La Torre Iberdrola abrirá sus puertas a visitantes los fines de semana y festivos por 9 euros
El edificio explotará su tirón turístico con vistas a 115 metros de altura y una exposición fotográfica sobre la transformación de Bilbao
XABIER GARMENDIA
Jueves, 30 de mayo 2019, 13:32
No hace falta más que ver las interminables colas que se forman a la entrada cada vez que se organiza una jornada de puertas abiertas. ... La Torre Iberdrola tiene mucho tirón. Lo que ocurría hasta ahora es que apenas había oportunidades para disfrutar de sus impresionantes vistas. Era algo excepcional, en todos los sentidos de la palabra. Pero esto va a cambiar desde mañana mismo. El edificio más alto de Euskadi abrirá al público un mirador en la planta 25, a 115 metros de altura, todos los sábados, domingos y festivos. Eso sí, y aquí está la novedad, pasando previamente por caja.
Desde que se inauguró en 2011, el rascacielos se ha convertido no solo en un importante epicentro empresarial y financiero de Bilbao -al día entran y salen de ella una media de 2.000 personas-, sino también en un reclamo turístico de la ciudad y de su transformación urbanística. Es por ello que muchos visitantes y curiosos preguntaban, incluso a los vigilantes de seguridad de la puerta, por la posibilidad de subir a alguna de sus 41 plantas. Tras recibir numerosas sugerencias y comprobar el éxito de convocatorias puntuales, la dirección de la torre ha tomado la decisión.
Por el momento, se tratará de una experiencia piloto de seis meses con la que se verificará si hay la suficiente demanda teniendo en cuenta que ahora se cobrará. En concreto, el precio de la entrada general será de 9 euros, aunque se reducirá hasta los 6 para menores de 12 años, mayores de 65, familias numerosas y estudiantes. «Hemos hecho un estudio de negocio viendo los precios de miradores de otras ciudades del mundo y de recursos turísticos locales como el Guggenheim, el Bellas Artes y el Puente Colgante. En comparación, es un precio irrisorio», defiende Elena Lázaro, directora de la torre.
Las entradas se pueden comprar con antelación en la página web (www.torreiberdrola360.com) o en la taquilla que se habilitará en la recepción del propio edificio, si bien solo se podrá abonar con tarjeta y no en efectivo. El acceso permite una vista privilegiada de Bilbao y se complementa con una exposición fotográfica que relata la transformación de la ciudad y la construcción de la propia torre. «No es una visita guiada al uso porque nos hemos dado cuenta de que la gente no escucha, quiere moverse a sus anchas. Por eso hemos completado la vista con una muestra que pueden mirar cuando ellos quieran», justifica Lázaro.
Por si la vista de 360 grados no fuera suficiente, el broche de oro es una fotografía panorámica de la capital vizcaína que ocupa toda una pared de 20 metros de anchura y 2,5 de altura. La instantánea, en realidad, es una combinación de 278 imágenes tomadas desde el monte Arraiz en octubre con tecnología desarrollada por la NASA. En todo caso, los organizadores estudian ya otras formas de complementar la actividad. «Sabemos que se puede hacer un 'chill out', una zona de merchandaising, organizar conciertos, cenas románticas... Pero a día de hoy preferimos empezar poco a poco y ver cómo funciona la cosa», exponen.
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