Cómo evitar comer en exceso en la cuarentena

Tener la nevera tan cerca durante el confinamiento en casa, provocado por la crisis del coronavirus, exige mucha fuerza de voluntad. Las idas y venidas a la cocina a picotear entre horas puede que se hayan colado, sin quererlo, en nuestra rutina diaria en estos días de cuarentena. Un gesto cotidiano causado por el hambre, la gula o por puro entretenimiento. Sin olvidar la ansiedad e incertidumbre que nos puede provocar esta situación excepcional en nuestra vida. «El hambre tiene una importante carga emocional, muchas veces comemos cuando realmente sentimos apetito, pero otras simplemente para canalizar nuestras propias emociones. Por eso, en algunos casos, atracamos la despensa cuando estamos tristes, ansiosos o incluso cuando estamos muy felices. Cada uno es diferente y gestiona sus emociones de una manera distinta», zanja la farmacéutica Toscana Viar, directora de la clínica de nutrición The Health Company, que cuenta con diferentes centros en Bilbao y en Getxo, y que además trabaja, entre otros, con la Selección Española de Fútbol.

Esta especialista vizcaína admite que, en la mayoría de los casos, nosotros mismos somos conscientes de cuándo sentimos realmente apetito, pero cuando tengamos dudas propone que nos formulemos una sencilla pregunta antes de tomar un tentempié entre horas: «¿Te comerías ahora mismo un plato de verdura o una fruta?». Si la respuesta es que sí, efectivamente, tienes hambre. Si por el contrario no lo harías, lo que sientes no es apetito. «Nuestra mente también suele confundir el hambre con la sed. Puede que en estos días de confinamiento en casa sea una de las causas por las que sentimos más ganas de comer. En la oficina solemos tener una botella de agua encima de la mesa. Si trabajamos en casa, es posible que no la tengamos a mano y se nos olvide hidratarnos», apunta.

Es posible que estemos cogiendo unos kilos de más en esta cuarentena. La razón principal por la que estamos aumentando de peso seguramente tiene que ver con la reducción de actividad física, a la que se le suma el exceso de comida en casa, provocado por el famoso factor 'por si acaso'. Pero, según Toscana, existen excepciones. «Los humanos tenemos una capacidad enorme de adaptarnos a nuevas rutinas y hábitos. La clave está en una buena planificación de las comidas, es decir, saber qué vamos a comer y cuándo. No hablamos tanto sobre cada cuanto tiempo hay que ingerir alimentos, porque esto varía en función de cada persona. Cada uno tendrá que hacer el número de comidas que necesite», explica. Eso sí, esta profesional recomienda seguir una dieta completa en la que no falten las verduras, las proteínas – que pueden ser de origen animal, como la carne, el pescado o los huevos, pero también de origen vegetal como, por ejemplo, el tempeh o la soja – y, además, recomienda incluir en nuestro menú legumbres, un alimento muy completo.

Y, efectivamente, como bien dicen 'los principios nunca fueron fáciles'. En el caso de que por primera vez estemos planificando nuestra alimentación, es necesario saber que estamos en una etapa de transición. «Hay que ir poco a poco, cada uno conoce sus propios puntos débiles, a partir de ahí es cuestión de ir corrigiendo. Eso sí, saltarnos este nuevo hábito puede provocar una gran sensación de culpabilidad. De esta forma, también aprenderemos a flaquear lo menos posible», afirma. Eso sí, en el caso de necesitar apoyo profesional, los nutricionistas siguen trabajando de forma online, como es el caso de Toscana y su equipo para ofrecer grandes consejos.

Dentro del plan de comidas que recomienda y que podemos llevar a cabo cada semana, está permitido el picoteo, siempre y cuando sean alimentos saludables, como los palitos de zanahoria con aguacate, las infusiones, unos pepinillos, unas cebolletas o un helado casero hecho con fruta. Los amantes del chocolate también pueden optar por tentempiés dulces. «Aconsejo consumir alimentos que no tienen nada que ver con los procesados que se ofrecen en los supermercados», concreta. Esta experta en nutrición propone que preparemos nuestra propia granola y bizcochos saludables, como el pan de plátano. «Cocinar puede ser también una actividad muy entretenida para toda la familia», aconseja. Además, Toscana recomienda tener estos picoteos preparados para que no nos dejemos llevar por la mala influencia de esas galletas procesadas que guardamos en algún rincón de la cocina.

Si después de haber aplicado estos trucos en tu rutina de alimentación sigues con hambre, a pesar de haber comido lo suficiente, intenta distraerte. ¿Qué tal si pruebas a llamar a un amigo? ¿Y si lees un par de páginas de ese libro que tanto te está gustando? Tal y como cuenta Toscana, estas dos opciones son útiles para que tu mente se evada y se olvide también de esa sensación de hambre constante.

A continuación un plan de comidas semanal que recomienda Toscana para evitar que cojamos unos kilos de más: