Bizkaia, un escenario de cine
EL CORREO reúne a productores, representantes de la Administración y profesionales para analizar la explosión de rodajes gracias a los incentivos fiscales
Bizkaia acogió el año pasado el rodaje de 28 largometrajes y 11 series. Son cifras insólitas, nunca vistas en un territorio tan pequeño, que demuestran la capacidad de atracción de Bilbao y su provincia para una industria que vive una bonanza de producción sin precedentes gracias a las plataformas de streaming. Los incentivos fiscales establecidos desde 2023 por la Hacienda foral han disparado un sector que ha crecido más del 50% en una década. Organizado por EL CORREO, con el patrocinio de la Diputación Foral de Bizkaia y PKF Attest y la colaboración de BK ETL, el foro 'Bizkaia, escenario de cine' analizó este martes el presente y futuro de la industria audiovisual vasca.
La cita tuvo lugar en la sala Yimbi de la calle Ercilla, que en la ficción fue la comisaría de la serie 'Intimidad'. En la manzana de al lado, Alauda Ruiz de Azúa rueda estos días su nuevo largometraje. No hay mejor prueba de la implantación de Bizkaia en el cine y la series. «No tenemos dinero suficiente para pagar la publicidad que nos ha hecho 'Intimidad'», reconoció Kontxi Claver, concejala de Desarrollo Económico, Comercio, Turismo y Empleo del Ayuntamiento de Bilbao. «Todas la ciudades competimos por atraer rodajes, porque somos conscientes del impacto positivo que tienen en la economía y la cultura. Es una industria en crecimiento, que mueve más de 3 billones de dólares al año y emplea a más de 25 millones de personas».
La responsable institucional de la Bilbao Bizkaia Film Commission, el organismo que facilita los rodajes, alabó que, «tras un trabajo ímprobo, nos estamos situando como referentes de prestigio». Las 168 producciones filmadas el año pasado agradecieron «la seguridad jurídica que dan los incentivos fiscales, el prestigio de los equipos técnicos y profesionales, la diversidad increíble de localizaciones, el compromiso institucional y la colaboración público-privada», enumeró Kontxi Claver. «Hay pleno empleo de los profesionales en Euskadi».
Todo eso no sería posible sin los incentivos fiscales, «los más importantes a nivel mundial», según Antonio Pérez, director general de Hacienda de la Diputación foral de Bizkaia. Las islas Canarias y Navarra ya ofrecían un régimen fiscal beneficioso para los cineastas, pero Bizkaia quería ir más allá. El plácet de la Comisión Europea fue necesario en aras a esa seguridad jurídica. «Son incentivos con tres patas: producciones audiovisuales, espectáculos en vivo y edición de libros. Para que una producción los aplique es necesario que la sociedad tenga el domicilio fiscal en Bizkaia», estableció Antonio Pérez. «El objetivo es fomentar nuestro sector audiovisual local, no solo atraer inversiones nacionales o internacionales».
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El año pasado hubo cinco rodajes al día en Bizkaia
Iker Ganuza es el presidente de los productores vascos agrupados en EPE/Ibaia. Estos días ultima en dos pabellones de Zorroza el inminente primer golpe de claqueta de 'Las ciegas hormigas', adaptación de la novela de Ramiro Pinilla que dirige Igor Legarreta con Urko Olazabal e Itziar Ituño. «Los incentivos fiscales han marcado la diferencia estos dos últimos años», constató. «También debemos mucho al apoyo que durante años han brindado ETB y el Gobierno vasco con sus ayudas a la producción, distribución y exhibición. Se ha cocinado un sector fuerte, en el que hay talento de sobra en los diferentes departamentos», afirmó Ganuza.
El productor justificó el auge de Bilbao como plató: «Está entre la gran urbe y la ciudad de provincias, es fotogénica, hay un tejido de profesionales y una Film Commission volcada con las productoras». Por su parte, Gonzalo Vélez de Mendizabal, socio de fiscal y legal de PKF Attest, confirmó el atractivo que el nuevo escenario tiene para los inversores. «Faltaba que los empresarios individuales y las personas físicas pudieran financiar este tipo de productos. Ahora se han flexibilizado las condiciones y se ha aumentado las deducciones, por lo que estamos en los prolegómenos de un gran boom», auguró. «Se están haciendo las cosas muy bien, hay mucha seguridad jurídica, incluso para contribuyentes ajenos al sector. Somos muy optimistas».
Faltan técnicos
Desde Hacienda se confirmó el éxito de las medidas tomadas, «no solo porque vienen muchos rodajes, sino porque el sector local crece y se está generando un 'hub' audiovisual», apuntó Antonio Pérez, que citó rentabilidades del 20% en los contratos de financiación del audiovisual, «algo que no creo que exista en el mercado».
¿Cuáles son los retos de futuro? «Fortalecer sinergias, porque las películas y series cada vez son más ambiciosas. La Administración debe estar cerca de los profesionales», indicó Kontxi Claver, mientras Iker Ganuza recordó que los productores locales ya existían antes de los incentivos. Hay tantos rodajes que faltan técnicos. No es fácil encontrar trabajadores especializados, por lo que hay que buscarlos en Madrid y pagarles viajes y estancia.
