Juan Ignacio Vidarte recibe el premio de la Sociedad Bilbaina por su trayectoria
El galardón «no solo reconoce su trabajo, sino los valores que ha encarnado a lo largo de su vida y que representan a esta institución»
Juan Ignacio Vidarte recibió ayer el premio de la Sociedad Bilbaina en reconocimiento a su trayectoria a un mes escaso de dejar la dirección del ... Museo Guggenheim, en la que será relevado por Miren Arzalluz. En un acto organizado en la sede de esta institución con 186 años a sus espaldas, recogió la escultura y un diploma que lo incorporan a la lista de personalidades y entidades distinguidas con la 'Dama Bilbaina'.
El presidente de la Sociedad, Juan Ignacio Goiria, dedicó un discurso al todavía responsable de la pinacoteca en el que le agradeció su aportación a Bilbao delante de algunos de los cuadros que viajaron al museo de titanio en 2021 como parte de una exposición sobre artistas vascos: «Brindamos un merecido homenaje a una de las figuras más destacadas en el ámbito cultural y social de nuestra ciudad. Tu trayectoria es el ejemplo claro de lo que significa ser bilbaino en el sentido más profundo. Este premio no es sólo un reconocimiento a tu trabajo, sino a los valores que has encarnado a lo largo de tu vida y que compartes con la Sociedad Bilbaina».
Goiria destacó su «excepcional capacidad profesional» y su «visión audaz y respetuosa con nuestras raíces». «Has sido un referente fundamental en la transformación de Bilbao, que supo reinventarse, que entendió que el futuro se construye sobre la base de nuestra historia, nuestra identidad, y que la cultura es el motor para alcanzar nuevas cuotas de bienestar y progreso. A través de tu trabajo, Juan Ignacio, has logrado que Bilbao se sienta orgullosa de su patrimonio».
Vidarte recogió el premio emocionado tras escuchar el repaso a su vida cargado de aprecio y buena dosis de humor que le dedicó Ricardo Franco Vicario. «Me hace mucha ilusión que me reconozcáis aquí, en una de las entidades más importantes de Bilbao con más de 185 años de historia y que representa el espíritu de nuestra villa, de una sociedad culta, liberal, avanzada, enraizada, abierta al mundo y a las ideas», dijo, agradecido.
Rememoró cómo en los salones de la Sociedad se celebró hace más de 30 años una reunión con miembros del patronato del museo para poner en marcha el proyecto al que seguirá ligado como director emérito: «Sin embargo, los premios que son concedidos no por una labor creativa tienen algo de injustos, y en mi caso este proyecto no hubiera sido posible sin la complicidad de las instituciones, que me designaron y respaldaron durante estos años», dijo en presencia de la vicelehendakari y consejera de Cultura, Ibone Bengoetxea; la diputada general, Elixabete Etxanobe; el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto; el subdelegado del Gobierno en Bizkaia, Carlos García Buendía; la diputada de Euskera, Cultura y Deporte, Leixuri Arrizabalaga, y el concejal de Cultura de la villa, Gonzalo Olabarria. Agradeció Vidarte el apoyo de su familia, «que ha tenido que aguantar lo que no está escrito en este viaje».
Jugando al futbito
Aburto recordó los tiempos en que jugaban juntos al futbito cuando coincidieron en el departamento foral de Acción Territorial: «Conocí a una gran persona». «No creo equivocarme si digo que Bilbao, Bizkaia y Euskadi han crecido junto al Guggenheim, y que este museo no se puede separar de la historia de Vidarte. Por eso me gustaría que no estuviéramos hoy aquí. Y lo digo sinceramente. Me gustaría que nunca hubiera llegado este momento porque tener a Juan Ignacio era tener tranquilidad, sosiego. Saber que las cosas iban a ir bien. Y estoy seguro de que con Miren Arzalluz va a pasar exactamente lo mismo. Permíteme, Juan Ignacio, una última petición, no nos abandones. Te he pedido consejo a lo largo de estos años, tomar decisiones es complicado. Espero poder seguir teniendo tu sabio consejo».
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