Arrancan dos años de obras para levantar la sede del parque tecnológico de Zorrozaurre
La reconstrucción de Tarabusi costará doce millones y es el paso crucial para hacer de la isla el nuevo motor económico de Bilbao
La isla de Zorrozaurre está concebida para ser el futuro motor económico de Bilbao. Por eso se ha diseñado ahí un parque tecnológico urbano donde ... puedan implantarse empresas. Y la punta de lanza de ese parque será su edificio sede, que se levantará donde estaba el viejo Tarabusi. Eso es lo que acaba de arrancar: las obras de construcción del inmueble. El pasado mes de marzo se adjudicaron a la unión temporal de empresas formada por Bycam, Intxausti y Abando por 10,37 millones de euros (a los que hay que sumar el IVA). Por delante quedan dos años de trabajos.
Lo primero que se está haciendo, según avanzan fuentes de la red de parques de Euskadi (Parke), es retirar las viejas cimentaciones, las que sostenían el edificio demolido a finales del año pasado. Es que la peripecia es particular. En un principio la idea era rehabilitar Tarabusi al entender que tenía cierto valor como patrimonio industrial, como vestigio relevante de tiempos pasados. Sin embargo, los daños estructurales eran tan importantes que finalmente se decidió demolerlo. Eso sí, con el compromiso de levantar luego una réplica, un inmueble de estética similar, pero con un volumen anexo para darle más capacidad y también un aire más renovado. Es como mezclar pasado y futuro en la sede de un parque tecnológico que pretende justamente eso: ubicar empresas limpias de servicios avanzados a la industria en los mismos suelos donde reposó hace décadas la industria pesada y sucia que hizo grande a Bilbao.
En los últimos años ha ido cambiando el proyecto. Inicialmente se preveía un parking subterráneo, pero esta posibilidad fue descartada porque la inestabilidad de los suelos, tan porosos y cercanos a la ría, hacía el tajo demasiado complejo y, sobre todo, caro. Así que se optó por olvidarse del estacionamiento bajo rasante, que se quedará en superficie.
El futuro inmueble sí tendrá una planta bajo el nivel del suelo para acoger «cuartos de instalaciones», según el proyecto. A la altura de la calle «se sitúa el acceso principal además de una sala de usos múltiples, una sala de reuniones, un espacio privatizable y cuartos técnicos». El resto de alturas «se destinan por completo a espacios privatizables». La idea es que aquí compartan techo la sede del parque tecnológico, que tampoco requerirá de grandes instalaciones, y las primeras empresas que se implanten y que pagarán un alquiler. Como aún no está claro quién va a ir (más allá del BAIC-Centro Vasco de Inteligencia Artificial), el planteamiento del diseño interior se ha dejado abierto para adaptarlo a las necesidades de las firmas que lleguen.
Y esa será la clave. Tanto este edificio como el resto que se rehabiliten (Lancor y Consoni están ahí al lado) en el parque tecnológico son como pistas de aterrizaje cuya única razón de ser es atraer empresas de las que, de momento, no se sabe nada. Desde el Ayuntamiento llevan tiempo diciendo que al menos una firma sí está especialmente interesada.
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