

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
El sábado empezamos a las 6 de la tarde en el Euskalduna, donde el violinista libanés de ascendencia armenia Ara Malikian, un Sandokán vestido con ... un traje ancho y cómodo para sus saltos, dio la primera función en Bilbao de su gira 'Intruso'. Había 700 almas (sólo se abrió la parte inferior del gran auditorio), y a las 9 acudirían 2.200 más (el auditorio lleno), o sea que reunió a 2.900 espectadores en total (trescientos más que esa misma noche Andy & Lucas en Miribilla).
Lo dicho, que Malikian vino con la gira 'Intruso', el título de su último álbum, y de sus once cortes es posible que no sonara ninguno en un concierto de 10-11 temas (la introducción quizá fue doble) en 87 minutos, ovaciones incluidas y con pocos monólogo del barbado violinista, que nos hizo reír con la historieta de que se hizo famoso haciendo 'nada' en un bar de Alemania (empezó dando un pase de 20 minutos a las 10 de la noche, y suscitó tanto interés entre los parroquianos que acabó dando tres pases y dejando público fuera del local), y que, claro, resultó tan halagador que frisó lo irónico: «sois un público espectacular, maravilloso e inspirador, y además ahora que se han encendido los focos veo que sois también muy guapos».
Fue un concierto efectista, eléctrico y abigarrado desde el arranque, con plétora arreglística, y que funcionó mejor o más hondamente en los lentos, por ejemplo en los dos dúos: el primero con el piano de Iván Melón Lewis, donde Ara sonó onírico a lo Stéphane Grappelli ('El niño rata'), y el segundo con la guitarra de Dayan Abad arrimándose a la étnica en ('Karma', cuando contó al acabar: «a veces está bien demostrar fragilidad, emoción y debilidades, y disculpad por parecer un gurú de autoayuda»). Un show espectacular, movedor (y conmovedor en los lentos), que en su último tercio se empapó de musicalidad extra. Un concierto efectista, pero muy denso, porque al de una hora habían pasado muchas cosas (y lo de denso no es porque se hiciera pesado, ¿eh?).
Ara Malikian presentó varios temas, nos ilustró sobre las versiones elegidas contagiando su gran amor por la música, y es probable que cambiara los títulos para adaptarlos al local y a sus historietas, pero lo cierto es que ha variado bastante el repertorio respecto a sus visitas de los últimos años, cuando llegamos a titular que eso ya era 'El día de la marmota'.
La recurrente melancolía klezmer de su violín derivó en sones zíngaros afrancesados (en la del gallo 'Krikor'), Malikian cinceló suites estilísticamente variadas que abarcaron tango rusófilo, swing con los dedos chasqueados y samba en la que corrió por el escenario ('Hacer nada'), un hito fue la adaptación con variaciones libérrimas de «mi ídolo Paganini», 'Capricho nº 24' («fue el último, no hizo ninguno más»), y también presentó las versiones de Astor Piazzolla y Paco de Lucía, «dos genios que lo pasaron mal en sus principios, cuando fueron criticados por los puristas, pero a los que el tiempo ha puesto en su lugar», respectivamente 'Fuga y misterio' («una mezcla de tango contemporáneo y del barroco») y la progresiva y exótica 'Zyryab'.
La de Paco (por cierto, la banda de Andy & Lucas también le adaptó esa misma noche con su 'Entre dos aguas') fue la previa a los dos bises, ambos estupendos aunque dispares: el primero lúdico, bromista, efectista y charlotesco, y el segundo su emotiva balada 'Nana arrugada', cuando bajó a tocar entre el público, por el pasillo, con cara muy seria y concentrada, y la cual presentó así: «repito este tema que compuse para los ancianos vulnerables que murieron durante la pandemia, y la recupero en estos tiempos de guerra, injusticia y catástrofes naturales. Os deseo lo mejor, cuidaos muchísimo». Igualmente, Ara.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.