El agotado modelo de EiTB
Alberto Ayala
Domingo, 12 de marzo 2017, 02:20
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Alberto Ayala
Domingo, 12 de marzo 2017, 02:20
El lehendakari Iñigo Urkullu pasa por ser la antítesis política de la estridencia. Pero el sábado pasado agarró un enfado parece que notable. ¿La razón? ... ETB. Otra vez ETB. El gran lunar de su mandato.
El detonante, un vídeo de diez minutos que alguien subió a las redes con la retahíla de insultos a todo lo español que se lanzaron en un pretendido programa de humor, 'Euskalduna naiz, eta zu?', emitido el 8 febrero por ETB 1. De inmediato el asunto saltó a los digitales. La polémica quedaba servida.
Urkullu, que preside un gabinete de coalición PNV-PSE, se percató de que presentar a los españoles como 'paletos' y 'fatxas'; llamar a las españolas 'txonis'; y sostener que si el nombre del Estado es el que es obedece a que 'Mongolia ya estaba ocupado' era, entre otras cosas, una peligrosa mina política y lanzó de avanzadilla a su portavoz. Josu Erkoreka expresó su rechazo total a tamaño ejercicio de sectarismo televisivo.
Dio igual. Las protestas arreciaron. PSE, PP y UPN salieron en tromba. El PNV, en cambio, se mantuvo silente. A la vista de ello, la dirección de EiTB no tuvo mejor idea que salir en defensa de «un espacio de humor que apenas busca romper algunos clichés».
Como el suflé seguía creciendo y arreciaban las voces reclamando la cabeza política de la jefa de EiTB, Maite Iturbe que tiene el dudoso honor de haber logrado que todos los partidos hayan exigido en uno u otro momento su salida del ente, cuarenta y ocho horas después, el lunes, el lehendakari decidía por fin cortar por lo sano. «No solo entiendo y comprendo, sino que como persona y como lehendakari hago mío el sentimiento de ofensa que muchos ciudadanos hayan podido percibir, no solo en España, sino también en la comunidad autónoma vasca y Navarra», soltó. Iturbe era obligada a rectificar y a pedir disculpas.
¿Qué estaba pasando? ¿Diferencias entre el PNV y Lehendakaritza? ¿Descoordinación? Los entornos de Ajuria Enea y Sabin Etxea lo niegan y ofrecen una explicación con aires de verosimilitud. «Si el partido hubiera cargado también contra EiTB, como la metedura de pata merecía, y como hicieron Erkoreka o el lehendakari, hubiéramos tenido que cesar a Maite Iturbe o a su número dos, Edu Barinaga. Y no tenemos votos para nombrar un nuevo equipo», justifican medios peneuvistas.
Los problemas en ETB aquel «proyecto abertzale, impulsado por abertzales tras una lucha abertzale», como lo definió hace muchos años quien fue uno de sus primeros directores, Luis Alberto Aramberri 'Amatiño' han ido engordando con los años. Hoy una mayoría social y política acepta que se trata de un modelo agotado. Muchos sólo en privado.
Esa debilidad arranca de la propia concepción con la que se puso en marcha ETB 1 el último día de diciembre de 1982: como un medio para la salvación y posterior expansión del euskera. El nacionalismo entendería muy pronto que se había quedado corto, que ETB debía ser ante todo un servicio informativo al servicio de los vascos. En mayo de 1986 los jeltzales iniciaban por las bravas las emisiones de ETB 2, en castellano.
La televisión vasca fue desde su origen, como sucede con buena parte de las televisiones públicas, un instrumento al servicio del nacionalismo gobernante. Pero durante el ciclo de Ibarretxe en Ajuria Enea, la izquierda abertzale aprovechó para extender su influencia en el ente.
La situación llegó a tal punto que, a finales de 1999, cuando el actual presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, y su equipo Bingen Zupiria, hoy consejero de Cultura, y Juan Diego, responsable de Comunicación de Lehendakaritza, entre otros tomaron las riendas del ente adoptaron una polémica y costosa medida: nombrar varias decenas de 'gestores' (conocidos en la casa como 'arloburus'), generosamente retribuidos, para que los informativos no siguieran tan escorados hacia el mundo de Batasuna.
«En un momento dado llegó a haber simultáneamente un jefe de deportes, otro de fútbol, otro de baloncesto, otro de ciclismo y otro de deporte vasco», cuenta un experto en los entresijos del ente. Con ello y unas arcas llenas de dinero con el que comprar buenas series y hacer programación propia, ETB alcanzó unas notables cifras de audiencia.
Pero llegaron la TDT, la crisis y el cambio político (el PSE a Ajuria Enea). Desde el entorno de Sabin Etxea se agitó el fantasma de la desafección contra ETB.
Cuatro años y medio después del retorno del PNV al poder, nada ha vuelto a ser igual. Con 134 millones de presupuesto y casi un millar de empleados algunos periodistas llevan años haciendo pasillos, EiTB se ha dejado desde 2012 una cuarta parte de la audiencia. Sigue sin tener un informativo por la mañana. Cuando sucede un acontecimiento internacional de magnitud puede tardar horas en reaccionar. Y cada vez que asoma el problema del terrorismo de ETA la terminología que se utiliza es en demasiadas ocasiones la de la izquierda abertzale.
El día 20 arrancará sus trabajos en el Parlamento una ponencia en busca de un nuevo modelo radiotelevisivo. Con o sin dolores de cabeza del lehendakari, lo cierto es que ni el PNV ni EH Bildu parecen tener prisa por que Euskadi tenga una televisión plural y de calidad.
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