La constructora de la Torre de Garellano paraliza otras 36 viviendas en Bilbao
La firma confía en llegar a un acuerdo por al encarecimiento de los costes con los cooperativistas de las viviendas de Santutxu
Construcciones Urrutia, la empresa que paralizó las obras de la quinta torre de Garellano por el encarecimiento de los costes, ha suspendido ahora los trabajos ... en un bloque de 36 viviendas en el bilbaíno barrio de Santutxu y ha «ralentizado» el ritmo de edificación de un bloque de 81 pisos en Santurtzi, según ha podido saber EL CORREO.
El problema que ha surgido en los tres tajos es similar: la empresa alega que el encarecimiento de las materias primas, la inflación y los efectos del estallido de la guerra en Ucrania convierten estas operaciones en inviables a nivel económico y exige más dinero para seguir con los trabajos.
247 mil euros
fue el precio más bajo por el que salieron a la venta los 36 pisos de Santutxu
Lo que puede ser distinto es el desenlace de este entuerto. La compañía de origen alavés, adquirida hace dos años por el grupo madrileño Urbas, abandonó de manera definitiva la construcción de la torre de Garellano, llamado a ser el rascacielos residencial más alto de Euskadi. Lo hizo después de que los cooperativistas de los futuros 166 pisos rechazasen cualquier modificación de las condiciones que fueron pactadas en 2021 y exigieron su salida inmediata de la obra con el objetivo de contratar lo antes posible a otra compañía.
La empresa también ha «ralentizado» el ritmo de otra promoción de viviendas en Santurtzi
Pero en los casos de Santutxu y Santurtzi la firma espera alcanzar pronto un acuerdo con los promotores, según explicaron a este diario fuentes autorizadas de Construcciones Urrutia. Los mismos medios confirmaron que la empresa se encuentra en «conversaciones» para poder «retomar las obras» de la promoción que se estaba ejecutando en la calle Zabalbide de Bilbao, denominada Itsas Izar. Y para normalizar el ritmo de construcción de las viviendas de la localidad marinera, bautizadas como Atalaya Santurtzi.
Las obras que se han visto afectadas en Santutxu y en Santurtzi también se están construyendo bajo el régimen de cooperativa. Poco después de que saliese a la luz la paralización de la torre de Garellano, desde construcciones Urrutia reconocieron que también habían pedido más dinero para poder continuar con estas dos obras, pero insistieron en que los trabajos seguían adelante. El debate, a grandes rasgos, era el siguiente: romper el contrato con la constructora o renegociar un acuerdo que implicaría un aumento del precio de las viviendas. En el caso de Garellano se pedía a cada cooperativista unos 30.000 euros más por vivienda.
Desperfectos y fisuras
En estas circunstancias, las obras se pararon hace unas tres semanas en Santutxu, en el solar que ocupaba la residencia de la congregación religiosa de los Santos Ángeles Custodios. Los obreros se marcharon, se retiró de la valla el cartel con el nombre de la empresa constructora y se reabrió a la circulación el tramo de la calzada que se había cerrado por las obras. La paralización, además, no sólo afecta a los cooperativistas de estas 36 viviendas. También era observada con inquietud por los vecinos del número 25, que han sufrido desperfectos y visto aparecer fisuras en sus viviendas y lonjas como consecuencia de las excavaciones. En el caso de Santurtzi las obras no han llegado a paralizarse por completo, explican desde la empresa, pero sí han sufrido una «ralentización».
En todo caso, la constructora confía en llegar pronto a un acuerdo con los cooperativistas de las dos promociones de pisos.
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