Una voz que tendrá eco
Análisis ·
Segura, que tiene pocos enemigos y una mentalidad ancha, cuenta con capacidad para hablar de la Iglesia universalJoseba Segura Etxezarreta se desplaza en bicicleta y vive en un piso antiguo y modesto, que no tiene nada que ver con un palacio episcopal. ... El suyo es un currículum atípico para un obispo. Tuvo experiencia pastoral en sectores obreros, permaneció cuatro años en Estados Unidos para un máster en Economía y ha pasado casi doce en Ecuador, donde ha podido descubrir a 'Diosito', el Dios de la gente sencilla de Latinoamérica. No ha estado conectado a las terminales vaticanas ni a los engranajes de las curias. Tampoco ha impartido formación desde la dirección de un seminario. No es una biografía clerical. Y, sin embargo, Francisco le ha seleccionado tras una consulta pormenorizada y muy contrastada.
Ahora pastorea una comunidad local, pero a monseñor Segura le gusta hablar de la Iglesia universal, consciente de que la proyección de un obispo no se acaba en su diócesis, de la que, por cierto, ya tiene un conocimiento pleno. Pertenece a un colegio, el episcopal, con responsabilidad en toda la institución. Y la Iglesia, lacerada por heridas dolorosas y zarandeada por una batalla ideológica, pasa por una situación precaria y de extrema necesidad, que reclama una renovación radical para no caer en la irrelevancia social. No se pueden aplicar soluciones provisionales y de muy corto plazo, sino que en una situación de emergencia habría que mirar con más distancia, sin caer en el neoclericalismo, para responder al desafío de un mundo en el que se han acelerado las transformaciones antropológicas, de gran relieve para los cristianos.
Segura, que tiene pocos enemigos y una mentalidad ancha, cuenta con capacidad para esa tarea. Más allá de la diócesis de Bilbao, donde su proyecto puede ser más lento, su voz debería tener más fuerza en la Iglesia. Tiene conocimiento, visión, credibilidad e intelectualmente está bien armado. Además, no se mueve por ideas políticas y derrocha sensibilidad social, sin olvidar su fondo espiritual. Lo saben en el Vaticano y en la Conferencia Episcopal, donde ya pertenece a la comisión de Economía. Los rectores del Episcopado son conscientes de que pronto habrá que renovar los liderazgos y de que hay que preparar el momento para cuando pase este Papa. Y ya se están produciendo movimientos para introducir aire fresco y un espíritu nuevo.
«No se mueve por ideas políticas y derrocha sensibilidad social, con fondo espiritual»
El ya obispo titular de Bilbao tiene por delante doce años de pontificado, más la propina que le conceda Roma. Y está cerca de la 'pole position', aunque lo suyo no sea el carrerismo. Su nombre se asocia a otros de su generación, como Ginés García Beltrán (obispo de Getafe y un gran comunicador), Antonio Gómez Cantero (apagafuegos en Almería), Jesús Fernández (titular de Astorga y responsable de Acción Caritativa y Social), el claretiano Luis Ángel de las Heras (obispo de León) o Joan Planellas (templador del nacionalismo en Cataluña), que cubrirían las 'zonas calientes' del mapa eclesiástico.
También habría que incluir a Mario Iceta (arzobispo de Burgos), su valedor. Monseñor Segura acredita experiencia humana y pastoral así como capacidad para mantener un discurso con pensamiento. Podría tener una función clave, más allá de las lindes de Bizkaia y Euskadi, en el reto que tiene la Iglesia para saberse situar como una minoría creativa con autoridad moral.
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