Taller en Bilbao (Urtzi, el artista de las camisetas diferentes)

El desconocido taller en Bilbao de Urtzi, el artista de las camisetas diferentes

Caminando por la calle Atxuri de Bilbao, una lonja con un vistoso grafiti en tonos azules destaca entre las demás, que aparentan llevar años y años cerradas a cal y canto. En el interior, se ubica el taller de serigrafía Voltaire Lab, un proyecto de Urtzi Urkixo, un joven artista gráfico bilbaíno con 30 años recién cumplidos. «Barajé asentarme en el Casco Viejo, pero está muy gentrificado», confiesa. Al final, encontró un local cerrado desde hace casi 20 años que le pareció idóneo y realizó una reforma integral con ayuda de amigos. «Es un zona con la que tengo vínculos emocionales. Mi amama vive aquí y también vivía aquí mi abuelo. Y me gusta que cuando vas a tomar un café conozcas al que te lo sirve», explica.

En este ambiente «de barrio», Voltaire Lab se ha convertido en la materialización de un sueño y una pasión gestada desde que era un adolescente. Urtzi estudió Creación y Diseño en la Facultad de Bellas Artes de la UPV/EHU, pero su conocimiento de la serigrafía ha llegado con una formación prácticamente autodidacta. «Aunque también he hecho residencias en numerosos países con algunos de los más grandes de la técnica», comenta orgulloso. Durante siete años, hasta 2022, residió en Berlín, donde pudo colaborar con diferentes proyectos, entre ellos, como asistente de Gloria Alonso, directora del taller de calcografía en la Künstlerhaus Bethanien y con otros prestigiosos centros como el Museo Bauhaus Archiv.

En la capital alemana surgió la chispa definitiva de la profesionalización completa allá por 2019. Le dio un nombre al proyecto y lanzó su Instagram y la página web. Después de la crisis del coronavirus, cerró la escuela donde daba clases en Berlín y los proyectos fueron decayendo. Decidió volver a su Bilbao natal y en abril de este año abrió las puertas de Voltaire Lab, convencido como nunca de su vocación y de su propósito: apostar por la serigrafía desde un punto de vista artesanal. «Lo que me gusta es plantear una conversación con mi cliente, que se convierta en parte del proceso», detalla. Camisetas, pósters y ediciones de obra gráfica en cualquier soporte realizados con las tintas, algodones ecológicos y tipo de papel que él mismo utiliza para sus proyectos como artista gráfico. «A mis clientes les ofrezco lo que a mí me gusta más, no aquello que me permita sacar más rentabilidad», comenta.

Urtzi sabe perfectamente lo que quiere, pero también lo que no. «Me han ofrecido trabajo en grandes empresas de serigrafía, pero no me gustan ese tipo de curros a destajo», confiesa. Considera que hoy por hoy en la serigrafía industrial «no fluye la comunicación con el cliente y la parte creativa también se resiente», recalca. Eso se aleja de su idea del trato personalizado y cercano por el que apuesta para realizar su trabajo. «Creo que muchos clientes son cada vez más conscientes de la importancia de la atención personalizada y prefieren trabajar con pequeñas empresas», destaca.

En el taller de Urtzi, cada máquina tiene su propia historia. Son de segunda mano y las ha conseguido a precios asequibles procedentes de varios puntos de España. «Pertenecían a personas que se jubilaban y preferían venderlas a buen precio que simplemente tirarlas», explica. Encontrarlas y traerlas a Bilbao ha sido toda una hazaña. «Esta es de Sabadell, esta otra de un pueblo gallego, aquella viene de Valencia, ésta de Tarragona y la de allí de la Sierra de Madrid», señala. Ahora mismo, sobre algunas de ellas, descansan numerosas camisetas y varios papeles estampados. «Esta época navideña es una locura», confiesa. Pero su compromiso está claro: «Para los artistas nuestro proyecto es la vida y es prioritario 100%. Conozco a gente que imprime camisetas o en otros soportes pero como afición o como trabajo complementario. Yo siempre he tenido claro que la mía era una apuesta total».

Entre producción y producción, Urtzi no descuida nunca su propia faceta artística. «En mi taller tengo un stock enorme de mis propios diseños, que estampo en textil y en papel», cuenta. También disfruta colaborando con otros creadores. La última colaboración ha sido la propuesta creativa junto al artista durangués Ismael Iglesias, que ya realizó una exposición en el taller en abril pasado con motivo de la inauguración de Voltaire Lab. «Hemos creado una serie limitada de camisetas donde se reflejan diferentes mensajes que Ismael había plasmado en los colchones que hay en la calle», explica. La idea era mostrar esos mensajes en un soporte diferente y la colaboración ha sido «muy fructífera». En este proceso, Urtzi se define como el ejectutor-traductor del artista-creador y suma a Cristina Cendoya, responsable de la tienda Serie B como la tercera implicada al poner a la venta las camisetas en su establecimiento del Casco Viejo de Bilbao.

La próxima cita con el arte ha sido este jueves 14 de diciembre en el propio taller, en el marco de la feria del arte y libro BALA, que une editores, artistas, libreras y fanzines en un solo espacio del 15 al 17 de diciembre en IED Kunsthal Bilbao (Edificio Papelera, Deustoibarra,17). «Voy a vender mis propias creaciones, además de colaboraciones con otros artistas», cuenta. Urtzi ha acogido en su taller la exposición colectiva 'Doppelgänger', con artistas procedentes de Valencia, Barcelona, Berlín, Argentina, Colombia y Euskadi para poner en común sus proyectos.

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