Crítica de 'Código Emperador' (2022): Laberinto de engaños
Crítica de cine ·
El mundo opaco de los servicios secretos españoles es lo que describe 'Código Emperador', protagonizado por un oscuro agente de los servicios de información, metido hasta los zancajos en una intriga criminal que le sitúa al borde del abismo. Todavía recuerdo lo que afirmó Felipe González en 1985: «Gato blanco o gato negro, qué más da; lo importante es que cace ratones». Máxima tomada de Deng Xiaoping (líder supremo de la República Popular China desde diciembre de 1978 hasta noviembre de 1989), que guarda cierta relación con los hechos descritos en este 'thriller' de rabiosa actualidad sobre el poder y sus turbias artimañas a todos los niveles.
Se trata de una liosa intriga que repite una y otra vez la historia circular del laberinto, a través del personaje interpretado con cierto mutismo por Luis Tosar. Una trama tensa, aunque un tanto confusa, para un 'thriller' que se queda a medio gas. En fin, sobre mis apuntes de estudiante, sobre mi mesa de trabajo y sobre los árboles frondosos. Sobre la arena de la playa azul y sobre la blanca nieve, libertad escribo tu nombre. Esa libertad aprendida en todas las páginas leídas, en todas las películas vistas a lo largo y ancho de mi vida, que ahora me permite escribir lo que pienso de esta comprometida película sobre las inquietantes estructuras del poder.
Código Emperador
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España. 2022. 105 m. (16). 'Thriller'.
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Director: Jorge Coira.
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Intérpretes: Luis Tosar, Alexandra Masangkay, Denis Gómez.
