La función vuelve a empezar

La obra que ha elegido Pabellón 6 para levantar el telón el 25 de junio es toda una declaración de intenciones y de amor al teatro. Ramón Barea e Itziar Lazkano han sido Nicéforo y Semíramis, el matrimonio de actores que se despide del oficio en 'Hoy última función', en distintos momentos de su vida. La estrenaron en 1992 y enseguida enganchó al público. «Tuvimos que pararla con un montón de bolos contratados porque me quedé embarazada y no había manera de disimular la tripa», recuerda ella. Se ponían canas y arrugas para meterse en la piel de estos dos viejos cómicos creados por el taller literario La Galleta del Norte, con Felipe Loza y Barea.

Desde entonces han vuelto a ella varias veces, la última hasta ahora en 2015. «Nos ha dado muchas alegrías y la hemos hecho tantísimo que la tenemos en vena, el primer día de ensayos la recuperamos en nada». A la hora de diseñar la programacion de Pabellón 6 este verano, entre el repertorio «con pocos personajes para que corra el aire en el escenario», no había un comienzo mejor para rendir homenaje al teatro.

Esa última función imaginaria se desarrolla «entre cajas, en un escenario visto del revés», con la asistencia de Godot, Ionesco, Shakespeare, María Guerrero, Don Juan y otros personajes ilustres de este oficio «que se mezcla con la vida y los sentimientos», como dice Ramón Barea. Es también una reivindicación del papel de los actores veteranos, ahora que en los rodajes no pueden participar mayores de 65 años.

La idea es que antes de representarse en la sala de Zorrozaurre, donde permanecerá en cartel dos fines de semana, hasta el 5 de julio, pase por el Arriaga. Aún falta, según precisan los responsables del teatro, cerrar la agenda para esta actuación, que tendría una poderosa carga simbólica para los artistas y el público. Más aún por la historia tan teatral que encierra 'Hoy última función'. En los años noventa, cuando para las compañías vascas era muy difícil entrar en el Arriaga, Ramón Barea se inventó un director polaco para darle más caché. Y funcionó. Luis Iturri abrió las puertas a esta obra, que ganó el Premio Ercilla al mejor espectáculo vasco entre otros galardones.

No lo contaron hasta muchos años después, y todavía mantienen en el programa, como un guiño, el nombre de Tadeus Wolsky. La anécdota revela «el espíritu de los teatreros para sacar las cosas adelante». Algo que ahora vuelven a demostrar. En esta función talismán cuentan con personajes a su medida - «cumplimos años y avanzamos con ellos, nos vamos empapando cada vez más»- y con la complicidad entre dos actores que han crecido juntos. Se conocieron en 1979 cuando ella acudió a la escuela de Cómicos de la Legua, y al año siguiente participó en la fundación de Karraka.

Tras este primer paso, ya han preparado la cartelera para julio y agosto, siempre respetando las exigencias sanitarias. Su lema es 'Abrázate al teatro'. Un arte en vivo que «puede con todo», concluye Itziar Lazkano. «¿Que no podemos hacer obras con quince actores? Las haremos con dos, inventaremos historias en las que no tengamos que besarnos. Contaremos otras cosas».