La punta norte de Zorrozaurre y el puente de San Ignacio se abren al tráfico
Bilbao permite desde hoy la entrada en la isla por un nuevo acceso. 1,5 kilómetros de calles vertebran una zona que ha quedado irreconocible
Los trabajos para urbanizar la punta norte de Zorrozaurre arrancaron hace cuatro años, una vez que los suelos se elevaron para evitar inundaciones. Durante todo ... este tiempo las obras en la zona han pasado inadvertidas para la mayoría de la ciudadanía, pues el tránsito público ha permanecido cerrado en todo este periodo. Pues bien, ha llegado el día de que se levante el telón y los vecinos de Bilbao puedan regresar a este enclave.
Aunque la obra lleva finalizada desde antes de Navidad (lo que ha supuesto que algunos curiosos ya se hayan lanzado a colonizar este nuevo pedazo de Bilbao), la apertura oficial llega hoy. La cuestión es que, una vez acabada la urbanización, el proyecto ha tenido que superar los trámites burocráticos pertinentes. Vamos, que al ser un espacio público se ha tenido que esperar a que el Ayuntamiento compruebe que la ejecución de los trabajos es conforme a los requerimientos legales establecidos.
La cifra
12,3 millones de euros
fue el presupuesto para la urbanización de la punta norte de la isla.
Una vez aprobado todo el papeleo, ha llegado el momento de que la punta norte de Zorrozaurre y el puente de San Ignacio -el segundo que conectará la isla con la margen derecha de la ría- vuelvan a permitir el acceso de coches, peatones y bicicletas. La hora elegida por el Consistorio para restablecer la circulación en este tramo es las dos y media de la tarde. Será tres horas después de que el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, inaugure ante los medios de comunicación las placas identificativas de las calles.
Es a partir de ese momento cuando se podrá cruzar desde San Ignacio hasta el islote por el puente que lleva el mismo nombre del barrio. Una vez pasada la pasarela, el viandante descubrirá un lugar irreconocible respecto a aquellos pabellones históricos y su intensa actividad industrial.
Son, en total, 1.500 metros de calles con su asfalto negro, aceras limpias y farolas listas para alumbrarlo todo lo que encontrará quien se acerque a partir de hoy a la punta norte de Zorrozaurre. Más allá de calles urbanizadas por estrenar, el resto del paisaje lo componen edificios viejos y ruinosos, envueltos en cristales rotos y grafitis. Unos esperan la demolición y otros la rehabilitación. Entre medias, parcelas vacías, tierra removida y nuevos inmuebles en distintos puntos de desarrollo completan la escena.
Pero mejor dejemos a un lado el paisaje futurible y vayamos al espacio por el que ahora se puede transitar, que ayuda a imaginar cómo será esta zona en un futuro. Tras cruzar el puente de San Ignacio (que los coches pueden recorrer en ambas direcciones), se avanza por la calle Sabina de la Cruz hasta la avenida Galleteras. Es el eje vertebral de la isla y, por el momento, permanece cortado al tráfico en su parte central. También es la arteria en la que se están levantando varias promociones de vivienda libre y protegida.
Los trabajos comenzaron en 2020, una vez que los suelos se levantaron para evitar inundaciones
El tráfico que quiera dirigirse hacia el centro de la isla tendrá que girar hacia la derecha, pegar después un giro a la izquierda y más tarde tomar la perpendicular que conecta con la Ribera de Zorrozaurre. Una calle pegada a la ría que llega hasta la punta sur del islote.
Mejorar el acceso
Todo apunta a que más que tráfico rodado, lo que habrá durante estos primeros años en la punta norte de Zorrozaurre son curiosos y paseantes. También conductores que colonicen el centenar de plazas de aparcamiento para evitar la OTA de San Ignacio. Pero la apertura tiene un sentido práctico: hasta hoy el único puente por el que se podía transitar era el de Frank Gehry, que conecta la isla con Deusto. La nueva estructura facilitará el tránsito de las decenas de camiones que llegan cada día para continuar con las obras en la isla, lo que reducirá las molestias de los vecinos.
La apertura de esta nueva zona también ha llevado a Bilbobus a modificar el recorrido de una de sus líneas, la A4, que completa el trazado entre Zorrozaurre y Deusto. A partir del lunes, el camino se prorrogará hasta el número 87 de la avenida Galleteras, quedándose esta como la última parada y añadiendo una nueva en el número 42.
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