«Es un salvaje. Le pegó ocho golpes con saña a 'Toby' y le tiró al jardín»
Investigan por maltrato animal a un vecino de Muxika, que remató a palos a un caniche después de que su perro se escapara y le atacara
'Toby' fue un regalo de Aingeru para su hija. «Desde que tenía 3 o 4 años repetía: '¡aita, txakurre!'». Así que cuando la niña ... llegó a la adolescencia, su padre le compró un perro, con la advertencia de que «tenía que cuidarle». «Pero, ya sabes, me lo fui quedando yo y al final me acompañaba a todas partes. No se separaba de mí. Y por no dejarle solo, ha viajado conmigo por toda Europa». Aingeru, vecino del barrio Ibarruri de Muxika, es ingeniero y trabaja visitando parques eólicos, muchos de ellos en Alemania, donde «ya hasta le conocían».
El caniche toy, de pelaje blanco rizado, tenía ya siete años. «Era cariñoso, obediente... Nunca he tenido que llevarle con correa. Venía a mi lado». Aingeru había asumido que 'Toby' había muerto porque le había atacado el perro del vecino, un border collie mezcla con pastor alemán de tamaño grande, hace un mes, el pasado 9 de noviembre. Su 'baserri' está justo enfrente del suyo, a penas 50 metros. Como estaba atado, no pudo escapar, y el otro perro le provocó importantes desgarros.
Las heridas eran tan graves que, tras llevarle al veterinario, en Bilbao, le aplicaron la eutanasia «para que no sufriera más ya que no se podía hacer nada para salvarle». La pérdida de la mascota le afectó mucho, pero hace unos días se llevó una desagradable sorpresa al comprobar que, además, 'Toby' había sido apaleado por un hombre. «Lo peor han sido las formas».
«Hace unos días, cuando he tenido fuerzas, me puse a revisar las imágenes» de las cámaras de videovigilancia que tiene instaladas en su caserío para prevenir el acceso de intrusos. En las grabaciones, que sólo enfocan a su terreno, se observa claramente cómo su vecino, en lugar de auxiliar al can, que ya estaba herido, le asesta varios palazos. Después, le coge del lomo con una mano y le arroja a una zona ajardinada. «Es un salvaje. Le pegó ocho veces con saña y luego le lanzó y siguió golpeándole», se duele.
'Toby' estaba atado y no podía escapar y por eso el otro perro le provocó importantes desgarros
«Medio destripado»
Aquel día, que coincidió en sábado, Aingeru recuerda que «había ido a comer con el chaval a Zaldua», y dejó al perro en la caseta en el portal de la casa. Tiene otro de la misma raza, 'Coco', hembra, de color chocolate. «La compré para que criaran, pero ya ni cachorros ni nada», lamenta. Cuando regresó con su hijo, sobre las seis de la tarde, «me lo encontré sangrando tirado en la campa, medio destripado».
Entonces, cogió al perrito malherido y lo llevó de inmediato al veterinario, en Bilbao. «Me dijo que estaba muy mal y que iba a morir en la operación», por lo que decidieron aplicarle la eutanasia y evitarle así un sufrimiento en balde. Todavía sin saber que el dueño había participado en el ataque a su mascota, se dirigió a él y le dio «tres días para que el perro desapareciera de al lado de mi casa».
Se da la circunstancia de que este mismo can ya había atacado a 'Toby' dos años antes, justo en noviembre de 2022. También entonces se había escapado de su caserío y le destrozó una pata a mordiscos. Desde entonces, el caniche «estaba cojito». El dueño del border collie tuvo que asumir, a través de su seguro, la elevada factura del veterinario, de cerca de 4.000 euros.
«Que él se sonroje y que la gente se sensibilice de que algo así no se puede permitir»
«Se me revolvió todo»
Cuando hace unos días, Aingeru vio las crudas imágenes en las que el baserritarra golpeaba una y otra vez a su mascota, «se me revolvió todo y pensé que esto no podía quedar así». Habló con su abogado y decidió emprender acciones legales contra él, «por lo civil y por lo penal, para que pague por lo que ha hecho». En primer lugar, ha presentado una denuncia ante la Ertzaintza, en la comisaría de Gernika, que cubre el municipio de Muxika.
Los agentes de la Policía autonómica acudieron a primera hora de la mañana de ayer al barrio de Ibarruri e identificaron al hombre que apaleó al perro. Tras visionar las grabaciones de la cámara, le investigan por un delito de maltrato animal, según ha podido confirmar este periódico. Aingeru quiere «que la gente sepa qué clase de persona es. No miento, ahí están las imágenes. Que él se sonroje y que la gente se sensibilice de que algo así no se puede permitir».
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