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Este jueves el que suscribe lo arrancó en el cine, en plan Elvis (él solo en una sala de 202 butacas viendo 'Babygirl', muy mala ella, empezando por el guión, acabando por la imagen que deja de las mujeres, y pasando por lo woke), y lo siguió rodeado por más de 120 almas en el Antxiki, la sala pequeña de arriba del Kafe Antzokia, donde los bilbaínos Cordura estrenaron su séptimo álbum, 'Noche eterna'. Ante la nutrida asistencia, dijo Anero, el cantante, teclista y frontman: «Estamos flipando con tanta gente, ¡qué capacidad de convocatoria!». Y saludó a su madre, presente en la sala, y después lo hizo al productor del disco, Martín Capsula.
El bolo, con luces anómalas, tan distópicas y cegadoras como sus letras, duró 64 minutos para 13 temas. Y nada más salir los cuatro miembros a escena analizó Óscar Esteban: «Muy buena la camiseta del batería, esa de 'Morrissey is murder', que ya sabes Morrissey ha llevado camisetas donde ponía 'Meat is murder'. Y el cantante con una de Danzig. ¡Eso suma puntos!».
Las nueve primeras canciones fueron del disco 'Noche eterna', aunque no se respetó el orden. Cordura con este séptimo álbum nos suministraron psicodelia con eco de los argentino-bilbaínos Cápsula ('Carpe omnia'), post hardcore en la estela de los catalanes StandStill ('Carpe noctem', el más kraut-rock 'Aflicción'), distopías con manchas solares y atmósferas como las de unos Radiohead con actitud ('Brecha temporal'), progresividades varias ('Miembro fantasma' con principio gótico y epílogo rocanrolero, 'Escupir al cielo' con groove folk, 'Noche polar' a lo Canterbury crepitante y con Iker Discofagia invitado como quinto miembro a la acústica, y 'Brisa' algo marcial), y para cerrar esta parte del set y el disco, psicodelia flotante mediante el teclado de Anero, apoyado sobre dos adoquines ('De entre los muertos', que parece el titulo de una película de Liam Neeson, pero no lo es).
Y como propina nos regalaron cuatro temas más: dos en quinteto con Iker Discogafia ('El mal necesario', de psicodelia en goteo, y 'El origen de los continentes y los océanos'), y dos en cuarteto base ('Causas perdidas', muy StandStill, y 'Caza de brujas', rozando el postmetal), tras lo cual dijo Anero: «Muchas gracias, gente. Nos sentimos muy queridos». Con razón.
Al acabar el bolo / bolazo, casi todo el mundo se quedó en el Antxiki para reposar la buena onda y muchos pasaron por el puesto de merchandising, donde había varios LPs a la venta, el último en vinilo disponible en tres colores. Además tenían CDs (¡a 5 euritos!), camisetas, gorras y bolsas. Y mirando la portada de 'Noche eterna', ilustró Óscar Esteban: «Una mujer flotando… O es una pintura prerrafaelita o el diseño está inspirado es este estilo de pintura decimonónico».
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