Arquitectura sistémica
Bienal de Venecia ·
Los arquitectos deben proponer cambios para el problema habitacionalSecciones
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Bienal de Venecia ·
Los arquitectos deben proponer cambios para el problema habitacionalEstá bien que ahora los arquitectos planteen su profesión como una disciplina sistémica, integral, en cuyo desarrollo resulta obligado reflexionar e incorporar las diferentes realidades ... de un mundo interconectado, repleto de desafíos sociales, económicos y tecnológicos. Desafíos que los convierten no tanto en diseñadores de edificios, como en organizadores de ecosistemas. Este es precisamente el fondo argumental de la Bienal de Arquitectura de Venecia, inaugurada el pasado fin de semana. Su comisario, el arquitecto e ingeniero Carlo Ratti, ha querido convertir la Bienal en un laboratorio viviente, reflexivo, intentando replantear la profesión en un mundo alterado, aprovechando para ello todas las formas de inteligencia -natural, artificial y colectiva-, aprendiendo de la ciencia para ser más inclusiva, conectando con diferentes generaciones y disciplinas y concibiendo ahora una arquitectura tan flexible y dinámica como el mundo para el que ahora se diseña.
Este enfoque no solo es el adecuado, sino también el necesario. Pensemos en los grandes retos que acechan ahora a la arquitectura contemporánea. De un lado la crisis de la vivienda exige soluciones políticas y de mercado, pero la arquitectura también debe proponer cambios para superar el problema habitacional. Otro tanto se puede decir de las respuestas frente a la sostenibilidad y el cambio climático, a las volatilidades y zozobras económicas, a la disrupción tecnológica que también ha supuesto un desafío para la arquitectura tradicional, a los riesgos derivados de la ciberseguridad, a la necesidad de emplear nuevos materiales constructivos o a los actuales requerimientos sociales que obligan a incorporar criterios de diversidad, equidad e inclusión.
Mies van der Rohe decía que la arquitectura es la voluntad de una época traducida al espacio. En efecto, pero ahora la voluntad de una época descubre innumerables retos. Encima, la respuesta a los mismos ya no permite la autoría única y exclusiva de los arquitectos, sino que impone un enfoque bastante más interdisciplinario e inclusivo.
Libros
Warhol como icono del pop y catalizador de la modernidad. Sí, seguramente, pero las mujeres que brillaron en su órbita no fueron precisamente sus musas, sino víctimas utilizadas y explotadas a su antojo. Esto lo deja claro el periodista Laurence Leamer en un libro que acaba de aparecer en los Estados Unidos ('Las musas de Warhol: Artistas, inadaptadas y superestrellas destruidas por la máquina de la fama'. Ed. G.P. Putnam's Sons). Tras diseccionar también a los 'cisnes' de Truman Capote en la novela que fue adaptada en la miniserie estrenada en 2024 por Disney, Leamer aborda ahora los perfiles de diez mujeres que fueron esenciales para la construcción del mito Warhol (Edie Sedgwick, Nico, Baby Jane Holzer, Ultra Violet, Viva o Candy Darling, entre otras). Unas provenían de círculos adinerados, otras del medio artístico y algunas más del anonimato. Todas quisieron ser estrellas de un sol que obraba el milagro de la fama, pero en el empeño fueron utilizadas, transformadas o destrozadas. Warhol como genio, pero también como ser cruel y calculador.
Entradas
Precios imposibles, reventa desatada. Pues sí, los conciertos de Bad Bunny en España para el 2026 han reverdecido una vieja polémica: el choque entre una demanda elástica y unos precios dinámicos. 600.000 entradas vendidas en cuestión de horas, una cola virtual de espera con miles de fans y precios al alza. Perdido en su inoperancia, el Ministerio de Consumo anunció una investigación por posibles gastos ilícitos en la venta online. A ver si se enteran: lo sucedido es simplemente un ajuste de precios en función de la demanda. Esto pasa en los conciertos y también con los precios de los hoteles y los billetes de avión. Que se lo digan a los ingleses que vienen a Bilbao para la final de la Europa League. Otra cosa son los abusos, la necesidad de fijar un techo para la subida de los precios y la obligación de reforzar la transparencia y perseguir la reventa, física o virtual.
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