Vía libre para comenzar la reforma de Autonomía, que perderá dos carriles y ganará zonas verdes
El Ayuntamiento ha adjudicado la primera fase de la obra, entre La Casilla y Calixto Díez, que servirá como prueba antes de extenderla al resto de la calle
Ya hay vía libre para comenzar la primera fase de la reforma de la calle Autonomía, esa frontera entre dos bilbaos. Lo que ha ... ocurrido es que la junta de gobierno del Ayuntamiento ha aprobado este miércoles la adjudicación de la obra a Fhimasa por algo más de 900.000 euros (IVA incluido). Ya se ve que la cuantía es modesta, y esto ocurre por dos motivos. El primero, que se trata de una actuación de aire provisional, ya que en un futuro (incierto, pero seguro que lejano) se cerrará el anillo tranviario y eso lo condicionará todo; es decir, habrá que hacer una nueva reforma. Teniendo esto en cuenta, el trabajo ahora se llevará a cabo mediante la instalación de módulos que, cuando sea, podrán ser retirados y llevados a otro lugar. Siempre es más barato esto que un tajo tradicional.
El otro motivo de que el precio sea tan contenido es que en esta primera fase únicamente se va a actuar en el tramo entre La Casilla y Calixto Díez, con menos de 200 metros de longitud. Va a ser como una prueba. Si la solución convence, se continuará con el resto de la calle porque el proyecto está hecho para su globalidad.
En cualquier caso, tras el paso que se ha dado ahora, el plan es comenzar a trabajar el mes que viene y la previsión es que todo esté listo en cinco meses. El plazo también es contenido porque, ya se ha dicho, añadir módulos no es lo mismo que picar asfalto.
Este trabajo tiene también cierto sentido simbólico, como que trata de difuminar esa frontera entre dos 'bilbaos'. Porque la calle Autonomía se ha consolidado como eso mismo, como un lugar que separa los barrios con más renta de la ciudad de otros mucho más modestos. Además se ha quedado muy vieja, como un vestigio de aquella ciudad de hace cuarenta años. La solución siempre se ha retrasado porque está pendiente la ampliación del tranvía, que lo condiciona todo. Y la ampliación del tranvía está pendiente de la gran operación de soterramiento de la estación de Abando, cuyos retrasos se cuentan por décadas.
Con La Casilla
Hace tres años el Ayuntamiento de Bilbao presentó un plan para reformar Autonomía con elementos provisionales, una especie de añadidos de madera junto a las aceras que no comprometiesen su desarrollo urbanístico futuro. La actuación iba de la mano de la construcción de La Nueva Casilla, que incluía la renovación de la plaza. Pero de momento esto, la construcción del pabellón, está pendiente.
Como no era plan de esperar más, a principios de este 2025 el equipo de gobierno mostró sus planes para actualizar el aspecto de esta calle. «Bilbao tiene una deuda pendiente con Autonomía», admitían entonces desde el Ayuntamiento. Es cierto que en esta primera fase únicamente se va a actuar en 185 metros -la longitud total de la calle es de 1.300-, entre la plaza de La Casilla y la de Calixto Díez. Pero si la experiencia gusta y los vecinos lo piden se podría seguir extendiendo el modelo hasta Zabalburu, porque el proyecto está hecho para el conjunto de la calle.
Lo que se pretende es ampliar aceras e incorporar nuevos espacios verdes y zonas de estancia, para lo que se van a suprimir dos carriles de circulación, uno en cada sentido. Los cinco carriles actuales quedarán en tres: dos en dirección Zabalburu, y uno en dirección Basurto. Una medida que tendrá el efecto de contener la velocidad del tráfico.
Se sigue así con el modelo que se está extendiendo por el resto de la ciudad, según el cual pierde peso el asfalto en favor de las zonas peatonales y el verde. En este caso, habrá cierta continuidad con lo ejecutado en Sabino Arana y en María Díaz de Haro, zonas próximas y pacificadas.
Un 35% más de superficie peatonal
¿Y cómo es eso de hacer una reforma de carácter provisional? Se ejecutará, informó en su día el Ayuntamiento, «a través de la colocación de unos elementos a modo de plataformas, en la zona de vial y a la cota de acera, como una extensión de ésta, ampliando de esta forma el espacio peatonal». Estas plataformas «que serán del tipo parklet», de madera, y tendrán distintos diseños y usos.
Crearán, por ejemplo, zonas con bancos y graderíos e incorporarán vegetación a una calle sin apenas elementos verdes o naturales. También tendrán usos hosteleros y ampliarán el espacio de espera en las paradas de autobús, de modo que «se podrán descongestionar las aceras». Se proyecta, además, la renovación de la red de drenaje y el alumbrado para ajustar estos servicios a la nueva distribución.
El ámbito total de la actuación tiene una superficie de 4.681,52 metros cuadrados. En estos momentos ese espacio se divide entre 1.404 metros cuadrados de zona peatonal y 3.278 destinados al tráfico rodado. La actuación que ahora se ha adjudicado aumentará la zona destinada a los peatones hasta los 1.905 metros, es decir, un 35% más.
El diseño de los módulos potenciará la colocación de arbolado y vegetación de menor porte para proteger la zona contigua a la carretera con alguna barrera vegetal. Se plantarán árboles de tres especies (arce, acebo y zelkova japonesa), de mediano y pequeño tamaño, que combinarán formas y colores. También habrá especies arbustivas variadas.
Las plataformas se colocarán sobre «una solera de hormigón y su exterior se forrará con chapa prelacada impresa con motivos tipo baldosa Bilbao».
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