Euskadi gana protagonismo en los Max
Trece candidaturas ·
Siete espectáculos, cuatro de ellos de danza, han llegado a la final. María Goiricelaya e Iñaki Rikarte acaparan opciones en las categorías de dirección de escena y autoría teatralNo es casualidad que tres de los siete protagonistas de este reportaje fueran también finalistas de los Max el año pasado, y otra más en ... 2022. Los premios de referencia en las artes escénicas que la Fundación SGAE entrega mañana en Tenerife reflejan edición tras edición la solidez y el talento de las compañías vascas. Euskadi ha llegado a la final con un papel destacado al concentrar el 20% de las candidaturas, trece en total para siete espectáculos. Uno de ellos, 'Forever', teatro de máscaras de la compañía guipuzcoana Kulunka, parte como favorito con cuatro nominaciones y tras haber triunfado en los Talía.
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Dos nombres propios, de la misma generación de artistas vascos, llaman poderosamente la atención: María Goiricelaya e Iñaki Rikarte vuelven a coincidir en la final de los Max, donde el año pasado se llevaron sendas estatuillas. Ahora acaparan dos de las tres candidaturas finalistas en autoría y dirección de escena. También dos de los cinco espectáculos de danza que optan al premio más importante son vascos, en este caso de compañías que viven la emoción de su primera final.
Mejor autoría y dirección de escena María Goiricelaya | 'Nevenka'
«Los premios hacen que las obras tengan más vida»
Los Max siempre han prestado atención a la trayectoria de María Goiricelaya. Sus primeros trabajos fueron candidatos, con 'El patio de mi casa' llegó a la final y 'Yerma' le brindó el año pasado el premio a la mejor adaptación. Tanto esta obra como la finalista 'Altsasu', que levantó pasiones en Madrid con protesta de Vox en la calle y el público en pie en la sala, seguirán sumando funciones hasta 2025. «Los Max sirven para celebrar el trabajo en las artes escénicas, que como todos sabemos es muy arriesgado y en muchas ocasiones muy precario, y para visibilizar las obras y hacer que tengan más vida», destaca.
'Nevenka' también tiene un largo recorrido espoleado por las nominaciones a los Max y los Talía y el premio especial del jurado en la Feria de Teatro del Sur de Palma del Río. Como otras obras de la autora, parte de una intensa investigación (no en vano fue periodista) para construir una ficción basada en hechos reales que nos devuelve una imagen poco favorecedora de la sociedad de anteayer (2001). La primera mujer que ganó un juicio a un político por acoso sexual en España fue estigmatizada y acabó exiliándose. Su historia se ha contado en un documental, en esta obra y en la película que estrenará en septiembre Icíar Bollaín. «Me parece una maravilla, otra constatación de que es muy relevante».
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Mejor espectáculo de danza y labor de producción Adriana Bilbao | 'Zarra'
«Quería homenajear a mi aitite sin caer en el tópico sentimental»
Adriana Bilbao tenía 18 años cuando murió su abuelo Zarra. Le dio tiempo a enseñarle muchas cosas, desde «hacer la voltereta hacia atrás» hasta «sus valores en el campo y fuera de él. Era muy divertido, enérgico...». No le veía de visita, «vivíamos juntos y éramos como uña y carne». Siempre quiso rendirle homenaje, «pero sin caer en el tópico sentimental, porque él es una leyenda para todo el mundo. Yo conocía a mi aitite y he indagado más en el Zarra futbolista», cuenta. «Busqué periódicos que teníamos en casa y consulté archivos de Radio Televisión Española e imágenes del Nodo».
Así preparó un espectáculo con nueve bailarines -incluida ella- vestidos de blanco y negro, como las fotografías que se proyectan. «Ha sido un proceso muy largo», el tercer trabajo de su compañía y «el más costoso, sin ningún tipo de ayuda institucional». Además de a mejor espectáculo de danza, opta al premio a la mejor producción. Ensayaron en el antiguo gaztetxe de Zorroza, que han rehabilitado como fábrica de creación, y siguen de gira, aunque acaban de estrenar 'Amores/Maitasunak'. «Me va a dar muchísima pena cuando 'Zarra' esté llegando al final». Será una despedida especial como la del propio montaje, que acaba recreando el vínculo entre abuelo y nieta. «Me guardé ese caramelito para el final porque yo también lo necesitaba».
