«Gracias, probablemente esos minutos le han salvado la vida»
Un bombero de Bilbao fuera de servicio y un vecino rescatan por sus propios medios a un hombre del incendio de su vivienda en Larrabetzu
«Queremos dar las gracias al bombero de Bilbao fuera de servicio y al vecino que han entrado en la vivienda incendiada antes de nuestra llegada y han rescatado a su ocupante; esos minutos probablemente le han salvado la vida». Con este emotivo tuit, el servicio de extinción de incendios de la Diputación agradecía ayer la providencial intervención de estas dos personas en el incendio de un primer piso en Larrabetzu. En su interior se encontraba Joseba, un varón de 59 años al que consiguieron sacar por sus propios medios de entre las llamas, aunque los tres inhalaron mucho humo y tuvieron que ser trasladados al hospital de Galdakao. Actuaron por iniciativa propia al considerar muy probable que los camiones de los bomberos no llegarían a tiempo. Y consiguieron evitar una desgracia.
Los hechos se produjeron en Larrabetzu. Según aseguraba Gaizka, un amigo de la víctima que acababa de estar con ella «tomando café» por la tarde, hacía apenas un cuarto de hora que le había dicho que se iba a casa, en el número 10 de la calle Aita Patxi Ugalde. «Está soltero y vive solo, probablemente se puso a cocinar algo y le pasó algo», añadía.
Una mujer «que vive enfrente», según otra vecina, habría sido la persona que dio la voz de alarma al ver salir humo por las ventanas el primer piso. «Y Ritxar, un camionero también amigo de Joseba y que vive en el mismo portal, se debió dar cuenta de que era su casa», puntualizaba Gaizka. Según otro resiente en el número 16, a pesar de que varias personas alertaron al 112 al ver la humareda «negra que salía», este vecino habría recurrido a la ayuda de otro residente, un bombero del parque de Bilbao «que reside aquí», para entrar.
Ambos irrumpieron en el domicilio y lograron sacar a horcajadas al hombre que, según fuentes del Departamento de Seguridad del Gobierno vasco, «se habría caído en el interior del inmueble cuando intentaba apagar el fuego, originado probablemente al quemarse alguna cazuela u otro utensilio en la cocina».
«Negro como un txipiron»
«No perdió el conocimiento en ningún momento y, aunque no me dejaron hablar con él cuando le llevaron a la ambulancia, estaba negro como un txipiron», reconocía su amigo. De hecho, cuando llegaron los servicios de emergencia los tres ya estaban fuera, pero mostraban evidentes signos de haber inhalado demasiado humo. Por eso les colocaron mascarillas de oxígeno antes de trasladarles «en una misma ambulancia» al centro sanitario para una mejor exploración. En su propio perfil de Twitter los bomberos de Bizkaia añadían que la víctima presentaría también quemaduras en las manos. «Seguramente le han salvado la vida, zorionak eta eskerrik asko Ritxar eta Aner!», agradecía también en la misma red social otra persona, identificada con las iniciales I. G., la intervención de los dos ciudadanos.
La gran humareda provocó cierta alarma entre los residentes, aunque finalmente no fue necesario desalojar a nadie. El hollín, sin embargo, se adueñó del hueco de la escalera y ascendió rápido hasta el tejado del edificio, un bajo más cinco alturas. A la zona se desplazaron dos camiones de bomberos que, además de mangueras de agua, se emplearon a fondo con los ventiladores para airear el piso y las zonas comunes y liberarlas del humo. Una hora después, el incendio quedaba completamente extinguido.