¿El nuevo enemigo?
Turismo cultural de masas ·
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Turismo cultural de masas ·
Resulta necesaria la sensibilización sobre importancia del legado histórico y el patrimonioEste verano el turismo de masas ha pasado de ser el aliado incuestionable de la economía nacional a un río desbordado que deteriora las ciudades ... y las economías locales, masificando los enclaves vacacionales, afectando a la sostenibilidad medioambiental y encima amenazando la conservación de los monumentos históricos. Verdaderamente, esta conversión tópica y repentina del turismo en enemigo inmediato del progreso humano o en amenaza incuestionable del patrimonio cultural parece más que exagerada, por mucho que tres idiotas hagan sus pintadas en el Coliseo romano o incluso a pesar de que la riada de turistas colapse ciudades históricas como Venecia. Entiéndase que el turismo es fuente necesaria de ingresos, un impulso para el desarrollo de infraestructuras, un activo para el intercambio cultural, incluso una posibilidad de mejorar la sostenibilidad medioambiental y, por supuesto, una vía muy importante para generar recursos destinados a la gestión y la conservación del patrimonio cultural. Otra cosa distinta es que el turismo deba de ser cada vez más regulado y dirigido, de forma que se eviten sus impactos negativos y las posibles desigualdades que genera, lo mismo que resulta necesaria la sensibilización social sobre la importancia del legado histórico de los monumentos y el patrimonio cultural. El caso de Venecia es emblemático al respecto. Con apenas 50.000 habitantes la ciudad recibe más de 30 millones de vistas cada año, razón que ha impulsado a la Unesco a señalarla como «patrimonio mundial en peligro», en lógica respuesta a la fragilidad de sus monumentos, del ecosistema de su laguna o de su capacidad de absorción turística. ¿Habrá que limitar por ello su flujo turístico? Pues naturalmente, lo mismo que se restringen las visitas en muchos museos y monumentos o se limitan los aforos en ciertos espectáculos culturales. Integrar de forma armónica y sostenible el turismo en los destinos patrimoniales y culturales no es tan complicado, sino únicamente el resultado inteligente de políticas transversales en lo social, en lo cultural y en lo económico.
Música
Dice ahora David Guetta, el archiconocido y multimillonario DJ, que la inteligencia artificial (IA) reemplazará muy pronto a los músicos, ya que la tecnología puede aprender y asimilar de forma vertiginosa todo tipo de datos y archivos musicales, cualquier acorde o cualquier estilo musical. Sí, de esto sabe mucho David Guetta, porque su éxito deriva de algo no muy distinto de lo que ahora puede hacer la inteligencia artificial, bien mezclando de forma creativa música grabada previamente o bien programando electrónicamente instrumentos, melodías y efectos musicales ya existentes. En otras palabras, él y otros famosos DJs han sido formidables precursores de la inteligencia artificial. Por eso mismo Guetta afirma no sentirse amenazado con la nueva tecnología, la misma que ya utiliza porque es una excelente oportunidad para simplificar su composición musical. Seguro que es así, pero habría que ver lo que diría Guetta si a la postre esa inteligencia artificial cosecha su mismo éxito, aunque por un precio tres veces más barato por sesión.
Pierre Cardin
El consejo de Dior a Cardin fue capital: «Pierre, venda caro porque el talento se paga». Y vaya si se pagó, puesto que Cardin no solo innovó en las formas, en los materiales y en el cambio sociológico de la moda, sino que además su aprovechamiento de la industrialización del 'prêt-à-porter', su visión internacional del negocio y su extensión a otras múltiples actividades le convirtieron en un poderoso empresario, cuyo patrimonio se valoró en 750-800 millones de euros cuando falleció en 2020. La pena es que la moda y el éxito terrenal son siempre efímeros. Además, por mucho que Gabrielle Chanel dijera que el estilo siempre permanece, la verdad es que su moda cosmonauta y sus vestidos 'Mao' ya solo se recuerdan en la historia y en los museos. Para colmo, ahora sus herederos también se disputan su herencia en un duro pleito judicial. 'Sic transit gloria mundi'. Triste epitafio, sí.
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