«Ser obsesivo me da una razón para trabajar en una película»
Estrena hoy en los cines 'Los crímenes de la academia', una película bajo la sombra de Poe
maría estévez
Viernes, 23 de diciembre 2022, 00:44
El actor Christian Bale (Gales, 1974), protagonista de 'American Psycho' y estrella de la trilogía 'The Dark Knight' sobre Batman, cuenta con 36 años de ... carrera desde que debutara siendo un niño, en 1987, en la cinta 'El Imperio del Sol' a las órdenes de Steven Spielberg. Hoy estrena en los cines -el 6 de enero en Netflix- 'Los crímenes de la academia', su tercera colaboración con el cineasta Scott Cooper y en la que se ficciona una frase del escritor Edgar Allan Poe. «Uno de sus ojos parecía el de un buitre, con un ojo azul pálido que me helaba la sangre» ha inspirado este nuevo thriller histórico que protagoniza Bale como un policía retirado en 1830 que une fuerzas con un joven Poe (Harry Melling) para resolver una serie de asesinatos espeluznantes. La película, basada en una novela de Louis Bayard, no se basa en hechos reales, sino que utiliza la ficción para explorar una verdad familiar para cualquiera que haya leído a Poe: los horrores reales rara vez tienen fáciles explicaciones.
- ¿Por qué tenía tanto interés en llevar esta historia policiaca al cine?
- Desde la primera vez que supe de este relato, y hablo de hace más de diez años, pensé que era una gran oportunidad de hacer tres cosas: participar en una novela policíaca, contar una historia de amor entre padres e hijos y relatar detalles sobre el origen de Poe.
- ¿Es usted admirador del escritor?
- Por supuesto. Pocos escritores norteamericanos hay con tanto talento, pero lo importante es mostrar sus orígenes. Queríamos describir al Poe de esa temprana edad cuando era más cálido, ingenioso y divertido. Las experiencias que contamos en esta película lo cambiaron y lo convirtieron en el escritor oscuro que conocemos
- 'Los Crímenes de la Academia' es un cuento de ficción. ¿En algún momento investigó el pasado de Poe?
- No. Yo me he guiado por el guion de Scott Cooper. Esta es una obra de ficción, aunque es cierto que Poe estuvo en la Academia de West Point. Lo que nosotros contamos es que algo sucedió y eso dio al autor una visión del mundo diferente y lo ayudó a convertirse en el escritor que fue, con temas recurrentes que tratan las cuestiones de la muerte y los efectos de la descomposición y la reanimación de los muertos, así como del luto. Todo eso se considera parte de su oscuro romanticismo.
«Queríamos mostrar al Poe más joven, cuando era más cálido, ingenioso y divertido»
- Harry Melling se mete de forma increíble en el papel de Poe.
- Cuesta bucear en ese tipo de personaje porque tienes que ser capaz de disfrutar arriesgándote a la humillación absoluta y trascender el momento de dar vida a un personaje tan reconocido. Me sorprendió lo temerario que ha sido Melling con este papel, diría que ha sido una interpretación maravillosamente temeraria.
- ¿Cómo se metió usted en la piel de este policía torturado?
- Es un papel muy potente. No me gusta hablar mucho de mi proceso creativo, pero me gustaría decir que disfruté trabajando con Scott. Hay un entendimiento tácito entre nosotros y en este punto, después de tres películas, podemos comunicarnos sin tener que decir mucho. Me gusta la sensación de gustarle como actor. Scott sabe comunicar muy bien su visión y es muy satisfactorio cumplir sus expectativas y estar a la altura.
Preparación y precisión
- ¿Por qué es tan especial su relación con Scott Cooper, con quién ya había trabajado en 'Crazy Heart' y 'Out of the Furnace'?
- Siempre me dejo algo guardado cuando me hacen esa pregunta, porque no me gusta articular demasiado lo que ocurre en nuestra relación. Nosotros tenemos una comunicación que, incluso a mí, me intriga. Hay algo que me impulsa a aceptar sus ofertas, pero pienso que sería un error analizar nuestra amistad porque le restaría magia. Cada vez que trabajamos juntos, descubro algo nuevo y diferente, como si él me tuviera guardada una sorpresa.
- ¿Se parece algo a Augustus Landor, su personaje?
- Los dos somos muy obsesivos. Landor lo es al examinar su visión y eso me gusta mucho, ya que yo también soy un poco así. Ser obsesivo me da una razón para trabajar. Cuando ruedo una película, me gusta ver lo que sucede en una escena y no perseguir una escena. Trato de no esperar a dónde va la historia porque me gusta verlo de inmediato. Puede que no lo consiga siempre, pero lo intento.
- ¿Le gusta prepararse con intensidad?
- Me encanta. Para mí, la preparación es una oleada de placer porque la anticipación te permite conseguir precisión, retratar con exactitud lo que está en la página. No me gusta sentarme y ver qué pasa. He perdido mucho tiempo haciendo eso con otros directores. Sin embargo, con Scott, a quien conozco desde hace muchos años, ensayamos cada escena con mucho detalle. Los dos hemos estado hablando de este proyecto mucho antes de que fuéramos amigos. En aquel tiempo nos dimos cuenta de que no teníamos dinero para producir la historia y decidimos esperar.
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