Los sanitarios cierran el ambulatorio de Orduña: «Estábamos a 33 grados»
Los trabajadores llevan cuatro años reclamando soluciones para un centro con mala ventilación y que carece de un sistema de aire acondicionado
Alrededor de las 14.15 horas de este martes, cuarenta y cinco minutos antes de la hora habitual de cierre, el consultorio de Orduña se ... vio obligado a clausurar sus puertas. Lo hicieron los propios sanitarios, no el Servicio vasco de Salud. El motivo, las altas temperaturas registradas en el interior del edificio, que rondaban los 33 grados y ponían en riesgo la salud de pacientes y trabajadores. Después de la experiencia de este lunes, en la que dos personas sufrieron fuertes mareos a causa del calor y tuvieron que ser atendidas, se decidió que la única solución posible pasaba por cerrar el centro.
Ubicado en la calle Adoberías, en una zona próxima a la muralla, el consultorio de Orduña es un edificio de más de 30 años. A lo largo de este tiempo se han realizado pequeñas renovaciones, pero no una reforma integral del espacio que pudiera mejorar la ventilación. El centro carece de un sistema de aire acondicionado y no posee siquiera los llamados 'pingüinos', aparatos de aire portátiles, por lo que la única fuente que permite enfriar el ambiente son pequeños ventiladores. Además, las ventanas de la sala de espera no pueden abrirse totalmente, mientras que otras deben permanecer cerradas por motivos de seguridad, lo que hace más complicado si cabe la correcta ventilación del espacio.
Desde hace más de cuatro años, los sanitarios del consultorio han remitido quejas a salud laboral debido a las altas temperaturas sufridas en el interior. La situación se agravó un año atrás cuando se instaló en el sótano un sistema de calderas sin realizar ningún tipo de aislamiento, lo que provoca un aumento de la temperatura. La zona de administración, ubicada precisamente sobre esas calderas, es la que más calor soporta. En días de sol intenso como los que se han vivido en Bizkaia esta semana, desde primeras horas de la mañana se registran más de 30 grados en el interior del edificio.

Las dos personas que sufrieron mareos este lunes no han sido los primeros. Otros veranos se han producido también afecciones similares en pacientes, que, por ejemplo, acudían a realizar analíticas y cuya situación ya era de por sí delicada. Trabajadores del consultorio también han terminado su jornada con fuertes dolores de cabeza. «No estamos dando la calidad asistencial requerida», apuntan desde el centro.
En cuanto a las posibles soluciones, relativas a realizar una reforma que pueda mejorar la ventilación, se les ha señalado que «están en ello y que le dan prioridad», pero no se ha producido ningún avance. Este periódico ha tratado de ponerse en contacto con Osakidetza sin recibir respuesta.
Casos similares
Otros centros sanitarios de Bizkaia padecen problemas del mismo tipo. Tal y como informó EL CORREO, dos pacientes y una trabajadora sufrieron afecciones a causa del calor este lunes en el ambulatorio de Basauri-Ariz. El edificio tampoco cuenta con un sistema de aire acondicionado, y aunque algunas consultas poseen 'pingüinos' o ventiladores, la temperatura en los pasillos, donde aguardan los pacientes a ser atendidos, es difícilmente tolerable. Según ha podido saber este periódico, a lo largo de la tarde del lunes se produjo también un corte de luz a causa de la saturación de la red provocada por el excesivo número de aparatos de aire conectados.
En algunos pabellones del hospital de Basurto también se vive una situación «insoportable». Los de Areilza, Revilla y Aztarain cuentan con sistemas de aire acondicionado, pero no así el resto. En el caso, por ejemplo, del de Gandarias, las ventanas son de madera, lo que provoca un aumento de las temperaturas, y en todo el pabellón sólo cuentan con un 'pingüino' para los cuartos de enfermería. Trabajadoras del hospital señalan que la única solución que les han dado desde salud laboral antes las numerosas quejas es la instalación de ventiladores, pero que estos «no palian el calor». También denuncian la situación de los pacientes. «En ciertas habitaciones, durante los turnos de tarde se han llegado a alcanzar los 35 grados. Algunos se traen sus propios ventiladores de casa», afirman.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.