«Somos una sociedad adultocéntrica y a veces nos cuesta creer a la infancia»
Aprecia avances, sobre todo en el ámbito deportivo, con la puesta en marcha del canal de denuncia Kirola On
–Gestionan Kirola On, la plataforma de la Diputación sobre violencia en el deporte escolar.
–Y creo que falta que en otros espacios se empiece a trabajar en esa línea. En el deporte hay mayor concienciación y se han implementado protocolos, lo que hace que, con este canal, haya un sistema de protección en el que se comenten también situaciones que se puedan estar dando o intuyendo.
–¿Cuáles son las situaciones de violencia más habituales?
–La mayoría de las que se dan en el ámbito deportivo tienen que ver con violencia psicológica; insultos, posiciones de autoridad… de adultos a menores. Es violencia corriente, normalizada. Y hay otro tipo, como la violencia sexual, que sabemos que las personas que la sufren tardan muchísimos años en poderlo comunicar.
–Suele citar un informe que sostiene que el 70% de los adolescentes que practican deporte sufren violencia psicológica, un 43% violencia física, un 33% sexual sin contacto y, con contacto, un 20%. Son datos muy altos.
–Sí, y por eso creemos que es importante hacer un estudio exclusivo del ámbito deportivo. Es un espacio donde se han normalizado muchas violencias, donde estamos ante personas que, de muy buena voluntad, sostienen el deporte escolar, que de forma voluntaria entrenan, y que son personas que sí que hacen sus cursos, pero que no siempre tienen la formación adecuada para trabajar con infancia o adolescencia.
–Y cuando hay un abuso sexual, ¿se otorga credibilidad a los menores?
–El hecho de que en Kirola On nos hayan comunicado este tipo de situaciones (hay tres casos judicializados) dice mucho de que la información sirve y de que se les hace más caso, pero somos una sociedad adultocéntrica y a veces nos cuesta creer a la infancia. Además, tras la denuncia, nos encontramos con unos espacios que son difíciles, porque el menor o la menor tiene que repetir lo que le ha pasado hasta en siete u ocho ocasiones.