Un matrimonio de ancianos, juntos de nuevo tras una campaña en Facebook
Un trabajador de urgencias de Tenerife logra reunir en la misma residencia a la pareja, separada tras 46 años de casados
elcorreo.com
Lunes, 7 de noviembre 2016, 13:38
Gracias a la solidaridad y a las redes sociales, Juan y María, un matrimonio de ancianos de Tenerife, podrán pasar juntos los últimos años de sus vidas. Y sobre todo gracias a la perseverancia de un trabajador de un servicio de urgencias hospitalarias que, tras conocer el caso, emprendió una campaña para conseguir que la pareja pudiese vivir en la misma residencia, tras verse separados por el ingreso de ella en un centro. Y lo consiguió: Juan y María, inseparables desde hace 46 años, cuentan los días para estar juntos otra vez.
David Rodríguez es el nombre del trabajador del Centro Especializado de Atención Urgente (CEAU) de Icod de los Vinos que hizo pública través de su perfil de Facebook una historia «que me ha tocado el corazón y que me hace cuestionarme el sistema de atención socio-sanitario de nuestra comunidad autónoma».
«En estos días acudió al servicio de urgencias Juan, un señor de 82 años que vive solo, con una ayuda asistencial de dos días por semana», relataba David. Aquejado de serios problemas de movilidad y con una autonomía personal «muy limitada», Juan llegó al servicio por un problema de salud pero, en realidad, su mayor preocupación no era esa «sino poder llamar a su esposa», ingresada en una residencia con atención hopitalaria especial. Justo enfrente del servicio de urgencias en el que él se recuperaba.
«Me pidió encarecidamente que marcara el número de teléfono de su mujer. Tiene por costumbre llamarla dos veces al día y no quería faltar a esa cita, y así lo hice», relataba David, que se quedó conmocionado al oír a su paciente hablar con su espoca. «Hacía mucho tiempo que no escuchaba una conversación de la que se desprendiera tanto amor», contaba.
La historia podía haberse quedado ahí, en una anécdota que David contaría para ilustrar los protocolos que llevan a la deshumanización de la atención a los más mayores, pero no fue así. El asistente pidió permiso para que Juan pudiese ver a su mujer y él le acompañó. «Lo subí en una silla de ruedas, encaramos el pasillo hacia el ascensor, subimos dos plantas, torcimos a la derecha, otra vez a la derecha y allí estaba María, quien entre lágrimas y sollozos abrazó, besó, acarició y volvió a besar a Juan».
«Soy incapaz de describir el amor que envolvía toda la habitación, el cariño mutuo y la preocupación del uno por el otro», relataba emocionado David que, como prueba, colgó en su Facebook varias fotografías del encuentro.
«Juan no cumple con los criterios técnicos exigibles para seguir en ese centro hospitalario y probablemente hoy se vaya. Comenzará su periplo burocrático hasta que la administración le encuentre un centro, si considera que cumple con los requisitos, y si es así, con toda probabilidad no acabe en el mismo centro que María», exponía David, para pedir a continuación a sus contactos que compartiesen la historia y crear una «cadena inmensa» con el fin de poder reunir a Juan y María.
Unos días después, David volvía a colgar otro mensaje de agredecimiento con la buena noticia. «En breve Juan y María estarán juntos». La consejera de Acción Social del Cabildo de Tenerife, Sonia Valido, confirmó que, debido a una mejoría de su estado de salud, la mujer será trasladada a un centro de menor perfil hospitalario, donde también hay plaza para su marido.