Vuelve a la Sonora de Erandio el DJ que cobra 200.000 euros por sesión

Diego Maestre, propietario de la popular discoteca, achaca el éxito de unas negociaciones que le han llevado varios meses a las «espectaculares» condiciones de la sala en materia de «sonoridad y acústica». No obstante, jugársela con Cox, que cuenta con sello discográfico propio, supone un importante riesgo en el caso de que el público haga mutis por el foro, algo que no suele suceder. Cox, de largo el DJ más caro del mundo, es también rentable. Un músico de fiar que cuenta por llenos sus actuaciones.

Su caché en los macrofestivales roza los 200.000 euros, con sesiones que duran entre 90 minutos y dos horas. Nunca más. Maestre evitar concretar lo que le abonará por el concierto del viernes, que se prolongará desde las doce de la noche hasta las seis de la mañana. La anterior vez le pagó casi 50.000 euros, pero en esta ocasión tendrá que rascarse más el bolsillo. «El disfruta aquí porque es una forma de volver a sus orígenes y a la cultura de club», señala Maestre.

Cox vendió en 2022 todo el papel en la Sonora y esta vez tiene toda la pinta de que volverá a salir por la puerta grande. Hasta ayer había despachado casi el 85% de las 1.430 localidades puestas a la venta. La organización está convencida de que en los próximos días no quedará ni una entrada «para esta fiesta tan salvaje», a la que acudirán numerosos extranjeros.

El precio de los billetes no es barato: oscila entre los 50 euros. los más baratos -20 más que en la anterior ocasión-, y los 100, que salen los tiques para vips, «sin derecho a copa». Debido a los honorarios de estas megaestrellas, el negocio «volverá a estar otra vez en la barra», reconoce Maestre.

Pese a estos precios, Cox, que fue icono de la mítica discoteca ibicenca Space y volverá a actuar junto a su amigo Christopher Coe «en modo live», sigue arrastrando a multitud de seguidores de todas las edades. En Sonora, concentrará, sobre todo, «a fieles de entre 30 y 60 años». Cox, que en los años 80 llamaba la atención de la policía por su raves y fiestas ilegales, es una de las figuras legendarias del techno.

Su fortuna supera los 16 millones de euros y su pasión por los automóviles le ha llevado a tener su «propio equipo de rallies». Además de disfrutar de la música, Cox volverá a aprovechar su paso por Bizkaia para visitar el restaurante Amaren y el Batzoki de Muskiz. «Las delicias gastronómicas volvieron locos de placer a todos los miembros del equipo de Carl hace dos años», recuerda Maestre.