Reactivan en Gatika un vertedero parado 19 años y vuelven a hallar irregularidades
Inspectores de Medio Ambiente detectan vertidos «a cauce» sin permiso, «grietas» en canalizaciones y que no se ha seguido el plan de 2006 para su clausura
Los vecinos del barrio Zurbano de Gatika están en pie de guerra. La puesta en marcha de las obras del cable submarino que unirá esta ... localidad con Francia ha removido y «agravado» un problema que desde hace más de dos décadas preocupa a los residentes en este entorno rural. Se trata del antiguo vertedero que el Gobierno vasco y el Ayuntamiento paralizaron en su día tras registrarse numerosas denuncias y detectarse restos de residuos que esta instalación no podía admitir. En 2001, en los análisis de los lixiviados (los líquidos procedentes de la descomposición de los materiales vertidos) se hallaron plomo, sulfuros, cloruros, aluminio y amoniaco.
El depósito de residuos está de actualidad porque la construcción de la estación conversora a la que irá enchufada una de las piezas clave del proyecto eléctrico multimillonario ha necesitado de grandes desmontes de terreno. Los residentes calculan que se han extraído 300.000 metros cúbicos de tierra y rocas. Estas labores han acabado pero los excedentes han sido depositados en el antiguo vertedero, que llevaba 19 años paralizado, con el objetivo de sellarlo.
Lo que más llama la atención de este asunto es que el Gobierno vasco había dado ya el visto bueno al sellado del almacén de inertes en 2006, después de que la empresa propietaria presentara un proyecto para poner fin a su actividad de una manera ordenada. Según la normativa, los vertederos se deben clausurar de forma controlada para evitar la contaminación de las tierras colindantes y acuíferos. Es un proceso complejo, costoso y que ha de estar supervisado por la Administración.
Sin embargo, pese a que esos trabajos tenían que haberse llevado a efecto hace casi 20 años, el vertedero de Zurbano no se colmató. Es más, los vecinos denuncian que se siguió usando el emplazamiento de manera ilegal, supuestamente por desconocidos. Aseguran que no era extraño ver furgonetas por el entorno, con personas que se bajaban y «echaban de todo», aprovechando el abandono de la instalación.
Los restos allí arrojados han seguido al aire libre hasta que la empresa que ejecuta las obras del cable submarino puso sus ojos en esta vaguada. Sus responsables vieron una oportunidad única, ya que los camiones con la tierra y la roca podían desprenderse del contenido de sus bañeras recorriendo apenas 300 metros sin tener que realizar un recorrido de 70 kilómetros (entre ida y vuelta)hasta el Puerto, que es donde se han estado echando grandes cantidades de inertes en los últimos años para construir la última gran expansión de los muelles proyectada.
Miedo a un desplome
Los vecinos de Zurbano, que cuentan con el apoyo de la Plataforma Interkonexio Elektrikorik Ez!, del grupo Boluntak y de Ekologistak Martxan, conviven con varios temores. El primero es que el depósito de tierras se haya hecho de forma acelerada y en malas condiciones climatológicas, lo que podria desembocar en «un posible desplome».
Otro miedo es que afloren los residuos «peligrosos» que se detectaron y que «tienen que seguir necesariamente ahí abajo porque nadie se ha preocupado de quitarlos». Los residentes presentaron una denuncia ante la consejería de Medio Ambiente, a comienzos de año.
El Ejecutivo autonómico envió a sus inspectores el 18 de febrero. Estos técnicos reflejaron varias irregularidades en el acta que levantaron. En el informe, al que ha tenido acceso este diario, advirtieron de que la empresa que está vertiendo las rocas y tierras que proceden de la obra de la conversora eléctrica no está siguiendo el plan autorizado en 2006 para clausurar el vertedero. «Se constata que se está ejecutando un proyecto de sellado diferente al aprobado». Y apuntaron que se han hecho «bermas diferentes» a las permitidas (elementos para evitar la caída de residuos).
Respecto a los lixiviados, los funcionarios constataron que no existía un muro de hormigón que los contuviera ni canalizara. En este sentido constataron que «existía vertido de lixiviados a cauce». Los vecinos habían denunciado que estos restos líquidos estaban llegando al arroyo Arbildu y, luego, al río Butrón. «Preguntado por el personal de inspección –escriben los técnicos– los comparecientes declaran que la instalación no dispone de autorización de vertido de lixiviados a cauce». Por último, se confirma «la existencia de grietas en el canal perimetral izquierdo de hormigón por las que las aguas de escorrentía se podrían filtrar al terreno».
Denuncian «vertidos» al río en las obras de la interconexión eléctrica
La Plataforma Interkonexio Elektrikorik Ez! ha denunciado vertidos de bentonita –una arcilla natural– en Gatika en el marco de las obras que Red Eléctrica Española, ahora Redeia, está ejecutando para desplegar el cable submarino que unirá esta localidad con Francia. Aseguran que el material procede «de una perforación horizontal dirigida», que alcanzó «un manantial», lo que «provocó una fuga» de esta sustancia que «comenzó a extenderse, alcanzando finalmente el río Butrón», lo que «puede provocar una alteración significativa en el ecosistema acuático».
Desde la firma, que sostiene que «la técnica de la perforación dirigida que se utiliza es la más respetuosa con el medio natural», reconocen que «se ha liberado una pequeña cantidad de material natural y por lo tanto no contaminante» que, afirman, «no afecta en absoluto negativamente al medio ambiente del entorno». En todo caso, explican, «se están retirando los excedentes» de bentonita y trabajan «en estrecha colaboración con las administraciones» para analizar «en detalle» la situación.
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