Qué alegría con las hijas de Julito: lanzan una tienda 'online' de artículos artesanos

Si las sagas están para perpetuarse, Carla y Alejandra, hijas de Julio Alegría, siguen los pasos de su padre por cuenta propia. Hablar del fundador de Smith&Smith, al que muchos conocen como Julito, son palabras mayores. Su negocio, surgido en 1971, funcionó durante casi medio siglo. Fue unas de las tiendas bandera de Bilbao hasta su cierre, hace justo dos años. Durante muchos años las hijas trabajaron junto su madre y el famoso comerciante de los bigotes. Tras la jubilación de sus progenitores, las hermanas vuelan en solitario. Han invertido meses de preparación hasta lanzar Cantábrico Living. Mantienen así la tradición familiar.

En su página web venden de todo: desde cubiertos de queso, floreros y cestas de picnic a miel de brezo, mermeladas, dulces de manzana, vajillas, collares, cristalerías y cuberterías pasando por sudaderas, batas, jarrones, bolsas de malla, camisas, cojines, pijamas, jabones artesanos... De momento, transitan únicamente por las redes, pero tampoco descartan montar una tienda física, aunque entienden que los actuales no son los momentos más propicios. 'Las cosas más bonitas del Cantábrico a un golpe de clic'. Así es como venden estas hermanas su compañía, Cantábrico Living. Un estilo de vida muy particular. Muy del norte.

Alejandra y Carla sostienen «una marca de productos. De muchos tipos de productos», repiten. Textil, velas, artículos gourmet, de decoración... pero todo bajo un prisma «de la vida en el Cantábrico». De hecho, el logo es un atún envuelto en una hortensia azul. «Es muy del norte y todos los productos tienen mucho que ver con el mar. Jugamos mucho con los azules, los blancos», cuentan las empresarias, ese aire un poco marinero.

Ambas han tardado hasta dar con el modelo de negocio al que llevaban años dando vueltas. «Es difícil encontrar los productores y que te hagan las cosas como tú quieres», esgrimen. «Por ejemplo, la miel de brezo que compramos a un productor local. Fuimos directamente donde él y le dijimos 'Pedro, nos chifla tu miel'. Todo el proceso es natural. Solo se produce en el momento de floración del brezo. Su sabor es de escándalo, una manera de endulzarnos la vida de forma súper natural», razonan.

La ropa también juega un papel clave. «Por el tema de las telas hemos viajado muchísimo, pero lamentablemente vemos que la globalización se está comiendo muchas tiendas icónicas. Van desapareciendo y pensamos que había que volver a retomar esas cosas. Creemos que en el norte también hacía falta una marca que englobase todo ese 'LifeStyle'. Hemos sido muy cuidadosas porque aquí somos de poner un plato bonito, de cuidar la casa, de ir bien arregladas», explican.

La constitución de esa marca que «englobe un poco todo» trabajará preferentemente con distribuidores «locales, aunque hay cosas que son imposibles porque no las hay aquí. Tenemos gente de Navarra, de Baiona, hasta la imagen de la firma la hemos hecho con un diseñador gráfico local». También venden 'rocas', hojaldres almendrados con la forma de una sardina, y tejas «a las que llamamos olas». Tampoco falta la bisutería. «Queremos englobar una manera de vivir. Un 'slow life' de siempre. La gente está como muy aferrada a la raíces. Pero, por otra parte, le gusta el diseño, el arte y disfrutar, porque somos disfrutones. Nos gusta recibir a la gente en casa y ponernos un pijama bonito para dormir, cosas que agraden a los sentidos. Es la filosofía que hemos mamado. A eso es a lo que le queríamos dar una vuelta porque sabemos compaginar muy bien esos dos mundos, el tradicional con lo moderno».

Carla y Alejandra se miran en el espejo de Francia y Inglaterra donde todavía se mantienen este tipo de negocios. «En Londres hay un Liberty y un Marks&Spencer, donde tienen desde las típicas galletas hasta la mermelada y luego pueden vender también algo de textil. Es algo que echamos de menos. Siempre decimos que el día que fuimos a Milán y vimos cerrado Fiorucci no nos lo podíamos creer. Pensamos que nos habían quitado un referente. Íbamos allí y encontrábamos un mogollón de cosas de diseño. La última vez, sin embargo, dimos con un H&M y nos convencimos de que nos habían quitado un icono. Hay una tendencia a volver a eso, a 'tiendas-marca' con fuerza y personalidad».

Un proyecto, en definitiva, que apuesta por creaciones auténticas y especiales. Por supuesto, ya ha sido bendecida por el papá de las chicas: «Sabéis que sigo siendo tendero. A pesar de que ya no tengo tienda, solo un montón de tacos encima, quiero deciros una cosa. Cha-ta-ta-chan: 'Mis amadas hijas Alejandra y Carla, Ale y Charly, han montado una empresita 'tipo tienda? 'online'. Qué gusto que sigan nuestros pasos en el comercio. Quiero decir también que creo que van a triunfar, a pesar de lo jodido que está todo. Pienso que sus productos están fenomenal y que os van a gustar. Lo que yo he visto, a mí siiiiiiiiiiiiii. Anuncio vaaaaaaaaa», describe.

Aunque solo sea amor de padre, quien ha escrito esto en las redes es un hombre que de comercio sabe un montón. Así que si él lo dice...