«Antes solo se operaban las marquesas y ahora todo el mundo»

- ¿Cómo ha evolucionado este campo en los últimos años?

- La evolución se ha dado, sobre todo, en la aparatología. Se han ido perfeccionando y mejorando las técnicas. En las cirugías que son muy largas consigues mejorar tus resultados y ampliar las indicaciones a la gente. Y en la microcirugía, que se practica mediante un microscopio, te permite realizar unas intervenciones increíbles.

- ¿Por ejemplo?

- A una persona con un dedo de la mano amputado le podemos coger el segundo dedo del pie y colocárselo en el pulgar, y puede volver a trabajar perfectamente. El resultado es fantástico, incluso estéticamente. Los pacientes pueden gozar de una reconstrucción estética y funcional que cubre todas sus expectativas.

- ¿Cuándo es conveniente la cirugía?

- Hay que tener en cuenta la salud: el bienestar físico, psíquico y emocional. En la cirugía reparadora es conveniente siempre y cuando tú consigas rehabilitarte para la sociedad. Mientras que en la estética, te tiene que dar un aporte de estabilidad emocional, por ejemplo, a una persona que sufre ansiedad y ve como un problema su condición estética.

- ¿Qué proceso sigue con el paciente cuando acude a su consulta?

- Lo más importante es que se informe bien. Para ello se aconseja buscar a un especialista en webs como la de la Sociedad Española o la de la Sociedad Vasco-Navarro-Riojano-Aragonesa.

- ¿Las personas que acuden a su consulta llegan con las ideas claras?

- Hay quienes te lo ponen todo muy fácil y va rápido, pero hay que ser realista. Un especialista te va a explicar los pros y los contras, y te va a emplazar a que te lo pienses bien.

- ¿A cuántas personas ha intervenido a lo largo de su carrera?

- En mis 25 años, a varios miles de pacientes. La cirugía se reclama mucho, ha tenido un auge enorme a raíz de que empresas como Corporación Dermoestética popularizasen las operaciones estéticas a través de la financiación de las intervenciones. Estas empresas llenaron las consultas de todos los cirujanos plásticos. Antes se operaban las marquesas y ahora todo el mundo. Ya no es un artículo de lujo, ahora es más accesible para la sociedad.

- ¿Qué tipo de intervenciones realiza con más frecuencia?

- Dentro de la cirugía reparadora, la postumoral, postraumática y quemados. Y al nivel de estética, varía según la edad. En pacientes de 20 a 30 años, aumentos de mama y liposucciones. De 30 a 40, aumentos de mama también y cirugía facial. Y a partir de los 40 y 50, intervenciones relacionadas con el envejecimiento.

- Hay tres tipos de reconstrucción mamaria: los implantes, el uso de tejido propio para evitar el posible rechazo al implante y una mezcla entre ambas opciones. ¿Cuál es la más habitual?

- Depende del nivel del hospital. El más habitual sigue siendo el material aloplástico (tipo prótesis o expansores, que dan volumen). Pero el que tiene mayor calidad es el autólogo, en el que se usa tejido propio del paciente, generalmente del abdomen. La intervención es larga y existe la probabilidad de que salga mal. Por eso muchas mujeres prefieren evitar el riesgo y dicen 'a mí ponme un bulto que con eso me apaño'.

- ¿Qué sensación tienen las mujeres al volver a tener pecho?

- Es muy gratificante. Las pacientes ven una reconstrucción mamaria como el final de un proceso. Piensan 'si me ponen esto, estoy curada'. Muchas se ven en el espejo y lloran de emoción.

- ¿Qué consejo daría a las personas que no se sienten a gusto con algún aspecto de su físico?

- Que lo consulten con un especialista, acreditado y con experiencia, y que dirijan bien el tiro.