El mundo del siglo XVII para niños
El pedagogo checo Juan Amós Comenio publicó en 1658 el primer manual escolar ilustrado, que ahora se edita en España
Jan Amos Komenský (1592-1670) -latinizado como Ioannes Amos Comenius y castellanizado como Juan Amós Comenio- revolucionó la pedagogía con 'Orbis sensualium pictus' (El mundo ... en imágenes, 1658). Convencido de que «el antídoto de la rudeza es la enseñanza» y de que hay que cautivar al alumno, el teólogo, filósofo y pedagogo checo presentó en ese libro «un novedoso recurso para las escuelas: ¡las imágenes y la nomenclatura de todas las cosas fundamentales del mundo y de las acciones de la vida!». Casi cinco siglos después, Libros del Zorro Rojo recupera aquel primer manual escolar ilustrado en una cuidada edición con todas las xilografías originales de Paulo Kreutzberger, libres de las modificaciones que se hicieron en algunas ediciones posteriores a la de Nuremberg de 1658.
'Orbis sensualium pictus' es una enciclopedia visual destinada al público infantil con «representaciones de todas las cosas visibles del mundo», explica su autor en el prefacio. Aunque también hay imágenes de las invisibles, como Dios y virtudes como la prudencia, la templanza y la diligencia, porque Comenio no quiere dejar fuera «nada necesario o cardinal». Cada ilustración ocupa una página y enfrentado a ella va un texto explicativo en latín y la lengua vernácula correspondiente, con referencias a puntos del dibujo marcados con números
Esa es otra de las novedades de la obra: propicia el aprendizaje del latín a partir de la lengua materna. Así, sobre al árbol, Comenio escribe en una columna en latín «E semine procrescit planta» y en otra paralela en alemán «Aus dem Samen wächst hervor die Pflantze» (De la semilla nace la planta). A la versión original latín-alemán, le siguieron pocos años después la inglesa, la francesa, la rusa, la italiana... «Fue, por muchos años en Europa, el texto oficial para la enseñanza del latín», destaca en el prólogo Alberto H. Rodríguez, sociólogo de la universidad Nacional de Quilmes (Argentina). Y tuvo el reconocimiento de pensadores como Goethe, quien en su autobiografía afirma que merecieron la pena los 25 años que Comenio invirtió en su realización. Sin embargo, no hubo una versión en castellano hasta 1993 en México «y nunca se había publicado en España», indica Estrella Borrego, editora de Libros del Zorro Rojo.
La vida cotidiana
La docencia es para Comenio el oficio más noble, y la educación ha de ser universal, sin diferencias por sexo, destaca Borrego. Antes de embarcarse en el 'Orbis sensualium pictus', el pedagogo checo ya había publicado en 1632 la que con el tiempo será su gran obra, 'Didáctica magna', considerada la fundacional de la ciencia de la educación. Ser sabio, dice el maestro al discípulo en el proier capítulo de su manual ilustrado es «entender y hacer y expresar correctamente lo que es necesario». La visión del mundo del autor es religiosa -Dios es el creador de todo- y geocéntrica -«El cielo gira y da vueltas alrededor de la Tierra, que está fija en medio»-; pero los 152 capítulos de este pequeño libro se centran, sobre todo, en la realidad cotidiana de su tiempo.
Comenio explica la creación del mundo, lo que sabe del reino animal y del ser humano -incluidos el esqueleto y los canales del cuerpo: venas, arterias y nervios- y luego se adentra en la descripción de toda actividad humana, desde la minería y la agricultura hasta la albañilería y la pintura artística; desde cómo es el baño de una casa hasta lo que es una escuela; desde el matrimonio hasta el asedio de una ciudad; desde los instrumentos musicales hasta la medicina. «Se trata de verdaderos 'cuadros' de época», dice la pedagoga mexicana María Esther Aguirre Lora, respecto a las ilustraciones, eliminadas en gran parte en algunas ediciones.
Según esta experta en la obra de Comenio, en el 'Orbis sensualium pictus' convergen tres tradiciones: las referidas a la enseñanza del latín, a la organización del conocimiento en la época y al uso de la imagen en la educación. «Es un libro con muchas lecturas», dice Borrego, para quien puede leerse desde el punto de vista de la evolución de la pedagogía o del pensamiento del autor, pero también como una ventana al día a día de siglo XVII y al pensamiento europeo del momento.
La principal dificultad a la que Borrego y su equipo de Libros del Zorro Rojo se han enfrentado ha sido congeniar el respeto por el original con la actualización de un texto en el que «el vocabulario es esencial». «Hemos respetado los términos que siguen significando lo mismo, pero en ocasiones hemos recurrido a circunloquios para garantizar la claridad del texto. Y, además, en algunos casos hemos añadido palabras entre corchetes para aclarar algunos términos», explica la editora, enamorada de un libro del siglo XVII «lleno de bellas imágenes» que reivindica el poder de la imaginación y «vincula la educación con la libertad».
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