Vusa rematará la torre de Garellano con un sobrecoste de 31.000 euros por comprador

La elección de Vusa pone fin a tres meses de incertidumbre y nervios, después de que la anterior constructora (la alavesa Urrutia, del Grupo Urbas) paralizara los trabajos alegando que necesitaba más fondos para llevar a buen puerto la iniciativa por la subida «nunca antes vista» de las materias primas, a consecuencia de la crisis inflacionista y la guerra de Ucrania.

El cambio de constructora no saldrá gratis a los compradores, que iban a abonar inicialmente entre 350.000 y un millón de euros, en función de la superficie y altura de las viviendas. El cambio supondrá más dinero y más tiempo. Cada socio de la cooperativa tendrá que aportar 31.000 euros adicionales de media para cuadrar cuentas (será el segundo incremento desde que el proyecto echó a rodar). Respecto al plazo de entrega, la obra se alargará un mínimo de 3 meses con respecto a los planes iniciales. El inmueble no estaría listo, en ningún caso, antes de 18 meses.

Vusa ha convencido a la mayoría de los compradores. Su oferta ha sido más barata y sólida que las presentadas por Querqus y Krean. Las propuestas de Sacyr y Dragados ni siquiera han sido tomadas en cuenta, ya que adolecían, según el Consejo Rector, de numerosas carencias, como falta de mediciones reales y ausencia de presupuestos de gremios.

Una de las cosas más llamativas es que los socios de Anboto Dorrea no han conseguido que ninguna compañía presente una oferta a precio cerrado, como hizo en su día Urrutia. Es decir, el sobrecoste inicial de 31.000 euros es una primera estimación. Los directivos de la cooperativa han apuntado que, depende de cómo avancen los trabajos, la cantidad final a desembolsar podría ser mayor o, en el mejor de los casos, menor. Dicho esto, se levantó un murmullo en la sala, síntoma de que los presentes no confían en un posible abaratamiento de costes, vista la experiencia vivida hasta ahora y la actual coyuntura.

Ahora mismo, el gran problema de Anboto Dorrea son los costes financieros. Al alargarse el plazo y subir los tipos de interés, la principal carga a asumir se corresponde con el préstamo suscrito. La partida se ha incrementado en algo más de 3 millones de euros. La subida del presupuesto por el capítulo que se corresponde expresamente con lo que es la obra propiamente dicha asciende solo a 1,7 millones.

En total, la propuesta de Vusa prevé una factura de 5,1 millones mayor que la original, mientras que la siguiente mejor oferta suponía un aumento de casi 10 millones.

En un momento de la asamblea, el presidente de la cooperativa ha tomado la palabra y ha reconocido que «no hay opción buena» para reanudar la obra. Ha destacado que lo sucedido con Construcciones Urrutia ha sido algo muy grave, sobrevenido e inesperado, y que, pese a ello, «no estamos tan mal». En este sentido ha lanzado un mensaje de optimismo para rematar el edificio. Unas palabras que han sido sonoramente aplaudidas.

La cooperativa ya ha iniciado movimientos judiciales para exigir daños y perjuicios a la empresa del Grupo Urbas, con la que había firmado un contrato a precio cerrado. Un acuerdo que la propia compañía reconoció que no podía cumplir. Los promotores mantienen retenida una fuerte cantidad de dinero. Será un juez el que determine cómo acabará este caso. La prioridad de los cooperativistas ahora es rematar una obra que se reanudará de forma inminente.