Boxeador, poeta, actor... Las muchas vidas de Hovik Keuchkerian, el policía bilbaíno de 'Reina Roja'

La historia de Hovik Keuchkerian comienza muy lejos, en concreto en Beirut, donde nació en 1972. De madre navarra y padre armenio, con sólo 3 años regresó con su familia a España tras estallar la guerra civil en Líbano. Y ahí acaba una vida para comenzar otra en un país distinto. En concreto, en Alpedrete, en la sierra de Madrid, donde se crió en plena naturaleza y donde sigue residiendo para disfrutar de sus momentos de silencio ajeno a las fiestas de la capital, a donde acude cuando no tiene más remedio. Así que no resulta raro que no tenga ni redes sociales ni tan siquiera televisión.

Desde muy joven tuvo claro que lo suyo era el deporte de contacto tras lesionarse jugando al baloncesto. Lógico teniendo en cuenta su imponente físico: un cuerpo de armario musculado que mide 1,91. Abrió en 1995 el HK, un gimnasio en el barrio madrileño de Hortaleza y se le dio tan bien que, al año siguiente, era campeón de kickboxing. Su siguiente paso profesional fue en el boxeo, donde no pudo tener más éxito. Se hizo con el título de los pesos pesados de España. Por partida doble, en 2003 y 2004. Su carrera, desde los 26 hasta los 32 años, fue breve pero contundente. Quince victorias por K.O. y sólo una derrota, ante el francés Thierry Guezouli. Colgó los guantes desencantado por la organización profesional del boxeo, y allí comenzó otra, tal vez la tercera.

Tras un periodo oscuro, en el que se pasó «medio año borracho como una rata», tal y como reconoció en una entrevista en XL Semanal, trabajó como encargado de seguridad del grupo musical El Canto del Loco. Guardaespaldas, para entendernos. Pero su vida iba, otra vez, a dar un giro de 180 grados cuando un amigo, el ilusionista Jorge Blass, le convenció para que se subiera a un escenario y contara las historias que tanto hacían reír a sus amigos.

Fue entonces cuando se convirtió en monologuista. Brilló en esta faceta tanto en actuaciones en directo como en Paramount Comedy, donde triunfó con su actuación 'Croquetas'. «Me enamoré del escenario, de hacer reír», declaraba el actor en 2018. De hecho, su 'speach' el año pasado al recoger la Concha de Plata de San Sebastián a mejor intérprete de reparto por la película 'Un amor', de Isabel Coixet, fue espectacular. Por cierto, por ese papel también estuvo nominado por vez primera en los Goya en la categoría de Mejor Actor Revelación.

Las vidas de Keuchkerian se van acumulando casi sin darnos cuenta. Otra más. Con 37 años a sus espaldas, la casualidad quiso que un guionista de la serie 'Hispania' fuera cliente de su gimnasio. Su descubrimiento, que parece salido del currículum de un actor de Hollywood, dio lugar a una exitosa carrera como actor. Lo demás es historia. Tras su participación en series tan populares como 'El Ministerio del Tiempo', 'Antidisturbios', 'La casa de papel', donde bordó a Bogotá, o 'The Head', Hovik Keuchkerian no ha parado de trabajar.

No sólo hace televisión. También protagoniza una larga lista de películas como 'Alacrán enamorado', 'Los días no vividos', 'El club de los buenos infieles', o la secuela de 'El Hoyo', que le llevó a vivir en Bilbao durante tres meses. Una etapa vital «en una ciudad maravillosa» que recuerda con cariño por «la gente, la comida...», declaraba en una entrevista en EL CORREO. Su vida como bilbaíno pasaba por Pozas, donde residía en un apartamento. Y de ahí «iba a estudiar a la terraza del Jardines. Tenía un gimnasio para boxear, otro para sudar, me iba al Indusi, al Basque...», recuerda Keuchkerian, gran amigo del añorado actor bilbaíno Álex Angulo, con el que debutó como protagonista en el filme 'Justi&Cía', y cuyo fallecimiento le supuso un duro golpe personal.

Otra anécdota de Bilbao. Sus papeles de hombre duro le obligan en muchas ocasiones a ganar kilos de más en un tiempo récord. Para la segunda temporada de 'The Head', cogió 41 en sólo tres meses y para 'El Hoyo 2' llegó a pesar 153 kilos. Si a esto le añadimos su idea de que su personaje no tenía ni un sólo pelo en el cuerpo, provocó que sus vecinos de la capital vizcaína creyeran que «era un puto asesino en serie», recordó con humor en 'El Hormiguero'. Una barbaridad teniendo en cuenta su ya imponente físico, que también le ha permitido trabajar en Hollywood. En concreto, en la película 'Assassin's Creed', basada en el popular videojuego.

Pero Hovik Keuchkerian tiene más vidas que un gato. No nos olvidemos de su faceta como escritor. En concreto, como poeta, su gran pasión. En 2005 publicó su primer libro, 'Cartas desde El Palmar'. También ha escrito 'Lokur'a, un ensayo en prosa (2008); y 'Diarios y desvaríos', una compilación de relatos breves de experiencias propias (2012), y 'Resiliente', un poemario musicado. Como se puede comprobar, el actor detrás del temperamental Jon Gutiérrez en la reciente adaptación televisiva de la novela negra de Juan Gómez-Jurado para Amazon Prime Video, es un tipo sensible que trata todos los días de conocerse mejor. Incluso sus zonas más oscuras, como ha dicho en más de una ocasión, y en la que destaca su adicción al alcohol tras el rodaje de 'La casa de papel', ya felizmente superada.

De momento, lo que le tiene totalmente ocupado es su rol de actor que sobrevuela cada vez más alto. Eso sí, confiesa estar «orgullosísimo» de su pasado «porque un actor lo que hace fundamentalmente es vivir muchas vidas. Si tú no vives tu vida sino que la interpretas tienes un problema». Y avisa: «Tengo claro que esta no será probablemente mi última profesión. Yo me conozco muy bien, si pierdo la pasión, este trabajo tiene las horas contadas». Como se puede comprobar, Hovik Keuchkerian parece estar siempre dispuesto al siguiente capítulo de una existencia plena.