Zorrozaurre cobra vida con la llegada de los primeros vecinos a las nuevas promociones

No ha sido fácil llegar a este punto, estrenar estos pisos, porque el encarecimiento de los materiales detuvo la obra durante casi un año en 2023. Y una vez terminada, este mismo 2025, según explican fuentes de la cooperativa que la ha impulsado, han tenido que esperar a que el Ayuntamiento le diese el 'ok' a la urbanización de la zona.

Hay que recordar que, lógicamente, lo primero que se construyó a la punta norte fueron las calles y las aceras. Todos esos espacios a ninguna parte se abrieron de manera efectiva cuando se sacó la Gabarra para facilitarle a la gente que participase en la fiesta junto a la Ría. Pero, según los mismos medios, las bendiciones municipales formales y definitivas no llegaron hasta hace un par de meses, lo que tuvo como efecto colateral el retraso en la ocupación de los pisos –que llevaban tiempo terminados– y puso en ciertos problemas a muchas familias que debieron prolongar sus alquileres temporales o buscarse la vida como fuese.

Eso ya está superado y comienza a llegar la gente a sus nuevos pisos. «Al fin», dice Javier, uno de los propietarios. Cuenta que algún residente se mudó a su vivienda sin cama ni nada porque necesitaba un techo ya y no podía estar más de alquiler. Como inconvenientes inaugurales dice que hay algunas humedades y algunos retoques pendientes en algunas viviendas, lo de siempre. Pero, normalmente, gana la ilusión por acceder a una morada largamente esperada. Una de las primeras manifestaciones de la toma de posesión en estos casos es poner una mesita y dos sillas en la terraza. Ya hay varias.

Estos pisos son los primeros que se estrenan en la isla. Sí están consolidadas todas las promociones levantadas en la margen derecha del canal de Deusto, sobre todo en el barrio de San Ignacio, que también forman parte del macroproyecto urbanístico de Zorrozaurre. Pero concretamente en la isla, hasta ahora, nadie había llegado a las nuevas promociones para acompañar a los vecinos históricos de Ribera de Deusto, que habitan lo que pasará a considerarse, si es que no se le considera ya, como el Casco Viejo del barrio.

Como se ha avanzado ya, el momento tiene algo de hito y algo de punto de partida. Porque es el hecho inaugural de una nueva fase: la colonización de los espacios que sustituyen a las viejas fábricas. En la punta sur están pendientes de que el Ayuntamiento le dé las bendiciones a la urbanización (quizás lo haga en un par de semanas) para dar luz verde a la ocupación de las dos promociones de Neinor que ya se alzan ahí, junto a la Ría, por donde está el centro formativo Kunsthal.

De nuevo en la punta norte, el siguiente paso será la finalización de la promoción de pisos tasados en la finca RZ5, que se encuentra frente a la que está siendo ahora ocupada. La previsión es que los nuevos residentes, que han apostado por la fórmula de la cooperativa, puedan llegar a principios del próximo año. Y, por último, está la RZ6, también ahí al lado, junto al vial que lleva al estribo del puente que, en el futuro, volará hasta Zorroza sobre la Ría; en esta finca se levantan 143 viviendas protegidas de alquiler asequible que están siendo impulsadas por al fondo Q-living con subvención del Gobierno vasco para que las rentas sean bajas. La ejecución de todos estos tajos está siendo llevada a cabo por Jaureguizar.

Además de por el lado residencial, la isla también está avanzado por otros flancos. Ya está en marcha el paseo de ribera que discurrirá junto al canal y donde convivirán parques, fuentes y zonas de estancia. Es una obra que arrancó el pasado mes de febrero y que durará 22 meses. Se trata de acondicionar una zona de dos kilómetros de longitud en los que la naturaleza (se plantarán 411 árboles) tendrá un papel importante.

Por otro lado, también acaba de iniciarse la construcción de lo que será la sede del parque tecnológico de Zorrozaurre en el lugar donde estaba el edificio Tarabusi. Esta dimensión, la económica, también es crucial en todo el desarrollo de la isla.

Mucho más retrasada está la cosa en la parte central de Zorrozaurre, donde aún queda casi todo por hacer.