«A veces simulaba que le llamaba el lehendakari para impresionarnos»

Hicieron amistad. Empezó a engancharle con su imagen de empresaria de éxito y entró en la supuesta estafa de los paquetes de entradas para viajes asegurados por los que, sobre el papel, iba a percibir el doble de lo que había pagado. Al cabo de unos meses le ofreció trabajo en su agencia de Bilbao. José dejó las vacas y se mudó a la capital vizcaína. «A veces simulaba que hablaba con el lehendakari por teléfono para impresionarnos», relata. Ana llegó a ingresarle tres nóminas, pero antes de hacerlo le compraba más paquetes que ella le ofertaba. «En teoría era dinero fácil», admite.

Tras esos primeros sueldos dejó de pagarle y empezó a poner «todo tipo de excusas». Entre 2019 y 2021, José le hizo transferencias bancarias que ascienden a 430.000 euros. Tuvo incluso que pedir un crédito para comprar más paquetes de viajes. Asegura que le ha pagado «bastante más» a través de bizums.

Ana le despidió cuando reclamó su dinero. Su caso está judicializado. Además, gracias a los contactos que él le dio presuntamente, ha engañado a otras cinco personas de su entorno.