¿Se retira para siempre Concha Velasco?
La actriz vallisoletana se despide de sus paisanos en el Teatro Calderón y causa estupor ante el temor de que significara su jubilación repentina
El público que se encontraba el pasado domingo en el Teatro Calderón de Valladolid se quedó con la boca abierta. Y no solo por admiración ... y cariño hacia Concha Velasco, sino porque su paisana les acababa de decir adiós al término de la función 'La habitación de María'. De golpe y porrazo. Sin anestesia. Un adiós a las tablas que sonaba a definitivo: «Siempre se dice que cuando uno se va a morir ve pasar la vida muy deprisa y yo como sé que hoy es la última representación en un teatro, ya que mis hijos me han pedido que lo deje, se me ha pasado todo lo que vivido en mi tierra, en Valladolid. Hoy sí que va a ser la última vez que me verán ustedes en un teatro», comunicó al respetable, apoyada en un bastón, muy dueña de sí, con voz firme y tono de confidencia. Como quien habla con los amigos en el salón de su casa.
La intervención fue muy breve, dos minutos que se prolongaron porque los espectadores no dejaban de interrumpirla con aplausos y gritos de ánimo («¡guapa! ¡te queremos! ¡viva la chica ye-yé!»). A pocas artistas se las quiere tan abiertamente. De ahí que sus palabras causaran tanta conmoción. Enseguida se colgó en las redes sociales el vídeo y muchos daban por hecho que la actriz vallisoletana, de 81 años, había decidido jubilarse de la noche a la mañana, en un golpe de efecto que pillaba a todo el mundo a contrapié. Pero, no, falsa alarma. Las entradas de sus próximas actuaciones en el Teatro Bretón de Logroño siguen a la venta y Pentación, la productora y distribuidora del montaje, desmiente la interrupción de la gira por España.
La gira por España del monólogo 'La habitación de María' tiene fechas cerradas hasta febrero del año que viene
«Primera vez que lo verbaliza»
Todo sigue el guion previsto. Desde el principio de la tournée, que arrancó en San Sebastián hace más de un año, los impulsores del espectáculo sabían que el monólogo 'La habitación de María', escrito expresamente para ella por su hijo mayor, Manuel Martínez Velasco, estaba destinado a ser el broche de su carrera. Es una obra que le permite actuar prácticamente todo el tiempo sentada, metida en la piel de una escritora agorafóbica. Dura 70 minutos y da por bueno el refranero popular: «Quien tuvo, retuvo».
Cuenta con fechas cerradas hasta principios del año que viene y muy probablemente la última representación se ofrezca en Madrid. Así lo confirman fuentes de la familia, que explican el impacto causado por el 'speech' a una razón muy sencilla: sus seguidores no terminan de hacerse a la idea de que se está despidiendo. «Es la primera vez que lo verbaliza delante del público. En Valladolid ya no la verán más en el escenario», aseguran en su entorno más próximo.
Los planes son claros pero, en última instancia, todo dependerá de la voluntad de una artista incombustible. Ya con el anterior montaje -'El funeral', también de su hijo mayor- se barruntaba su retirada. Pero aquí sigue. Ni los problemas de movilidad ni las intervenciones quirúrgicas le han quitado las ganas de seguir adelante con su oficio. Tampoco le han borrado la sonrisa. ¿De verdad lo dejará en 2022?
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