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Mejor espectáculo de calle Janire Etxabe | 'Geure (r) a'
«A las mujeres nos siguen quemando, pero no con fuego»
La danza vertical es una disciplina en auge en Europa. «Cada vez hay más compañías de nuevas generaciones, cada una con su estilo. Unas hacen más circo, otras más acrobacia...», explica Janire Etxabe, que llegó a las artes escénicas desde la escalada. «Quería llevar las cosas que hacía en la montaña al arte y al público». La compañía que dirige, Dimegaz y Harrobi Dantza Bertikala, se distingue «por difundir el euskera, la cultura vasca y la memoria histórica en todas sus produccciones. También por dar protagonismo a la mujer». Así fue en 'Harria Herria', con la que quedaron finalistas en los Max hace dos años, y también en Geure(r)a'.
El trabajo físico es tan intenso, con tres bailarinas que usan como soporte una pared sin tocar el suelo en ningún momento, que hacen ensayos «de seis horas». En la base de este espectáculo también hay un largo proceso de documentación sobre la caza de brujas en el País Vasco. Han contactado con el Museo de Zugarramurdi y la Filmoteca Vasca, utilizan fotos de archivos familiares y encargaron textos a Toti Martínez de Lezea. «Mencionamos nombres y apellidos de mujeres que fueron quemadas, los lugares y los años en que ocurrió», explica Etxabe. El tono poético «ayuda a conectar con la actualidad, porque muchas mujeres seguimos sufriendo caza de brujas aunque de otra manera. Nos siguen quemando, pero no con fuego».
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Mejor intérprete de danza Jon Maya Sein | 'Yarin'
«Me siento dantzari y esta es mi primera final como intérprete»
Los Max no tienen secretos para Kukai, que ha ganado cuatro premios y ha sido finalista el doble de veces, pero Jon Maya Sein vivirá esta gala con una nueva ilusión. El coreógrafo y director de la compañía es finalista por primera vez como mejor intérprete 'ex aequo' con Andrés Marín, su compañero en 'Yarin'. «Yo me siento dantzari», dice (ganó siete veces el Campeonato de Aurresku de Euskal Herria). Marín es un personalísimo bailaor. Ambos son autores de la coreografía junto a Sharon Fridman. «Siempre he seguido muy de cerca el trabajo de los creadores flamencos contemporáneos y a Andrés también le atraía la cultura vasca. Surgió la posibilidad de colaborar en un proyecto llamado 'Soliloquios' y a partir de ahí decidimos probar a ver qué pasaba».
'Yarin' es «un diálogo» en el que evitan los clichés. Con estética minimalista y música «misteriosa» de Julen Achiary para trabajar «desde la esencia. Aprendes otra forma de hacer, de mirar las cosas y sentirlas. Otra forma de atacar los pasos, los ritmos, la danza. Uno va cumpliendo años y para mí 'Yarin' ha sido un regalo, cuando mentalmente me situaba más como director que como bailarín», cuenta. «Con lo que he vivido me siento más que premiado». Pese al «respeto» que le imponía el estreno en la Bienal de Flamenco de Sevilla, su actuación puso al público en pie.
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Mejor espectáculo, autoría, dirección y espacio escénico Iñaki Rikarte | 'Forever'
«El teatro de máscaras te obliga a pensar distinto»
'Forever' es la obra que llega a la final con más candidaturas: mejor espectáculo teatral, autoría (Iñaki Rikarte, Garbiñe Insausti, Edu Cárcamo y José Dault), dirección (Iñaki Rikarte) y espacio escénico (Ikerne Giménez y Javier Ruiz de Alegría). Kulunka ha demostrado lo mucho que es capaz de transmitir con el teatro de máscaras, un lenguaje que encierra «oportunidades» por su propia dificultad. «Casi nunca puedes hacer lo primero que se te ocurre, porque vivimos en un mundo de palabras. Eso te obliga a pensar distinto, y a veces llegas a lugares inesperados», explica Rikarte.
