a enviar en 1975 a Sergio y Estíbaliz con otro tema icónico: 'Tú volverás'. Quedaron décimos.

¿Más vascos en Eurovisión? Los 'Trigo Limpio' inauguraron la década de los 80 con el tema 'Quédate esta noche' que se conformó con el puesto 12. A una de sus componentes, Amaya Sainzar, le supo a tan poco que regresó a la competición en 1984 con el grupo Bravo. Su recordado 'Lady Lady', que se pintaba los ojos de azul, subió a la tercera posición y pareció dejar atrás aquel '0 points' logrado por Remedios Amaya y su barca un año antes. Las esperanzas regresaban pero fue un espejismo que ni el vozarrón de Paloma San Basilio logró tornar en realidad. Cayó al puesto 14 en 1985. Las Azúcar Moreno inauguraron la década de los 90 con una quinta plaza, mejorada al año siguiente por la voz rasgada de Sergio Dalma y aquella 'Bailar Pegados' que quedó cuarta. Cuatro años después, la injustamente olvidada voz de Anabel Conde se subió al segundo puesto.

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Hasta 2001, fueron años de sinsabores que incluyeron el '¿Qué voy a hacer sin tí?' interpretado por otro vasco, Mikel Herzog. Solo pudo alcanzar el escalón 16. Ese año, 1998, Israel lograba su tercera victoria, adelantaba en victorias a España y marcaba un hito: Dana Internacional se convertía en la primera mujer transexual en ganar Eurovisión. Triunfó en el escenario y en las discotecas de medio mundo con 'Diva'. Veinte años después, ya con polémica, el país volvía a ganar con 'Toy', de Netta.

Operación Triunfo renovó el interés del público español en el festival. Corría 2001 cuando el 'talent' encumbraba a Rosa López. Junto a Bisbal, Bustamante, Chenoa, Gisela y Geno -todos a los coros-, puso a toda España ante la televisión en la edición 2002. Parecía que ese año sí, pero los 'triunfitos' quedaron séptimos. El batacazo hizo que el interés por Eurovisión decayese y empezase a considerarse casposo o de frikis. Las audiencias iban hacia abajo al mismo ritmo que los logros de los representantes españoles.

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La tendencia se rompió en 2022, cuando en los despachos de RTVE a alguien se le ocurrió poner en marcha el Benidorm Fest, del que saldría el representante español. La primera edición encumbró a Chanel y estuvo marcada por la polémica por una letra y una puesta en escena que muchos consideraron machista y por una victoria en el certamen nacional que muchos calificaron de 'tongo'. Pese a todo, la artista llevó a su 'SloMo' y a los espectadores a la euforia casi total con su tercer puesto. Incluso se acuñó el término 'chanelazo'.

A tenor de lo sucedido después, fue otro espejismo. Blanca Paloma, al año siguiente, cayó a la plaza 17, y peor aún les fue a Nebulosa y su 'Zorra' y a Melody con 'Esa diva', en 2024 y 2025 respectivamente. Los primeros sumaron 30 puntos que les llevaron a la plaza 22; a la segunda ni su helicóptero la salvó de quedar la 24. Y pese a todo, ahí estaban los televidentes, fieles. Lo confirman las cifras. En la pasada edición TVE batió récords de audiencia, con una cuota de pantalla del 50,1% y un total de 5,8 millones de espectadores. Nada menos que un millón más en la edición anterior.

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A más polémicas, más espectadores

La de este año fue una final marcada por la polémica por la participación de Israel y por la actitud retadora de RTVE ante la organización. En las semifinales, cuando le tocaba defender su canción a la representante israelí, Yuval Raphael, los comentaristas de TVE, Tony Aguilar y Julia Varela, recordaron la cifra de víctimas en la invasión de Gaza, entonces 50.000, y antes, en la señal local, se emitió una condena a los ataques. La UER amenazó con «multas punitivas» si el ente público español volvía a hacer lo mismo en la final. Así fue, en parte. Si bien los comentaristas se abstuvieron de hacer referencia a la masacre, antes del inicio de la emisión, en todas las pantallas apareció, en español e inglés, el siguiente mensaje: «Frente a los derechos humanos, el silencio no es una opción. Paz y justicia para Palestina».

No hubo multa pero sí el morbo suficiente para sentar ante la televisión a más de cinco millones de espectadores. La actuación de Melody logró un 50,4%, pero lo más visto fueron las votaciones, cuando el televoto dejó a media España 'ojiplática' por el subidón de apoyos a Israel. Yuval Raphael quedó finalmente en segunda posición, por detrás del artista austríaco JJ y su 'Wasted Love'. Esos instantes finales de infarto alcanzaron una increíble cuota del 59,7%, o lo que es lo mismo, 6,3 millones de personas.

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¿Qué harán el próximo 16 de mayo los televidentes españoles? Sin representante con el que identificarse muchos podrían caerse, pero si por el morbo nos guiamos los datos podrían ser sorprendentes. Eso sí, quienes opten por ver Eurovisión 2026 no será en La 1 ya que al no participar, Televisión Española no lo ofrecerá. Las opciones pasarán por el canal oficial de Eurovisión en YouTube o conectarse a las televisiones europeas que forman parte de la UER y que retransmiten on line. Un nuevo capítulo de la historia de amor-odio entre Eurovisión y España.

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