Polémica entre periodistas y jueces por la celebración a puerta cerrada del juicio

La decisión de la magistrada Nekane San Miguel de celebrar a puerta cerrada las sesiones más importantes del juicio por la muerte en Atxuri de una niña de 9 años, de la que está acusada su madre, ha generado una dura polémica entre periodistas y jueces. Asociaciones vascas de reporteros han protestado enérgicamente por lo que consideran una clara vulneración del derecho a la información recogido en el artículo 20 de la Constitución. Y ayer mismo, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) respaldó a la jueza y expresó su «radical disconformidad» con las críticas que se le han dirigido.

El TSJPV advierte de que «se puede discrepar» con la decisión de la magistrada de impedir el acceso a los periodistas y fotógrafos al juicio, aunque considera que «en modo alguno merece reprobación», ya que «realiza una ponderación jurídica razonada sobre un conflicto de derechos fundamentales entre el derecho a la información y los derechos a la imagen, a la intimidad y a un juicio justo».

En una nota conjunta difundida el día anterior, el Colegio y la Asociación vasca de Periodistas lamentaban la decisión de no permitir el acceso a los medios audiovisuales a la sala de vistas y lo consideraban una «flagrante vulneración del artículo 20 de la Constitución española, que en su primer apartado consagra el derecho de la ciudadanía a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medido de difusión». Para las dos principales organizaciones profesionales de periodismo de la CAV, «este tipo de ataques y actitudes va en contra del criterio democrático». Recordaban, además, que «informar libremente a la sociedad y crear opinión pública es un derecho fundamental».

El auto dictado por la jueza San Miguel días antes del juicio impedía a los medios audiovisuales seguir el proceso, prohibía tomar ningún tipo de imagen ni grabar audio, y limitaba la presencia de la prensa escrita a varias sesiones, aunque les impedía el acceso a las más importantes, como son la declaración de la acusada y de los principales testigos -entre ellos la hija mayor que encontró el cadáver-, una vecina y la madre de la acusada, y al informe forense, donde se analizará el próximo lunes la causa de la muerte de la pequeña.

La magistrada se refería al derecho a la intimidad de la acusada y a la protección de la menor para justificar su decisión. Según el auto, al que ha tenido acceso este periódico, «los profesionales del periodismo seleccionan solo algunos fragmentos a difundir, y la experiencia nos dice que, en esa selección, prima lo sensacional y lo espectacular». «Convertir el acto procesal en un espectáculo mediático» provoca un «importante factor de presión que altera las condiciones en que ha de desarrollarse un proceso judicial», apunta. También advierte de que algunos programas «reelaboran la información obtenida durante el proceso, añadiendo información verbal y potenciando lo más espectacular, e incluso lo más morboso», añade.

Esta misma magistrada ya decidió celebrar a puerta cerrada el pasado mayo el juicio por el caso de 'La Manada' de Solokoetxe, aunque entonces el tribunal era profesional y no popular como ahora. Tres jóvenes fueron finalmente condenados a trece años de prisión por abusar sexualmente de una chica de 18 años, grabarlo con el móvil y difundirlo en redes. En aquel proceso, los periodistas no pudieron acceder a la sala en ningún momento.

Recientemente, se han desarrollado en otros puntos de España juicios de gran interés mediático y también con menores implicados con total transparencia, como fueron el asesinato del niño Gabriel, en el que los padres del niño declararon a puerta cerrada a petición propia, o el de Diana Quer a manos de 'El Chicle'.