«Cuando rodamos 'Una vida no tan simple' la práctica totalidad del equipo era local. Ahora mismo, para cualquier producción hay que traer la mitad de la mano de obra de fuera», lamentó el responsable de Lamia Producciones. El 'efecto llamada' también puede provocar un efecto perverso. «El dinero es limitado, no pueden venir cinco series de 15 millones de euros porque no hay para todos».
Gonzalo Vélez de Mendizabal, de la consultora PKF Attest, reiteró la seguridad jurídica como pieza clave del negocio: «Las empresas que vengan aquí deben hacerlo de verdad, con sus medios y recursos, no basta con poner una dirección».
Los datos de la Bilbao Bizkaia Film Commission indican que el año pasado aumentaron un 26% los días de rodaje hasta los 1.294. Eso significa que cada jornada se desarrollaron cinco filmaciones en nada menos que 74 municipios distintos. «Nosotros hemos tratado de atraer a agentes que de otra manera hubiera sido mucho más difícil que vinieran a producir proyectos», ilustró Aletxu Echevarría, productor y cofundador de Kalicon Media. «La capacidad de interlocución con Hacienda ha sido ágil y dinámica, algo que en territorio común no hubiera sido posible».
Echevarría abogó por crear desde la Administración y el ámbito privado «una bolsa sectorial, un fondo que proporcione una garantía a la hora de arrancar la actividad audiovisual de cada ejercicio». La eliminación de intermediarios en los tramos de financiación también facilitaría las cosas. «Los productores necesitamos tener dinero lo antes posible para llevar a cabo los proyectos, no esperar a la finalización del año fiscal».
Alfonso Segovia, socio director del área económica de despachos BK ETL Global, estableció que las inversiones en cine «han llegado para quedarse». «Nosotros entendemos que es un producto financiero con la máxima seguridad, no hay otro producto en el mercado con la misma rentabilidad». Incluso desde su despacho se han buscado fórmulas «para que los propios inversores financien su inversión y no tengan que desembolsar hasta que llegue el pago del impuesto de sociedades o la declaración de la renta». Segovia alabó «un producto muy novedoso y atractivo, más fácil de vender que otro tipo de deducciones».
No podía faltar en el encuentro la presencia del Programa Europa Creativa Media, orientado al fortalecimiento y apoyo de la industria cinematográfica y audiovisual europea. Ainhoa González es la directora de su delegación en Euskadi, en el Edificio Tabakalera, que asesora a potenciales beneficiarios de sus líneas de ayuda: además de subvenciones, organiza cursos y talleres y apoya mercados, festivales y otras redes dirigidas a profesionales de toda la cadena de valor de la industria.
«Hay otras posibilidades de financiación a través de los programas europeos y de internacionalización de las empresas. Su objetivo es crear un sector más fuerte para competir, por ejemplo, con el cine americano o asiático», explicó. El sello del Programa Europa Creativa Media implica que la producción ha pasado por un comité de selección europeo y está en el mercado internacional.
Como observó Alfonso Segovia, «en Euskadi hemos pasado de hacer tornillos a una industria que mueve mucho dinero y empleo; el otro día leí en un informe que por cada euro invertido se generan siete». Lo más inminente, como bien apuntó Aletxu Echevarría, quizá sea la consolidación del 'hub' audiovisual de Punta Zorroza: «Está claro que tiene todas las cualidades para crearlo».
José Luis Escolar: «Ninguna producción viaja sin un cariño por la tierra que la acoge»
José Luis Escolar se ha hecho bilbaíno. Hijo de la gran Irene Gutiérrez Caba y padre de Irene Escolar, que ha seguido la tradición de una de las sagas más queridas y reputadas del cine y el teatro español, este productor con cuatro Goyas ha abierto oficina en el Parque Tecnológico de Zamudio desde la que prepara 'Kill Jackie', la serie de Prime Video protagonizada por Catherine Zeta-Jones, que se empieza a rodar entre nosotros en marzo.
El presupuesto de 20 millones de dólares no le asusta. Escolar ha trabajado con Spielberg en 'Indiana Jones y la Última Cruzada', Ridley Scott en 'El reino de los cielos', las Wachowski en 'El atlas de las nubes'... Levantar 'Ágora' de Amenábar en Malta –50 millones de euros de presupuesto– o trabajar en series como 'Narcos' y 'Jack Ryan' se cuentan en su abrumador currículo.
«Por encima de todas las condiciones para atraer producción extranjera está la confianza», alecciona. «Confianza con la persona con la que vas a trabajar y con la Administración bajo la que vas a estar regido. Hace dos años conocimos los incentivos y decidimos trasladarnos a Bizkaia». Para Escolar, por encima del dinero está la creatividad. «Sin un cariño por el territorio que te acoge, ninguna producción viaja».
Nadie rueda donde no hay incentivos. En Bizkaia el crédito es elevado y se recibe de manera casi inmediata. «El gran problema del territorio común es que la Administración es muy compleja. Me apena decirlo, pero no cumplimos lo que prometemos», condena el productor, que también lamenta que quienes gestionan el cine desde el Gobierno no lo conocen. «Tengo inspecciones en las que me dedico a formar al inspector. Desde que empecé en 'El imperio del sol', que dejó 2.000 millones de pesetas en Trebujena (Cádiz), he estado peleando para que las cosas cambien. El cine es como el mercurio: se nivela muy bien él solo. Y los profesionales internacionales que vengan formarán a una generación estupenda de técnicos. Ahora toca ver dónde está el techo de Bizkaia».