'Forever', su regreso al teatro de máscaras tras 'Solitudes', que se coronó como mejor espectáculo en 2018, es la apuesta más ambiciosa de la compañía. Se atreven con una dramaturgia más compleja «para contar la historia de una familia que se aleja de sus sueños» y con una plataforma giratoria que representa el paso del tiempo. En los Premios Talía fue reconocido como mejor espectáculo teatral y Rikarte, como mejor director. Ahora puede ganar su segundo Max en esta categoría tras el que obtuvo hace un año por 'Supernormales'. «Lo importante es seguir haciendo cosas, los premios también tienen algo azaroso», dice. «Esto es una convención y una excusa para dar visibilidad al teatro, que no deja de ser algo minoritario».
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Mejor espectáculo de danza y composición musical Jordi Vilaseca | 'La casa vacía'
«Ojalá todo esto se traduzca en bolos para seguir trabajando»
La compañía vitoriana Proyecto Larrua, dirigida por Jordi Vilaseca y Aritz López, tiene casi diez años de trayectoria y vive su primera final de los Max. Con 'La casa vacía' optan al premio más importante en danza y a la mejor composición musical, de Luis Miguel Cobo, aunque ellos esperan sobre todo otro tipo de reconocimientos. «Me gustaría que lo programaran, que confiaran en el proyecto y lo podamos compartir con más gente, porque desgraciadamente no hemos tenido muchas actuaciones pese a la nominación», afirma Vilaseca. Lo estrenaron en Vitoria en 2022 y al año siguiente en Barcelona. También han pasado por Madrid «con críticas increíbles», pero «a la hora de programar hay una sensación de embudo, faltan espacios de exhibición».
Siempre se proponen «aunar fisicalidad y emoción» y en 'La casa vacía' hay «danza, teatro y documento». Parten de historias reales de mujeres para hablar sobre «el amor, la pérdida, la enfermedad, el duelo... qué ocurre cuando la persona se convierte en vacío y cómo se llenan esos huecos». Asegura que la danza «es la más denostada de las artes escénicas, y una de las más sacrificadas. Nosotros pedimos favores para poder ensayar, no tenemos una sala fija. Ojalá todo esto se traduzca en bolos para seguir trabajando y poder comer».
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Mejor espectáculo infantil o familiar Igor Iglesias | 'Un pez en el corazón'
«Los niños son el público más exigente y eso nos gusta»
Dentro de esa cantera teatral que es el Duranguesado hay una gran tradición de espectáculos para el público infantil y familiar. Markeliñe, Anita Maravillas... En 2021, un grupo de actores y técnicos que trabajaban sobre todo con Gorakada crearon Mar Mar Teatro, que ha llegado a la final de los Max con su segunda producción. «Esto supone un máster constante, tanto empresarial como de vida», afirma Igor Iglesias. Su carta de presentación fue «un 'Tarzán' un poco más contemporáneo» y con 'Arrainak bihotzean/Un pez en el corazón' han bajado el umbral de edad. Se dirigen al público a partir de tres años, que es «el más exigente. Aguanta lo que aguanta, como se esté aburriendo te lo hace notar... Los niños no son tontos, saben y entienden mucho más de lo que pensamos», asegura.
En este viaje al fondo del mar que es «una metáfora sobre nuestros miedos, porque todos los tenemos y debemos convivir con ellos», cada detalle está medido para mantener la conexión con el público. Se basan en textos de la poeta Leire Bilbao y hay tres actores en escena, pero también utilizan títeres, canciones «y todo el imaginario del fondo del mar que funciona muy bien con los niños». Ellos han respondido de forma entusiasta. «En tres meses llegamos a hacer treinta funciones, una locura». Un calendario apretado al que le dará un nuevo empujón la final -y quizá el premio- de los Max.
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