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Martes, 2 de julio 2019, 22:27

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Esta joven de Leioa de 31 años, que se aficionó al ganchillo tras quedarse en paro, pasó largas horas entregada a su afición mientras acompañaba a su padre en el hospital. Hoy por sus complementos suspira hasta la mismísima Eugenia Silva

Lubayuu Wayuu Crochet
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